Dos tercios del suministro global de cobalto provienen de la República Democrática del Congo, país en el que Glencore tiene la mina más grande, de la cual Tesla quiere obtener cobalto para fabricar baterías de iones de litio en las “gigafábricas” de Berlín y Shanghái. Es posible que el mega acuerdo entre Glencore y Tesla desestabilice la oferta sostenible de cobalto de África.
En 2018, Elon Musk había declarado a CultureBanx que “usamos menos de 3% de cobalto en nuestras baterías y no lo usaremos en la próxima [generación]”. Hoy, esa afirmación suena bastante engañosa dada la cantidad de cobalto que necesitan las celdas de esas baterías y el gran aumento en la producción. Según el Servicio Geológico de Estados Unidos, la RDC representó cerca del 64% del cobalto extraído en minas el año pasado. Se anticipa que Tesla seguirá necesitando grandes volúmenes de cobalto de la RDC y el nuevo acuerdo con Glencore ayudará a la empresa con eso, porque en el marco de la sociedad de largo plazo la minera puede suministrarle hasta 6.000 toneladas por año.
Por su parte, la alianza más estrecha con Musk puede ayudar al grupo minero suizo a recuperarse. Glencore buscaba que el cobalto fuera parte de su ventaja estratégica gracias a la transición mundial a los vehículos eléctricos, pero el mineral resultó ser más bien una carga. Los precios cayeron de más de US$ 60.000 por tonelada a fines de 2018 a cerca de US$ 25.000 en 2019. Además, Darton Commodities proyecta que el uso de cobalto en baterías pasará de 50.000 toneladas en 2016 a más de 320.000 toneladas para 2030.
Tesla está tomando precauciones para que el cobalto no se transforme en el talón de Aquiles de sus ambiciones de expandirse por Asia, porque ya usa cobalto de Glencore en su gigafábrica de Shanghái. Sin embargo, el Gobierno congoleño ya subió 50% el impuesto a las exportaciones de cobalto y evalúa clasificarlo como recurso estratégico, lo que elevaría las regalías del cobalto de 2% a 10% y se lo encarecería a Tesla. Según un informe de Morgan Stanley, podría haber hasta 1.000 millones de vehículos eléctricos en circulación para 2050.
La mayoría de las automotrices y empresas de tecnología que usan cobalto tomaron medidas para evitar obtenerlo de minas que emplean mano de obra infantil, pero eso es difícil de cumplir, ya que el producto pasa por varios intermediarios hasta llegar a la celda de una batería. Tesla trató de defender sus prácticas de obtención de cobalto en un informe publicado en su sitio, pero no logró calmar la inquietud por la inestabilidad política y los problemas de obtención ética de materias primas en África. Además, en diciembre, Tesla, Google, Apple y otras empresas fueron demandadas por una agrupación de defensa de los derechos humanos por la minería artesanal de cobalto en la RDC.
Autora: Kori Hale