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La IA y Hollywood
Innovacion

Hollywood bajo amenaza: ¿La IA Generativa será la chispa de innovación que lo cambie todo o el inicio del declive creativo?

C.M. Rubin

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El avance de la inteligencia artificial genera un profundo debate en la industria cinematográfica. Mientras algunos la ven como una herramienta para potenciar nuevas formas de contar historias, otros temen que su impacto pueda socavar la esencia humana que define al séptimo arte.

20 Agosto de 2024 18.00

Con las opiniones de: Nick Bostrom, David Hanson, Sophia, Thomas McGrath, Chris Deering, Bob Shaye, Donald Zuckerman, Jane Rosenthal y Kamal Mistry.

A medida que la tecnología de la inteligencia artificial avanza rápidamente, Hollywood se enfrenta a un desafío fundamental: integrar la IA en el proceso de realización de películas sin eclipsar la creatividad humana, que fue durante mucho tiempo la base de una narración convincente.

Las recientes perturbaciones de la industria, como las huelgas del Sindicato de Actores y del Sindicato de Guionistas de Estados Unidos - que costaron casi 5.000 millones de dólares debido a retrasos y cancelaciones en la producción - resaltaron la profunda preocupación de la industria por el impacto de la IA. 

Teniendo en cuenta que se prevé que el gasto en IA alcance los 886 millones de dólares en la industria cinematográfica mundial en 2024 y que el 70% de las grandes empresas ya incorporan la IA, lo que está en juego es más importante que nunca. La pregunta sigue en el aire: ¿Puede la IA mejorar la industria sin socavar la estabilidad del personal y la profundidad emocional que define el entretenimiento?

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La promesa de la IA en la narración

La IA ofrece oportunidades para revolucionar la narración, mejorando la eficacia de la producción y permitiendo una nueva expresión creativa. En mi video entrevista con David Hanson, el visionario detrás del robot Sophia, señala que aunque “estas tecnologías no pueden sustituir a la inventiva humana, pueden potenciar nuestra creatividad de forma notable”.

Jane Rosenthal, cofundadora y CEO de Tribeca Enterprises, está de acuerdo. “La tecnología por sí sola no crea una buena historia: lo hacen los humanos. Estas herramientas reducen las barreras y permiten que voces más diversas enriquezcan la narración”.

La IA también está aprovechando el talento de los cineastas para aventurarse en nuevos territorios. “Las mejoras impulsadas por la IA están transformando la calidad y la accesibilidad de los contenidos, allanando el camino a nuevos géneros”, señala Kamal Mistry, experto en video volumétrico y medios inmersivos.

¿Puede la IA sobrealimentar el proceso creativo? Tom McGrath, ganador de nueve premios Tony, reconoce que “espera ver cómo se utilizan estas herramientas en un futuro próximo para esbozar y elaborar guiones gráficos de nuevas series de televisión o pasos evolutivos en una franquicia cinematográfica”. Sin embargo, subraya que la verdadera innovación dependerá de cómo los creadores humanos aprovechen estas herramientas para ampliar los límites de la narración.

Bob Shaye, fundador de New Line Cinema, refuerza esta idea al afirmar: “La IA puede darte 10.000 variaciones de un guion, pero solo un humano sabe cómo hacer llorar al público en el momento adecuado”.

El potencial transformador de la IA, a la hora de ampliar las posibilidades creativas y hacer más accesible la creación de contenidos sofisticados, también suscita preocupaciones sobre la dilución del elemento humano que hace que las historias resuenen.

Creatividad humana frente a innovación de la IA

Aunque la IA puede generar contenidos a una escala sin precedentes, carece de la comprensión emocional matizada que solo los humanos pueden aportar a la narración de historias. Chris Deering, ex presidente y CEO de Sony Computer Entertainment, observa que mientras que “la IA puede construir el diálogo de un personaje, crear un flujo de acción y diálogo es una tarea compleja”. Cree que el éxito inicial de la IA se producirá probablemente en contenidos más sencillos y breves, como los anuncios de TikTok o YouTube. “La IA no puede sustituir al talento creativo, pero puede ayudar”.

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Aunque la IA puede generar contenidos a una escala sin precedentes, carece de la comprensión emocional matizada que solo los humanos pueden aportar a la narración de historias.

En el Festival de Tribeca de junio, OpenAI estrenó cinco cortometrajes originales hechos por cineastas independientes que utilizaban el modelo de IA de conversión de texto a video de OpenAI, Sora; era la primera vez que se exhibían en un festival películas creadas con Sora. Rosenthal ofrece un poderoso ejemplo de este programa: “Uno de los cineastas de nuestro programa Sora Shorts, el cineasta iraní-estadounidense Reza Sixo Safai, utilizó la IA para contar una historia sobre mujeres iraníes sin poner en peligro a actores reales. Esto demuestra cómo la IA puede aprovecharse para hacer el bien, utilizando la tecnología para luchar por la justicia en países censurados como Irán”.

A medida que la IA evoluciona hacia generaciones más nuevas y sofisticadas, Nick Bostrom subraya en mi videoentrevista con él que su rol debe equilibrarse con la creatividad humana para preservar la esencia de la narración.

IA, propiedad intelectual y consideraciones éticas

Los contenidos generados por la IA plantean importantes desafíos a la hora de gestionar la propiedad intelectual. “La definición de 'creado por' es difusa en el mejor de los casos, lo que da lugar a ambigüedades legales y dificultades para hacer valer los derechos de propiedad intelectual”, afirma McGrath. Aunque las herramientas de IA pueden evolucionar para generar contenidos más valiosos, “el plagio y la copia son modelos de IA. La creatividad y la invención genuinas aún están lejos”.

Esto subraya la necesidad de reconocer la IA como una herramienta, asegurando que las contribuciones humanas sigan siendo centrales. El Comisario de Cine de Colorado, Donald Zuckerman, hace hincapié en los riesgos legales y financieros de los guiones generados por IA: “Utilizar la IA para escribir un guion plantea riesgos sustanciales. Sin documentación de origen, ¿cómo pueden las aseguradoras garantizar la originalidad? Esto abre la puerta a numerosas demandas por infracción de los derechos de autor”. Estas reflexiones resaltan la urgente necesidad de directrices y salvaguardas claras para proteger los derechos de los creadores humanos y garantizar el uso ético de la IA en la industria creativa.

El impacto económico de la IA en Hollywood

La integración de la IA en Hollywood presenta un arma de doble filo: puede democratizar el cine al reducir los costos de producción y agilizar los procesos, lo que, según Shaye, podría crear más oportunidades para los cineastas independientes. Sin embargo, advierte que este cambio podría producirse a expensas de la calidad, afirmando: “La resonancia emocional de la narración seguirá dependiendo de la interpretación humana”.

Zuckerman suma que Hollywood debe equilibrar la eficiencia impulsada por la IA con la preservación de la integridad artística de la industria. Los cineastas independientes luchan a menudo con presupuestos limitados, especialmente cuando se trata de pagar extras. Zuckerman subraya este punto, señalando: “La IA puede cambiar eso replicando a personas que no tienen que ser pagadas como extras”.

Aunque reconoce el potencial de la IA, McGrath también expresa cautela, señalando que aunque la IA podría ayudar en los primeros borradores y conceptos, “si desarrolla su guion o partitura seleccionando ejemplos históricos, estará modelando sobre todo la mediocridad y el error”.

El futuro de la IA y la narración

Mirando hacia el futuro, es probable que la narración de historias implique la colaboración entre la IA y los creadores humanos, con la IA como una poderosa herramienta más que como un sustituto de la creatividad humana. Mistry prevé un escenario creativo ampliado por la IA generativa, pero insiste en que la visión humana es crucial para mantener el contenido personal y único.

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 Mistry prevé un escenario creativo ampliado por la IA generativa, pero insiste en que la visión humana es crucial para mantener el contenido personal y único.

Sin embargo, Bostrom advierte que “a medida que la IA se convierta en algo más avanzado, podría alcanzar un nivel de complejidad y autonomía que haría necesario considerarla como una especie de ciudadano digital, con derechos y responsabilidades similares a los de los humanos”. Esto introduce profundas cuestiones éticas sobre el rol de la IA en nuestras narrativas culturales. Bostrom también advierte que “no vale la pena preservar todos los aspectos de la cultura humana”, y nos insta a “amplificar las aplicaciones positivas de la IA, al tiempo que reducimos sus posibles desventajas”.

Haciéndose eco de este sentimiento, Mistry señala que “incluso las creaciones más fantásticas necesitan realidad”, y añade que “la IA proporciona la base, pero el toque humano la hace significativa”.

Rosenthal anima a los jóvenes cineastas a “abrazar el cambio, mantener la curiosidad y adoptar una mentalidad pionera” mientras navegan por el rol evolutivo de la IA.

Próximos pasos para la integración de la IA en Hollywood

Para garantizar que la industria del entretenimiento siga innovando al tiempo que preserva los valores artísticos que definen la gran narrativa, todas las partes interesadas deberían dar los siguientes pasos:

  • Directrices éticas: Crear marcos que rijan el uso de la IA, garantizando el respeto por la creatividad humana.
  • Formación: Dotar a los creativos de las habilidades necesarias para colaborar eficazmente con la IA.
  • Colaboración: Fomentar la colaboración entre tecnólogos y creativos para analizar nuevos métodos de narración.
  • Desarrollo de políticas: Trabajar con los responsables políticos en cuestiones jurídicas y económicas como los derechos de autor y el trabajo.
  • Integridad artística: Preservar la profundidad emocional y la originalidad fundamentales para una gran narración.

Si se adhieren a estos principios, la industria mundial del entretenimiento podrá aprovechar plenamente el potencial de la IA y, al mismo tiempo, proteger el toque humano que hace que las historias resuenen. Como bien dice Shaye: “Hemos visto tecnologías que van y vienen, pero la IA es como un becario hiperactivo: es útil, claro, pero no es el que termina decidiendo las cosas que deben realizarse”.

Nota publicada por Forbes US

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