En 2011 Facundo "Kala" Calabró era un típico estudiante de La Plata. Dividía su tiempo entre matemática e ingeniería, y se formaba para un futuro laboral que, probablemente, estaría ligado a la tecnología. Pero dentro de él también había una pasión que no podía ignorar: los videojuegos.
Impulsado por un sueño que hace una década parecía imposible, Kala fundó Isurus, el club de eSports más longevo de Latinoamérica. Actualmente la institución cuenta con más de 100 títulos en más de diez juegos distintos, entre los que se incluyen League of Legends y Counter Strike.
Pero ese éxito no bastó. Inmersa en una industria que todavía está en desarrollo, la organización debió transformarse y crear nuevos modelos de negocios para obtener ganancias y crecer. Sigue siendo un equipo de eSports, pero también es una empresa de entretenimiento con una capitalización que ronda los US$ 30 millones. Y quien estuvo detrás de ese proceso fue Juan Cyterszpiler, actual COO de Isurus e hijo de Jorge Cyterszpiler, el primer mánager de Diego Maradona.
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Cómo es el modelo de negocios de Isurus
"Nuestra situación es muy distinta a la del resto", explica Cyterszpiler a Forbes. "Hoy no somos un equipo de eSports, somos una empresa de entretenimiento. Una compañía dentro del sector que pudo encontrar la forma de ser autosustentable sin la necesidad de tener capital privado en una industria que necesita mucho de los sponsors para eso", continúa.
Según Newzoo, la agencia de datos más relevante de la industria gamer, el sector tendrá ganancias a nivel global por más de US$ 1.000 millones en 2022. Pero la mayor parte quedará en Asia, siendo China el mercado más grande en la actualidad.
El reporte señala que Latinoamérica es una de las regiones con más crecimiento, pero con dificultades económicas que influyen en el desarrollo. En ese contexto, Cyterszpiler se sumó a Isurus a principios de 2019 y estableció un plan a largo plazo. "Me senté con Kala y le dije: 'Si seguimos de esta manera, en 10 años nos fundimos por más que seamos los número uno, hay que reinventarnos'", recuerda el COO.
El fundador de la organización coincidió y desde entonces se crearon dos unidades de negocios que funcionan en paralelo al equipo de eSports. La primera es Isurus Studio, una consultora que brinda asesoramiento en comunicación y marketing dentro del sector. El segundo es una agencia de representación de influencers.
"Ambas unidades nos permitieron mantener a flote el equipo de eSports", revela Cyterszpiler. Y agrega: "Fue complejo porque no es sencillo llevar una agencia de comunicación y marketing y armar estrategias con influencers. Son mundos totalmente diferentes a los de un equipo. Pero pudimos buscar otras fuentes de ingreso que nos permitan existir y estar hoy en un break even". Desde Isurus indican a Forbes que entre 2018 y 2021 tuvieron un crecimiento de facturación del 384% en dólares. "Para 2022 se espera incrementar con relación al año pasado al menos en un 30%. El sueldo promedio de jugadores y staff del equipo, entre los que se incluyen los entrenadores y analistas, representa un 25% de la facturación", señalan.
"En términos generales, el sueldo de un jugador puede arrancar en US$ 5.000 y ser de millones en el mercado asiático o norteamericano –estima el COO de Isurus–. El costo de mantener un equipo es muy variable dependiendo de las ligas en las que competís. Pero en el país, y haciendo un promedio, hablamos de US$ 50.000 a US$ 100.000 anuales", suma.
Del fútbol al gaming
Cyterszpiler hizo un Máster en eSports en Europa para especializarse, pero destaca que gran parte de los conocimientos que tiene los adquirió en el mundo del fútbol. "Aprendí mucho al lado de mi papá. Él siempre se reinventaba y es una filosofía que aplico. Hoy el 95% de los equipos del sector no son autosustentables y la mayoría son bancados por capital privado porque es necesario. Nosotros logramos salir de eso y es porque nos reinventarnos", asegura.
Jorge Cyterszpiler fue el primer mánager de Diego Maradona y durante su carrera representó a decenas de futbolistas. "El fútbol siempre será una gran parte de mí –confiesa Juan–. Con mi viejo, antes de morir, íbamos a hacer esto juntos. Todo lo que aprendí al lado de él como hijo fue una gran experiencia. Muy difícil porque era exigente y duro. Pero es lo que me permite avanzar y superar los objetivos que me propongo".
