Las empresas de la lista Fortune 500 suelen inundar la feria de electrónica de consumo con mejoras iterativas en dispositivos relacionados con la movilidad y el entretenimiento, como la conducción autónoma y los anteojos de realidad virtual de lujo. El CES 2024 se vio impulsado por el avance en software que hizo volar la imaginación de los inversores en tecnología financiera: la inteligencia artificial.

No es de extrañar que, tras 2023, un año excepcional para la IA generativa, el CES de este año, el mayor evento mundial de tecnología de consumo, refleje algunas de las formas en que la IA está a punto de ascender y convertirse en omnipresente, especialmente en lo que respecta al hardware tecnológico.

Tomemos, por ejemplo, el dispositivo celular R1, una de las atracciones del CES 2024. Creado por la empresa de IA Rabbit, el R1 es una especie de híbrido entre asistente de voz, teléfono inteligente y superapp. El software patentado del R1 utiliza un novedoso modelo de acción a gran escala para activar servicios en nombre del usuario (imagina que la voz ordena a tu teléfono que te pida una hamburguesa con queso para comer, que elimine el ojo rojo de una de tus fotos y que te programe un viaje al aeropuerto a través de una única interfaz sin necesidad de iniciar sesión, para que te hagas una idea).

Independientemente de la adopción o el éxito final de la R1, la tecnología que la impulsa demuestra un cambio de paradigma potencialmente transformador, que se aleja de los sistemas operativos basados en aplicaciones y de los protocolos tipo caja de herramientas de los smartphones actuales para acercarse a todo un universo de servicios tecnológicos sin interfaz.

Para los amantes de la tecnología financiera y los inversores como yo, la intersección de la IA y el hardware es de lo más relevante en el mundo de la gestión de riesgos. En medio de la tendencia de la tecnología doméstica inteligente y los dispositivos IoT en los seguros del hogar (donde sensores, cámaras y dispositivos conectados se aprovecharon para mejorar la seguridad, detectar y reducir el riesgo potencial), el hardware relacionado con la salud, impulsado por la IA, tiene un potencial similar para mover a los clientes y las aseguradoras desde el mundo de la transferencia de riesgos hacia los servicios de prevención.

Del mismo modo, en el sector inmobiliario comercial, la inyección de IA en el hardware de edificios inteligentes IoT promete hacer que los edificios sean por fin "inteligentes" y no simplemente estén cargados de sensores.

Una empresa en la que invertí, Poppy, está haciendo avances significativos en la aplicación de IA a los datos de los sensores de aerosoles y calidad del aire interior. Dado que el sector de la calefacción, la ventilación y el aire acondicionado suministra aire al mundo interior en el que vivimos el 90% de nuestras vidas, desempeña una función crítica para la salud humana. Dado que la mayor parte del consumo energético de cualquier edificio procede de su sistema de calefacción, ventilación y aire acondicionado, estos sistemas también tienen un potencial muy real de ahorro de energía y costos.

La línea de productos de Poppy, que incluye tanto sensores IoT domésticos instalados como equipos portátiles impulsados por IA para profesionales de HVAC, tiene todo esto en cuenta, midiendo de forma instantánea y continua el flujo de aire para la seguridad de la calidad del aire, el bienestar de los ocupantes, el ahorro de energía y el compliance normativo.

Hacerlo torna posible controlar una serie de variables potencialmente peligrosas: infiltración de humo de incendios forestales, datos de recuento de partículas nocivas e incluso ventilación adecuada para la transmisión de virus. En particular, las API de aprendizaje automático de Poppy son capaces de comprender patrones complejos en datos de sensores de partículas submicrónicos, por lo que pueden predecir y calcular métricas críticas de HVAC con un nivel de precisión equiparable a la actuación humana experta.

Dentro del mismo sector, empresas como Siemens hicieron progresos en el uso de la IA en los controles de climatización para ajustar el confort de los ocupantes. Si a esto le añadimos un hardware de sensores inteligentes imbuido de IA, tenemos el potencial de influir en los objetivos climáticos, los balances y la salud humana más que cualquier otra categoría de hardware a escala mundial. Se trata de potentes ejemplos que ilustran el profundo impacto que el hardware con IA puede tener no sólo en los nuevos aparatos, sino también en el cambio de las industrias tradicionales.

CES 2024 anunció la llegada de la era del hardware supercargado de IA. Pero mientras seguimos siendo testigos del vertiginoso despliegue de nuevos productos tecnológicos para consumidores y empresas, es importante ver una relevancia más profunda más allá de los artilugios: estas tecnologías fundacionales de IA transformarán inevitablemente algunos de los productos y servicios que los humanos conocen mejor.

*Con información de Forbes US.