Entre las múltiples consecuencias de la pandemia, una de las más visibles es cómo cambió la forma de trabajar. Para muchos, el home office se convirtió en la única forma de seguir haciéndolo, pero esto trajo consigo otros desafíos asociados al hogar, como problemas de conectividad, falta de espacios adecuados y la coordinación de las rutinas familiares, entre otros.
En este contexto, tres emprendedores lanzaron benomad, un startup que busca conectar a profesionales independientes, freelancers, estudiantes y empresas con espacios acondicionados para trabajar en, por ejemplo, hoteles, bares y restaurantes. Pablo Di Filippo es el CEO de la compañía, y el trío lo completan Pablo Alemán, como COO, y Alan Packer, como advisor. Di Filippo y Alemán se conocieron hace varios años en Telecom y confluyeron en WOP, una agencia de marketing digital con presencia en la Argentina y España, y ahí conocieron a Packer, fundador de Pronto Wash y Hausler, que era cliente.
Los tres pilares diferenciales de la propuesta son, por un lado, los lugares, que buscamos que confortables, tranquilos y en puntos estratégicos, adaptables a las necesidades de trabajo remoto o la posibilidad de tener reuniones. Segundo, la conectividad, que proveemos nosotros como parte del diferencial. Y, tercero, el beneficio económico por membresías accesibles y descuentos en los consumos y amenities, explica Di Filippo. El modelo de negocios es a través de una membresía, que tiene opciones como, por ejemplo, una versión Corporate (B2B, con foco en empresas), Flat (sin límite de uso, a $ 980) y una flexible por hora o día.
Entre los lugares, benomad ya firmó acuerdos con espacios en CABA, GBA, La Plata y la Costa Atlántica, con cadenas como Sheraton, Selina Palermo, Patios de San Telmo y Days Inn La Plata, entre otros. A los dueños de los bares y restaurantes no se les cobra por formar parte de la comunidad y tienen el beneficio de monetizar espacios que quedan ociosos en determinados momentos del día, explica el CEO, quien añade que ya tienen 22 lugares y prevén finalizar febrero con entre 40 y 50.
El emprendimiento contó con un fondeo de US$ 150.000 que proviene de inversores con un perfil dinámico, según Di Filippo, entre quienes hay empresarios de rubros como la hotelería y la tecnología. Para este año, prevé cerrar con entre 5.000 y 6.000 membresías desplegadas en no menos de 100 lugares de Buenos Aires y el interior -ya tienen propuestas para llegar, por ejemplo, a Rosario. Después de estar sólidos en la Argentina, vamos a ir a Uruguay y Chile como primer paso regional. Creamos este proyecto no pensando en un negocio que más o menos funcione, sino para revolucionar la forma de trabajo, concluye el emprendedor, quien prevé que dentro de un año o año y medio buscarán otra ronda de financiamiento.