Es profesor del MIT, tiene 8 startups climáticas y US$ 2.500 millones en financiación
Yet-Ming Chiang lidera innovaciones en energía y sostenibilidad. Sus startups buscan descarbonizar industrias claves como baterías, cemento y minería.

El profesor del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), Yet-Ming Chiang, es aficionado a la pesca. Fue precisamente mientras pescaba, a principios de los años 90, cuando empezó a notar que las aguas de Nueva Inglaterra se estaban calentando. "Solíamos pescar langostas en Cape Cod", comentó Chiang en una llamada desde su oficina, donde colgaba una impresión japonesa de un pez que él mismo atrapó. "Ahora pescamos mahi-mahi. Es una locura", agregó.

Esa primera mirada al impacto real del cambio climático, con peces tropicales y subtropicales apareciendo en aguas donde no pertenecen, fue un momento clave para Chiang, quien utilizó su laboratorio de investigación para cofundar 10 startups. Ocho de ellas están enfocadas en la energía y la sostenibilidad, incluyendo Form Energy, que recaudó casi mil millones de dólares para sus productos de baterías de hierro-aire, y Sublime Systems, que en abril recibió 87 millones de dólares del Departamento de Energía para construir una planta comercial que producirá cemento con bajas emisiones de carbono.

A medida que la crisis climática se volvió más urgente, la investigación de Chiang y su capacidad para convertirla en aplicaciones del mundo real ofrecen esperanza y le aseguraron un lugar en la lista inaugural de Líderes en Sostenibilidad de Forbes. Posee unas 110 patentes y escribió más de 300 artículos científicos en campos como la tecnología de baterías y la producción electroquímica de materiales industriales. Pero quizás lo más importante es que usó esa investigación para lanzar empresas que buscan reemplazar las tecnologías basadas en carbono con alternativas verdes y de bajo carbono que sean escalables comercialmente. 

Hasta la fecha, sus startups recaudaron más de 2.500 millones de dólares para construir baterías, descarbonizar el cemento y encontrar formas más ecológicas de extraer los minerales críticos que son clave para la electrificación. Si bien Chiang no es CEO de ninguna de estas startups, suele mantener un rol, como el de director científico en Form Energy y Sublime Systems.

"La gente se preocupa por si se puede hacer algo para 2050, y qué pasa si no lo logramos. No perdamos tiempo preocupándonos por eso. Hay mucho por hacer. Soy optimista", dijo el profesor. Además, precisó: "No es como si llegáramos a 2050 y dijéramos: ´No lo hicimos a tiempo, rindámonos´".

El cambio climático fue clave para Chiang, quien utilizó su laboratorio de investigación para cofundar 10 startups.

Chiang, de 66 años, emigró de Taiwán con su familia cuando tenía seis años, después de que su padre obtuvo un título en ingeniería en la Universidad Estatal de Oklahoma. Creció en Nueva Jersey y Connecticut, donde durante un tiempo sus padres administraron una tienda que vendía alimentos asiáticos, incluidos rollitos de huevo caseros. Ingresó al MIT como estudiante de primer año universitario y nunca se fue, obteniendo un doctorado en cerámicas en 1985 y uniéndose a la facultad. Para 1990, con 32 años, ya tenía estabilidad académica.

Aunque el profesor siempre trabajó en investigaciones relacionadas con la energía, él mismo señala que era un adolescente durante la crisis energética de los años 70, y no fue hasta mediados de la década del 2000 que hizo del cambio climático y la sostenibilidad su foco principal. Hoy, eso es todo lo que hace. "Cuando los estudiantes vienen y dicen que les gustaría investigar conmigo, les digo que todo lo que hago es sobre el clima", afirmó. Su grupo de investigación normalmente tiene 25 miembros, incluidos estudiantes de posgrado y posdoctorados.

Lanzó su primera startup, American Superconductor, que fabrica cables superconductores de alta temperatura para aplicaciones energéticas, en 1987. Conocido como una estrella en el campo de la investigación de baterías, desde entonces cofundó cuatro empresas de baterías, incluyendo Form Energy, que se lanzó en 2017. Más recientemente, inició empresas en áreas que incluyen cemento y motores para aviones eléctricos. En total, dijo que trabajó en cinco áreas tecnológicas diferentes con el potencial de descarbonizar múltiples gigatoneladas de gases de efecto invernadero por año.

"Yet es uno de los inventores académicos más prolíficos del MIT y fue una fuerza en los materiales energéticos durante varias décadas", dijo Carmichael Roberts, cofundador de la firma de capital de riesgo Material Impact, con sede en Boston, que invierte en innovaciones en ciencia de materiales. "Es uno de los mejores del mundo en su oficio", remarcó. 

La crisis climática se volvió más urgente

Su primera empresa de baterías, A123 Systems, se remonta a 2001. Ric Fulop, quien en ese entonces era un joven de 26 años que había abandonado la universidad, tocó a su puerta. Este, que ahora es CEO de Desktop Metal, una empresa de impresión 3D que también tiene a Chiang como cofundador, había leído los artículos del profesor del MIT sobre una nueva tecnología para baterías de iones de litio de carga rápida y vio el potencial de comercializar la innovación.

A123 Systems recaudó una gran cantidad de dinero, incluidos 250 millones de dólares en subvenciones federales, y cuando salió a la bolsa en 2009, en una oferta pública inicial (OPI) de 380 millones de dólares, las acciones subieron un 50% el primer día de cotización, cerrando por encima de los 20 dólares por acción. Pero las expectativas se desvanecieron rápidamente para la empresa, que operaba con pérdidas. Había demasiada oferta, incluidas baterías más baratas de Asia, y no suficiente demanda, ya que las ventas de autos eléctricos avanzaban más lentamente de lo esperado. 

En octubre de 2012, con acciones que se cotizaban a solo 25 centavos por acción, A123 se declaró en bancarrota bajo el Capítulo 11. Surgió de la misma nada al año siguiente, pero bajo propiedad china. A pesar de eso, Chiang lo considera un éxito porque la tecnología desarrollada allí aún está en uso y los exalumnos de la empresa se extendieron a otras startups energéticas, incluidas ONE y Vertiv.

Chiang ingresó al MIT como estudiante de primer año universitario y nunca se fue, obteniendo un doctorado en cerámicas en 1985 y uniéndose a la facultad.

"Yet-Ming ha creado uno de los portafolios más prolíficos de nuestro tiempo", dijo Dayna Grayson, cofundadora de Construct Capital, quien lo conoce desde hace años. "Tiene un gran apetito por lo impactantes que pueden ser las cosas", dijo. 

Con Sublime Systems, fundada en 2020, el profesor pasó de las baterías al cemento. Aproximadamente un tercio de todas las emisiones de gases de efecto invernadero provienen de la industria, con el cemento y el acero como dos de los mayores culpables, representando aproximadamente el 8% cada uno.

"La electricidad va a ser la forma más barata de energía, por lo que deberíamos tratar de electrificar todos los procesos que utilizan combustibles fósiles".

Yet-Ming Chiang, MIT

Leah Ellis, cofundadora y CEO de Sublime, llegó al MIT como investigadora posdoctoral para trabajar con él. Aunque su investigación en ese momento era completamente sobre baterías, después del lanzamiento de Form Energy, Chiang le pidió que considerara investigar cómo descarbonizar el cemento debido a su potencial impacto y al interés de inversores y funcionarios gubernamentales. "El modo de inventar de Yet es que comienza con un problema y trabaja hacia atrás para encontrar una solución", explicó Ellis. Además, agregó: "Puede pasar de baterías a cemento a fusión fría".

Sublime Systems instaló una planta piloto y está construyendo una instalación comercial en Holyoke, Massachusetts. Su proceso electroquímico reemplaza los hornos de alta temperatura tradicionalmente utilizados para fabricar cemento, que son grandes emisores de CO2. "La electricidad va a ser la forma más barata de energía, por lo que deberíamos tratar de electrificar todos los procesos que utilizan combustibles fósiles", afirmó Chiang.

El profesor lanzó recientemente tres nuevas empresas centradas en el clima. Cofundó Propel Aero, que está desarrollando un motor para satisfacer las demandas de los aviones eléctricos y que también podría utilizarse para electrificar el transporte marítimo y ferroviario. Esta startup recientemente recibió 1,1 millones de dólares del programa federal de investigación ARPA-E. 

También está trabajando en una empresa emergente que se dedica a la extracción de litio de roca dura y en otra en el campo del hidrógeno geológico, que podría ser una fuente vasta de energía libre de carbono. "El hidrógeno geológico va a pasar por un gran ciclo de exageración, pero de alguna manera lo merece porque existe la posibilidad tentadora de que sea una nueva fuente primaria de energía", comentó Chiang.

Últimamente, estuvo pensando mucho en los minerales críticos: las minas de donde se extraen y las fundiciones que calientan el mineral a alta temperatura para extraer los metales. Estas prácticas no son precisamente amigables con el medio ambiente. "Esas fundiciones crearon todo el campo de la lluvia ácida", dijo riendo. "¿Qué podrías hacer que no requiera una fundición? Tuve una idea que ahora voy a pedirle a uno de mis nuevos estudiantes de posgrado que explore".

La descarbonización todavía está en sus inicios, especialmente en áreas como la industria y la minería, y el impacto de desarrollar nuevas tecnologías podría ser enorme. "La descarbonización significa que te dan la licencia para reinventar tecnologías e industrias que han existido durante 100, y en algunos casos 200 años. ¿Con qué frecuencia se tiene esa oportunidad?", reflexionó Chiang. "Es un gran momento para estar del lado de las soluciones", concluyó.

*Con información de Forbes US.