¿Qué pasa con un paquete desde que una persona hace click en “Comprar” hasta que finalmente llega a la puerta de su casa o una sucursal de correo? El camino del paquete implica un detrás de escena de logística que puede significar que más de 14 personas lo “toquen”. Uno de los principales players detrás de este “backstage” es Grupo Logístico Andreani, fundado hace 79 años y conformado por Andreani Logística, Correo Andreani, Andreani Desarrollos Inmobiliarios, Wit Wot (el spin off tecnológico de la compañía), Andreani Logística Ltda. (con base en Brasil) y la Fundación Umberto Andreani (Argentina).

Sus números dicen que cuenta con 5.952 colaboradores, 3.982 transportistas, 750.997 m2 de superficie operativa, 4.000 vehículos, 4 centrales de transferencia de cargas y operaciones logísticas en AMBA, 5 plantas de operaciones logísticas para productos farmacéuticos, un centro de operaciones para vía aérea Aeroparque Jorge Newbery, 177 cross-docking y sucursales de cercanía y más de 1.900 puntos de terceros a través de la red HOP. Además, en Brasil cuenta con 3 plantas de operaciones logísticas.

Para llevar adelante esta operación, el área de tecnología se convirtió en una de las columnas vertebrales de la organización. Forbes Argentina visitó su Central Inteligente de Transferencia (CIT) ubicada en el Parque Industrial Norlog, en Benavídez, desde donde se reciben, clasifican y distribuyen muchos de los paquetes que llegan a toda la Argentina.

“Es como un mazo de cartas: recogemos las cartas (paquetes) de todos los clientes y tenemos que volver a repartir. Esta es una planta de procesamiento. Llegan los pedidos y tienen que salir hacia nuevas plantas nuestras a deconstruir la mamushka. De acá salen a otras 40/50 plantas de procesamiento y se vuelven a “romper”. Por ejemplo, si van a Rosario, generalmente estamos ubicados a las afueras de la ciudad en la autopista principal. Rompen ahí y salen a las cuatro sucursales de cercanía. Y de ahí salen a 50 transportistas por sucursal, a los puntos de entrega”, resume Alejandro Rinaldi, director de IT de Andreani. Todo esto en, probablemente, menos de 24 horas. “Tiene que volar. Esta planta tiene que procesar la mercadería en no más de 4/5 horas”, agrega.

La CIT está automatizada y con tecnología detrás que hace que estos procesos se realicen de la manera más fluida (y eficiente) posible. Para ello, el equipo de Tecnología es una pieza clave: lo componen más de 430 personas, de las cuales 260 son desarrolladores ya que, por decisión estratégica, los sistemas core son de desarrollo propio. Incluso, por ejemplo, sus mapas (para los que contrataron cartógrafos). Esta forma de trabajar no solo eficientiza la operación propia, sino que se transforma en otra unidad de negocio (algunas de las APIs realizamos se publican y se venden). Andreani invierte US$ 22 millones al año en tecnología.

Después de la etapa de tecnificación, llegó el momento de la inteligencia artificial. “La CIT está llena de cámaras, que se colocan por seguridad. Hace unos años empezamos a construir un modelo de datos de IA de machine learning que captura en vivo las cámaras y, a través de reglas de negocio con las que entrenamos al modelo, nos alerta. Por ejemplo, si un pallet está en la senda peatonal, que están atracando un camión, que hay una puerta levantada y no hay camión del otro lado. Hay cuestiones de seguridad, de eficiencia. Nos ayuda a leer una etiqueta. Esto, así, no existe en otros lugares del mundo. Vemos en la tecnología la capacidad que vamos a tener de pasar al frente en cuestiones de valor agregado porque tenemos problemas más complejos que resolver que el mundo”, dice Rinaldi. Así, en su equipo de Data Analysis, hay ocho personas especializadas en IA por imágenes.

“Todo el mundo está emocionado con la IA, pero tiene que ser aplicada al negocio. Nosotros tenemos un modelo de gestión de la demanda. Gestionamos casi 30.000 horas de desarrollo por mes en 6.000 proyectos abiertos. ¿Cómo administramos eso? Rompimos el molde con agilidad y para nosotros la agilidad es el supervisor de la operación sentado con nosotros resolviendo los problemas de la operación”, cuenta Rinaldi.

Esta operativa, por supuesto, genera una enorme cantidad de información. “La data tiene un efecto inmediato que es la ejecución de una decisión distinta y después tiene un efecto en el tiempo que es el aprendizaje de eso. Acá hay muchísimas tecnologías. Hay Internet of Things (IoT), IA, computer vision, data analysis. Y muchísimas cosas se pueden manejar desde los celulares o desde las herramientas de las computadoras”, explica Rinaldi.

“Con la data hay que hacer algo. Ya pasamos del estadío de guardarla al de publicarla para tomar una decisión. Estamos haciendo que los sistemas decidan. Se puede lograr gracias al avance de estas herramientas. Hace dos años no pensábamos que la misma cámara que habíamos comprado para seguridad la podíamos entrenar para que un modelo tome decisiones- Tenemos una vocación por estar a la vanguardia de las nuevas tecnologías y después hay un compromiso por usarlas y que generen efectos reales”, dice Rinaldi. Esto implica, como todo en tecnología, también hacer pruebas que quizá no funcionan o no prosperan en proyectos concretos. “Nos preocupa que la logística sea eficiente en su conjunto en Argentina, no solo que sea eficiente en Andreani”, añade.

“Al sistema lo entrenamos para que priorice al destinatario y tome la decisión más eficiente”, dice Rinaldi. Es que con 5 millones de envíos realizados por mes, es la única manera de lograr la mayor eficiencia posible. Sobre todo, para adaptarse a los requerimientos de los diferentes clientes. Un banco que entrega una tarjeta de crédito no pide lo mismo en la entrega que una telefónica o una empresa de electrodomésticos (por ejemplo, que muestre el DNI, que dé los últimos cuatro dígitos, que muestre la tarjeta de crédito, que solo reciba el titular y así). “¿Cómo hacés para que una persona que sale con 70, 80 o 100 envíos sepa eso? En 2013 hicimos la primera aplicación por teléfono, cuando nos juntamos con gente que trabajaba en la industria de los videojuegos, que nos adelantaron que los teléfonos iban a estar en todas las manos. La app le dice al transportista todo lo que tiene que hacer”, cuenta el ejecutivo.

A las 26 sucursales que inauguró en 2023, la compañía sumó un nuevo punto de atención en Nordelta, que incorpora tecnología de soporte, y procesos autogestivos. Por ejemplo, la persona desde el estacionamiento puede escanear un QR, que activa un modelo de datos que le avisa a la gente de adentro, que va buscando el paquete mientras el cliente estaciona, para eficientizar los tiempos.