En la actualidad, Apple no solo es la compañía más grande del mundo gracias a una capitalización bursátil de US$ 2,37 billones, sino que también es la creadora del smartphone más famoso y vendido de la actualidad, el iPhone. No obstante, todo esto solo fue posible por un pequeño dispositivo electrónico ilegal desarrollado por Steve Jobs y Steve Wozniak, los padres de la tecnológica.
En el libro Explotando el teléfono, escrito por Phil Lapsley, se relata la historia de la caja azul, un equipo que marcó un antes y un después, ya que el propio Jobs expresó estar 100% seguro de que, de no haberlo fabricado, no habría existido Apple.
Concretamente, se trató de un dispositivo de pirateo digital utilizado para engañar al sistema telefónico debido a que permitía realizar llamadas gratuitas a todas partes del mundo, entre otras prácticas ilegales posibles gracias a que facilitaba el ingreso en modo operador.
Estábamos tan fascinados por él que Woz y yo descubrimos cómo construir una. Construimos la mejor del mundo, la primera caja azul digital del mundo. Las regalábamos a nuestros amigos y las usábamos nosotros: rápidamente te quedas sin gente a la que quieras llamar, contó Jobs en una entrevista realizada en 1995.
Experiencias como esa nos enseñaron el poder de las ideas. El poder de comprender que si puedes construir esta caja, puedes controlar cientos de miles de millones de dólares en todo el mundo: es algo poderoso, agregó.
Según Wozniak, fue Jobs quien vio la oportunidad comercial y recomendó vender las cajas azules por alrededor de US$ 170. Tras tomar la decisión, fueron recorriendo todas las habitaciones de la Universidad de California hasta vender entre 40 y 100 unidades, de acuerdo a las estimaciones.
Tal como detalló el ingeniero, antes de eso casi fueron detenidos por la policía al ser descubiertos con una caja azul en la mano. Afortunadamente, inventaron que era un sintetizador de música electrónica y lograron evadir las consecuencias. Cuatro años después, nació Apple.
En el presente, quedan muy pocas cajas azules disponibles porque se confiscaron o destruyeron, pero las que hay se venden por decenas de miles de dólares gracias a su valor histórico.
Estas cajas azules representan la primera colaboración comercial entre los dos gigantes informáticos de Apple, y las placas de circuito, las primeras placas impresas de Woz. Muy pocos de los originales de Wozniak han sobrevivido y aún menos de estas primeras placas de iteración, sostiene la casa de subastas Bonhams.