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Impacto de la IA: entre avanzar más rápido o quitar el pie del acelerador

Miguel Teixeira

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El debate fue planteado por los líderes mundiales reunidos en Davos. ¿Estamos listos para dar los siguientes pasos con herramientas más autónomas, racionales, capaces de tomar decisiones complejas y con potencial para generar beneficios inéditos para las empresas y para la sociedad en general?

29 Enero de 2025 07.05

El último encuentro del World Economic Forum en Davos, Suiza, dejó como conclusión que existen al menos dos posturas entre los principales líderes del mundo sobre qué camino tomar con la IA de cara al futuro: o avanzar más rápido a la hora de impulsar el impacto y multiplicar los beneficios potenciales que esta tecnología está trayendo tanto a nuestro trabajo como a nuestra vida cotidiana o desacelerar para minimizar los potenciales riesgos, incluyendo cuestiones éticas, de uso responsable o de protección de datos.

Este debate se produce en el exacto momento en que China sorprende con DeepSeek: un LLM (modelo de lenguaje grande) que requiere muy poca capacidad de procesamiento y que contrasta con la estrategia de Estados Unidos de impulsar el desarrollo de grandes infraestructuras para dar soporte a la IA. ¿Estamos ante un cambio de paradigma?

A esto se suma que estamos ante las puertas de un nuevo salto evolutivo de la IA generativa: el de los agentes inteligentes (Agentic AI). Cada vez más, las personas dispondremos de asistentes racionales y autónomos, capaces de tomar decisiones y de ayudarnos a hacer las tareas con mayores niveles de rapidez, precisión y productividad. En simultáneo, en el horizonte comienza a asomar la llamada "IA general", es decir, aquella capaz de comportarse imitando la inteligencia humana.

Estamos siendo testigos de los beneficios de la IA en todos sus sabores, en especial en ámbitos corporativos. Pero las oportunidades que ofrece para mejorar la calidad de vida y el futuro de todos los países son aún mucho mayores, en especial en ámbitos como la atención sanitaria o la educación, ya que supone una solución a la escasez de médicos y docentes.  

Otro aspecto clave que podrían resolver estos agentes tiene que ver con los cambios demográficos, especialmente en el contexto de una población envejecida, un fenómeno que se está viendo cada vez en más países y en el que podría comenzar a faltar fuerza laboral.

De nuevo, surge la gran pregunta... ¿Estamos preparados para dejar estos temas tan importantes en manos de agentes de IA?

La importancia de los líderes

En este punto es donde comienza a jugar la importancia de los líderes. Aquellos que sean capaces de entender que es necesario invertir en las personas y desplegar culturas con foco en la innovación, en la curiosidad, en la resiliencia y en la adaptación al cambio serán los que logren obtener resultados más rápido.

Se trata de generar ambientes de confianza, de quitar los miedos y las incertidumbres, de crear las condiciones para que el talento sepa que tiene la libertad de tomar riesgos. Este tipo de organizaciones, que no le temen al error sino que lo consideran parte del proceso de innovación, tomarán la delantera en el futuro inmediato. Porque las tendencias indican que esta ola no va a detenerse, por lo que incluso las organizaciones más cautas, más jerárquicas y más tradicionalistas deberán adaptarse, más temprano que tarde, a esta nueva realidad.

Por otra parte, impulsar un entorno de colaboración "humano a humano", algo que de por sí siempre resultó desafiante, ya no es suficiente. Ahora debe abarcar también la construcción de equipos entre humanos y agentes de IA. 

Todo esto debe lograrse mientras desde la cultura de la empresa se continúan impulsando y poniendo en valor aquellas cualidades que nos hacen únicos, como el juicio, la creatividad o el pensamiento crítico.

La palabra clave es "confianza"

Al final de cuentas, todo se trata de las personas. Un estudio realizado por NTT DATA detectó que el 66% de los líderes empresariales de Latinoamérica admite que sus empleados no cuentan con las habilidades para trabajar con GenAI. A esto, hay que agregar a aquellos que, por una cuestión generacional, no adoptan la costumbre de utilizarla en sus actividades cotidianas.

Se vuelve imprescindible, por lo tanto, desplegar una estrategia de upskilling que abarque tanto los hard skills, es decir, los conocimientos específicos y técnicos sobre esta tecnología, como las llamadas habilidades blandas. 

Hay una realidad muy anterior a la aparición de la IA: las personas nos acercamos a algo cuando le tenemos confianza, pero para ganar esa confianza necesitamos estar más cerca. La misma lógica aplica aquí. Crear incentivos para el uso de la IA generativa, mostrar los beneficios para que todos los miembros de la organización entiendan cómo los está ayudando y cuál es su propósito y motivar a la gente para que pruebe, experimente y sienta las ventajas en su día a día debe ser una de las prioridades de todos los altos directivos de las organizaciones. Y predicar con el ejemplo, una actitud: la adopción debe nacer en lo más alto. Si el CEO está convencido, el cambio cultural es posible.

La palabra clave es, precisamente, "confianza". Es lo que puede transformar los temores y las incertidumbres en oportunidades y crecimiento, lo que impulsará la adopción natural e inteligente por parte de las personas y lo que nos permitirá liberar todo el potencial de esta tecnología para construir un futuro mejor.

 

*Miguel Teixeira, Deputy CEO Iberia, Latam, International Organizations at NTT DATA

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