La tradición de reunirse a contar historias nació hace miles de años. Ya sea alrededor de una fogata, en plazas, teatros u hogares, las personas siempre han encontrado lugares para juntarse a narrar aventuras de acción, suspenso, terror y ciencia ficción.
En los últimos años, la tecnología permitió que estos espacios se digitalizaran y las historias viajaran por todo el mundo en cuestión de segundos. Los podcasts de ficción o audioseries son el ejemplo más claro y por ese motivo empresas de streaming como Spotify decidieron realizar grandes inversiones en este formato.
Los datos de la compañía arrojan que hasta el momento se destinaron más de mil millones de dólares para este segmento. Eso generó un aumento considerable en la generación de contenido y actualmente la plataforma cuenta con más de 4 millones de podcasts, según la información revelada en el último balance.
Dentro de todo este universo, América Latina se posicionó como una región productora de historias de calidad e interés global. El reflejo más fiel es Caso 63, el podcast de ficción más escuchado en latinoamérica y que esta semana estrenó su tercera y última temporada. “Estamos muy orgullosos y felices de concluir una trilogía. Y que sea una conclusión porque a veces es bueno tener un producto que tiene un ciclo de tiempo”, cuenta Julio Rojas, creador del podcast, a Forbes Argentina. Y agrega: “En este caso, eso se definió desde el principio. Queremos que esta nueva temporada resuelva las dudas que fueron quedando y cierre este viaje”.
La historia de Caso 63
Caso 63 es una audioserie de ciencia ficción lanzada en noviembre del 2020. Originada en Chile, su creador es Julio Rojas y sus protagonistas, los actores Néstor Cantillana y Antonia Zegers. En total son tres temporadas de 10 episodios cada una y con episodios que duran entre 15 y 25 minutos.
“Comenzó como un proyecto muy doméstico para un público que le gustan las películas de viajes en el tiempo. Pero de alguna manera eso se fusionó con el tema de la pandemia y el no saber qué iba a ocurrir en el futuro. Eso generó una sensación extraña de un producto más masivo de lo que esperábamos”, explica Rojas.
El éxito de la historia fue tan grande que en poco tiempo empezó a tener repercusión internacional. Tanto, que en junio se anunció una versión en inglés en Estados Unidos protagonizada por Julianne Moore y Oscar Isaac. “Es un producto latinoamericano que empezó a migrar y nos dio la sensación que una historia podía ser contada en otras regiones con la misma intensidad. Eso fue la prueba de que estamos viviendo un momento en el cual todos estamos cruzados por los mismos miedos”, reflexiona el creador de Caso 63.
El negocio de los podcasts
La apuesta de Spotify por el formato podcast es grande. La empresa asegura que espera alcanzar los US$ 100 mil millones en ingresos para los próximos diez años. Por el momento, ese objetivo es lejano porque en 2021 los ingresos de este segmento fueron de US$ 215 millones. De todas formas, un estudio de Statista proyecta que los ingresos por publicidad de podcasts de la plataforma alcanzarán un estimado de 414 millones de dólares en 2024, lo que demostraría una suba exponencial en el futuro cercano.
“Los ingresos por podcasts crecieron en el rango fuerte de dos dígitos durante el período del año anterior”, comentó la compañía a mediados de año. “Lanzamos 100 nuevos podcasts originales y exclusivos a nivel mundial en el segundo trimestre, con Batman Unburied alcanzando el número 1 en varios mercados clave. Además, los podcasts de video ahora están disponibles para los creadores a través de Anchor en 11 mercados”, continuaron.
Ese panorama es altamente favorable para los creadores de contenido. “El audio tiene una ventaja en ese sentido. Al igual que el libro, es el primer eslabón para una cadena de propiedad intelectual que puede saltar a otras plataformas como el cine o las series”, indica Rojas. Y suma: “Es un camino de transmedia virtual virtuoso que genera mucha cantidad de trabajo alternativo. Estamos hablando de un complemento gigante en la industria del entretenimiento que genera múltiples fuentes de trabajo”.
- ¿Por qué crees que hay tanto interés por los podcasts y audioseries?
- Es un formato nuevo pero que tiene sus antecedentes ancestrales. Desde el neolítico cuando alguien se juntaba alrededor de una fogata y generaba la atención de la gente con una historia. Eso es hermoso porque uno piensa que no es audiovisual pero sí lo es porque no se encuentra en la pantalla pero sí en tu cabeza. Eso permite erradicar estereotipos, que puedas contar tu propia historia y viene a competir con la hegemonía de las pantallas en un mundo que está sobrepoblado por ellas. Así que creo que es un formato que nos va a acompañar por mucho tiempo.
- América Latina está produciendo muchas historias con este formato. ¿Qué análisis haces de este fenómeno?
- Sí, de hecho yo soy fanático de Número Oculto (NdR: Podcast de ficción argentino dirigido por Peter Lanzani y protagonizado por Candela Vetrano).. Es un proyecto que tiene que ver con el género de Caso 63 y con la posibilidad de exportar desde Latinoamérica contenido que es global. Da una sensación muy saludable para creadores, guionistas y actores de poder incursionar en un tipo de contenido que es explosivo. La cantidad de plataformas y creadores que lo están requiriendo es mucha porque comprendieron que es lo que viene. Lo que me encanta es que esta revolución está surgiendo en Latinoamérica.
- Mencionabas que una ventaja de empezar con este formato es poder saltar a otros. ¿Es algo que podemos esperar para Caso 63?
- El sueño de todo creador es que tu producto llegue a la máxima cantidad de formatos y plataformas y creo que Caso 63 va en esa dirección. Por suerte hemos tenido un gran interés del mundo, como de las grandes plataformas, por lo que creo que pueden haber buenas noticias al respecto.
- Muchas de las historias que se están creando tienen que ver con la ciencia ficción y los viajes en el tiempo. ¿Crees que desde la ficción se podrían abordar aspectos de la tecnología actual que hasta hace pocos años creíamos imposibles?
- El viaje en el tiempo es un subgénero pero hay otros maravillosos que tocan nuestra relación con la inteligencia artificial y la tecnología. Lo mismo con otros géneros como el terror, el suspenso y el mundo histórico. Este formato abre todas las posibilidades y sin tener restricciones de producción, lo cual es una maravilla para los creadores.