El gran éxito de ChatGPT, un chatbot de inteligencia artificial creado por OpenAI, una organización sin fines de lucro de Estados Unidos, desencadenó una frenética carrera por sacar nuevos productos de IA al mercado, un frenesí que está consumiendo a los mayores colosos de la tecnología y a innumerables startups en su lucha por hacerse un hueco en este sector emergente
Microsoft, que invirtió miles de millones en el creador de ChatGPT aprovechó rápidamente el chatbot para mejorar su motor de búsqueda Bing y su navegador web Edge y está apostando fuerte a que la IA definirá la próxima generación de grandes tecnologías.
La decisión incitó a Google a lanzar su propio chatbot de IA, Bard, que dio una respuesta incorrecta en un video promocional, no logró impresionar a los inversores y borró US$ 100 mil millones en valor de la empresa matriz Alphabet. El gigante tecnológico chino Baidu anunció planes para integrar su chatbot de inteligencia artificial Ernie en sus servicios de motor de búsqueda a partir de marzo, aunque se sabe poco sobre sus capacidades.
La batalla de las tecnológicas
Otros gigantes chinos, incluidos Alibaba, JD.com y el padre de WeChat, Tencent, declararon que están trabajando en sus propios productos similares a ChatGPT, aunque los detalles son escasos y no definieron cronogramas específicos sobre cuándo los implementarán.
Entre los gigantes de Estados Unidos., Apple estuvo notoriamente ausente de la carrera de IA pero, según los informes, está haciendo movimientos que indican que un lanzamiento está en el horizonte. Amazon no quiere quedarse atrás y ya dijo que estuvo trabajando en una tecnología similar durante mucho tiempo, además de anunciar una asociación con Hugging Face, un Startup de IA que desarrolla un rival de ChatGPT.
Meta, el padre de WhatsApp, Facebook e Instagram, líder durante mucho tiempo en el espacio de la IA, es más que capaz de defenderse de rivales como ChatGPT, pero se contuvo por temor a que su herramienta de IA ayude a difundir información falsa, sesgada o engañosa, que ya bastante problemas trae a sus plataformas.
Detrás de la IA generativa
El lanzamiento de ChatGPT de OpenAi desencadenó una fiebre del oro en Silicon Valley y otros centros tecnológicos globales de todo el mundo, y las empresas ahora se apresuran a seguir el ritmo para no quedarse atrás. La tecnología se agrupa bajo el título de inteligencia artificial generativa, un término general para los sistemas que pueden producir nuevos textos, imágenes, videos y otras salidas como código y música por sí mismos.
Se necesitan grandes cantidades de datos para entrenar estos sistemas y el resultado, que depende de los datos utilizados para entrenarlos, puede reflejar cualquier sesgo, error o falsedad inherente al conjunto de datos original. La capacidad de productos como ChatGPT para generar contenidos novedosos se anunció como el amanecer de una nueva era y, en los pocos meses que ChatGPT lleva a disposición del público, ya amenazó con trastornar numerosos campos y planteado nuevas cuestiones a las empresas.
Los profesores se preguntan cómo manejar o detectar a los alumnos que utilizan el chatbot para hacer trampas, los editores se vieron inundados por una avalancha de contenidos generados por IA de calidad cuestionable y los medios de comunicación están estudiando la posibilidad de utilizar la herramienta para redactar noticias. JPMorgan Chase restringió el uso de ChatGPT por parte de su personal, al parecer debido a la preocupación que suscita el intercambio de datos.
*Con información de Forbes US.
