En un spotlight de Forbes Best Employers Week, Patricio Marzialetti, Head of Talent & Culture de Prisma Medios de Pago, explicó el sistema de fábricas que adoptó la compañía para readecuarse constantemente a las necesidades del mercado y, "les permite a los empleados trabajar en una startup dentro de Prisma".
Hace poco más de un año que la Prisma Medios de Pago trabaja bajo la metodología agile, con más de 1000 personas distribuidas en 3 "fábricas". El sistema encabezado por Patricio Marzialetti implica que en cada una hay equipos multidisciplinarios: personal de IT, de Producto, Marketing u Operaciones, todos trabajando en un desafío específico que se descompone en iniciativas a corto plazo y que implica también el testeo de sus funcionalidades en el mercado.
El Head of Talent & Culture de de la compañía habló en Forbes Best Employers para compartir la experiencia y explicó que la particularidad es el lugar preponderante que ocupa el cliente en cada uno de estos proyectos, donde se lo integra para conocer en tiempo real sus respuestas y necesidades.
Marzialetti señaló que hoy Prisma está marcado por su dinamismo: los trabajadores son asignados a diferentes proyectos y van conociendo varios clientes. En ese sentido, marcó la diferencia con un esquema de compañía que tenía a sus áreas muy divididas: producto y desarrollo. Sentar a todos en la misma mesa, con los mismos objetivos e incentivos, fue un alivio. El cambio de mindset es el principal desafío", reconoció. En esta adaptación de liquidez, agregó, Prisma tomó un modelo parecido al de las startups, que aún dentro de la misma compañía compiten entre sí, "pitchean" sus proyectos y tienen asignados objetivos y presupuesto.
Profundizando el concepto, afirmó que la agilidad no va de la mano con los procesos tradicionales de talento, y por eso es que en Prisma crearon un TAG (Talent Agile Garage) para redefinirlos: "La idea es tener una compañía cada vez más líquida"
A partir de estos cambios verticales que se dieron en la metodología de trabajo, hoy, por ejemplo, cada proyecto tiene que exponer sus avances cada 15 días e ir corrigiendo sobre la marcha; al mismo tiempo que el feedback pasó a ser semanal.
Estas rutinas de feedback entre las fábricas se dan de manera constructiva. Por último, remarcó la importancia de que sean entendidas como caminos para crecer y perfeccionarse. "Esta es la única manera de que una compañía pueda sobrevivir en este entorno. Estamos muy entusiasmados en Prisma con este esquema".