La primera ministra de Italia solicita más de 100.000 dólares por daños y perjuicios en un caso de difamación contra dos hombres acusados de crear videos pornográficos deepfake de ella y hacerlos circular online, donde acumularon millones de visitas en varios meses, informaron el miércoles varios medios.
Hechos clave
Dos hombres anónimos, uno de 40 años y su padre de 73, están acusados de difamación después de que los investigadores afirmen que crearon videos pornográficos en los que aparecía Giorgia Meloni colocando su cara en el cuerpo de otra persona y publicándolos después online, informó la BBC.
Esos videos fueron vistos "millones de veces" en un sitio web porno con sede en Estados Unidos, según la agencia de noticias italiana ANSA, y Meloni testificará en el caso de difamación este verano.
Un abogado de la primera ministra dijo a ANSA que los daños y perjuicios que reclama Meloni, 100.000 euros o unos 108.500 dólares, son "simbólicos" y se destinarán a apoyar a las mujeres víctimas de abusos si gana el caso, cuya investigación comenzó en 2020 (la BBC señala que algunos casos de difamación en Italia pueden ser penales y conllevar penas privativas de libertad).
Meloni, la demandante en el caso, dijo en la denuncia que quiere enviar un mensaje "a todas las mujeres que son víctimas de este tipo de abuso de poder para que no tengan miedo de presentar cargos", según la agencia de prensa alemana DPA.
Antecedentes
El término "deepfake" se originó cerca de finales de 2017, cuando un moderador de Reddit creó un subreddit con el nombre y comenzó a publicar videos que intercambiaban los rostros de celebridades en los cuerpos de videos pornográficos existentes. Ahora, el término se utiliza para describir cualquier tipo de videos, imágenes o clips de audio tan realistas -pero falsos- que ponen a personas en situaciones en las que nunca estuvieron. Los deepfakes que se hicieron virales en la última década incluyen un video de la Reina Isabel pronunciando un falso discurso de Navidad en 2020 e imágenes falsas del ex Presidente Donald Trump posando con votantes negros.
Tanto los famosos como los ciudadanos de a pie fueron víctimas de la pornografía deepfake, según informó la CNN el año pasado, y uno de los sitios web más destacados de este tipo de contenidos registraba una media de 14 millones de visitas al mes hasta octubre. A medida que las herramientas de inteligencia artificial y otros programas informáticos siguen haciendo más fácil producir este tipo de contenidos, los países de todo el mundo se esfuerzan por responsabilizar a sus creadores.
Según el New York Times, son pocos los países que cuentan con una normativa sobre la creación de deepfakes, a pesar de que las falsificaciones digitales suponen un riesgo cada vez mayor de delitos como el ciberacoso, la manipulación de acciones y la usurpación de identidad. Algunos estados norteamericanos, como California, Florida, Nueva York y Texas, crearon leyes para abordar el problema de los deepfakes pornográficos. A principios de este mes, un hombre de Florida que creó porno deepfake de sus compañeros de secundaria y bachillerato fue condenado a seis meses de prisión y clasificado como delincuente sexual.
96%. Ese es el porcentaje de material deepfake online que es pornográfico, según The Guardian.
Tangente
Varias celebridades denunciaron en los últimos años que sus imágenes se superponen a la pornografía y circulan online. Fotos de la actriz Emma Watson tomadas cuando era adolescente se pegaron en un video pornográfico y se utilizaron en anuncios de una aplicación que hace deepfake videos. En otros anuncios se utilizó el rostro de Scarelett Johansson. Kristen Bell se pronunció después de que su cara apareciera en deepfake porn en 2020, y otras víctimas fueron Natalie Portman, Gal Gadot, Michelle Obama y Kate Middleton. A principios de este año, la pornografía deepfake de Taylor Swift se hizo viral en X, antes conocido como Twitter, y el contenido falso fue visto decenas de millones de veces antes de ser eliminado. Las imágenes explícitas iniciaron una conversación sobre lo que la estrella podía hacer al respecto, pero la falta de leyes federales sobre el tema da pocos recursos a las víctimas.
Hecho sorprendente
No se trata sólo de pornografía. Varios peces gordos de Hollywood vieron su imagen robada y utilizada online por otros motivos, como el actor Tom Hanks, que el año pasado advirtió a sus fanáticos de que no tenía "nada que ver" con la difusión de anuncios de un plan dental mediante deepfakes. La imagen de Jennifer Aniston se utilizó para crear anuncios falsos con los que se regalaba un MacBook, y en un plan similar se utilizaron deepfakes del popular YouTuber MrBeast.