El 60% de las empresas de la industria del conocimiento podrían no acogerse al nuevo régimen
Lorena Guarino Forbes Staff
Lorena Guarino Forbes Staff
La AFIP hizo un avance en la reglamentación de la Ley de Economía del Conocimiento, originalmente sancionada y reglamentada en 2019, pero luego suspendida en febrero de 2020 antes del inicio de su vigencia. La habilitación del proceso de inscripción por parte del organismo era uno de los pendientes que ponía en pausa el acceso a beneficios devengados desde enero de 2020 a más de 400 empresas.
Pese al buen recibimiento del sector, la nueva reglamentación aún deja algunas falencias que desde la industria podría limitar el desarrollo de una gran parte de empresas, más precisamente las exportadoras de servicios.
Para Luis Galeazzi, Director Ejecutivo de Argencon, "éste es el inicio de un proceso para impulsar a todas las industrias del conocimiento". Aunque destacó que es necesaria la recuperación de los beneficios que las empresas interesadas puedan acceder al TAD -sistema de Trámite a Distancia- para presentar su solicitud. De tal forma, las empresas que demuestren el “normal cumplimiento de sus obligaciones fiscales y previsionales” quedarán en condiciones de efectivizar los beneficios devengados, a su valor nominal.
Sin embargo, en el nuevo régimen el beneficio que se otorga a las empresas que operan en el mercado local es sustancialmente mayor que el de las exportadoras, ya que el bono de crédito fiscal que se establece solo puede aplicarse a la cancelación de impuestos de la propia empresa, siendo estéril para muchas exportadoras que no acumulan una posición de IVA suficiente sobre la cual hacer efectiva la totalidad del beneficio.
Este es un punto clave y que genera un extenso reclamo entre las empresas del sector, que indican que de no modificarse esta sustancial diferencia cerca de un 60% de las empresas no se acogerán al nuevo régimen, es decir cerca de 240 compañías exportadoras de servicios profesionales.
Para ello, desde Argencon promueven diferentes acercamientos con el Gobierno para poder sanear este punto que no solo afecta a las empresas del sector, sino que recae directamente en la balanza exportadora. Cabe destacar que el sector representa el 8% de exportaciones nacionales, el 7% en empleo privado y en tasa de crecimiento es el sector que más crece, aún en las épocas más hostiles.
Además, existe la amenaza de que ese crecimiento se radique en los países que ya focalizaron su estrategia de atracción de industrias de conocimiento ofreciendo condiciones ventajosas en el orden fiscal, previsional, normativo y macroeconómico. La Economía del Conocimiento es la “gallina de los huevos de oro” que dinamiza el crecimiento mundial.
Es difícil precisar cuántas empresas se acogerán al régimen de promoción y cuándo, por el momento es difícil hacer estimaciones precisas debido a que las empresas están en pleno análisis del balance entre los costos operativos, requerimientos y beneficios del régimen. Sin embargo, en los quince años de vigencia de la Ley 25.922 -de Promoción de Software- se acogieron al beneficio poco más de 400 empresas.
El presidente de la Cámara de la Industria Argentina del Software (CESSI), Sergio Candelo, aseguró que la reglamentación de la ley de Economía del Conocimiento “será una pieza fundamental para el mercado tecnológico y contribuirá a generar los 500.000 empleados y US$ 10.000 millones de exportaciones proyectados al 2030”. Además, se proyecta en 2021 incrementar un 15% la cantidad de puestos de trabajo, a partir de la mejora que puede representar en el sector.