Para el director de Investigación del centro World Resources Institute Darío Hidalgo, la movilidad sostenible es lo más fundamental en una ciudad inteligente. Derivado de esta importancia del transporte y la movilidad, considera que existen cuatro ventajas fundamentales para los habitantes de cualquier smart city.
Ayudan a los planificadores a comprender mejor las necesidades de movilidad. Es decir, la posibilidad que tienen los ciudadanos de estas ciudades de proporcionar información acerca de los servicios permite a las autoridades planificar el transporte de una forma más adecuada a sus necesidades.
Generan capacidad para que las comunidades participen de forma efectiva en el proceso de planificación. Esto concuerda con el punto anterior de manera que, si los planificadores informan de lo que tienen en proyecto, la ciudadanía puede responder y participar en la toma de decisiones sobre políticas públicas.
Mejoran la experiencia del viaje en transporte público. La tecnología móvil ha favorecido que los usuarios puedan recibir de forma instantánea en sus teléfonos móviles información útil como horarios de salida de ciertas paradas o cortes de tráfico.
Integran la tecnología a objetivos de desarrollo sostenible más amplios. La utilización de las nuevas tecnologías en el transporte sirve tanto para mejorarlo como para conseguir beneficios de sostenibilidad para la ciudad. Un transporte mejor atrae usuarios que pueden dejar de usar su vehículo particular y esto ayuda a reducir circulación y, por tanto, a contaminar menos.
*Nota publicada en Forbes España