El gigante farmacéutico británico GSK anunció el miércoles resultados prometedores de una terapia inyectable de acción prolongada contra el VIH, que ofrece una alternativa esperanzadora a las personas que toman píldoras diarias para detener la progresión del virus.
Datos clave
GSK afirmó que Cabenuva, su medicamento inyectable de acción prolongada contra el VIH, funcionó mejor que las pastillas diarias en algunos pacientes, según los resultados provisionales de un ensayo clínico en fase avanzada.
La terapia, desarrollada por la empresa conjunta ViiV Healthcare, controlada y participada mayoritariamente por GSK, se convirtió en el primer y único tratamiento inyectable de acción prolongada contra el VIH aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) en 2021, aunque su adopción en EE.UU. y en el extranjero se vió parcialmente obstaculizada por problemas relacionados con la elegibilidad y el requisito de citas médicas regulares y especialistas necesarios para inyectarlo.
Según la empresa, los datos sobre la eficacia del fármaco inyectable en comparación con la medicación oral -recogidos en el marco de un estudio en curso en 31 centros de EE.UU., incluido Puerto Rico, respaldado por los Institutos Nacionales de la Salud- fueron especialmente favorables para los pacientes que tenían dificultades para mantener el régimen de píldoras diarias.
Se trata de "un resultado notable", afirmó la directora de investigación y desarrollo de ViiV, Kimberly Smith, quien añadió que mejorar la terapia para todas las personas que viven con el virus "es fundamental en el esfuerzo por acabar con la epidemia del VIH."
Un organismo de revisión independiente que supervisó el ensayo afirmó que los prometedores resultados significaban que a todos los pacientes participantes en el ensayo se les debería ofrecer el fármaco inyectable, que se administra en dos inyecciones una vez al mes.
Los datos completos del ensayo, en el que se compara el inyectable con el régimen estándar de medicación antirretrovírica oral, se presentarán en una "próxima conferencia científica", según GSK.
¿Quién puede recibir la medicación inyectable de acción prolongada contra el VIH?
Cabenuva contiene dos antirretrovirales diferentes, cabotegravir y rilpivirina, en una formulación de liberación prolongada. Al igual que otros medicamentos contra el VIH, estos fármacos no curan la infección, pero ayudan a detener la transmisión, evitan que la infección progrese y mejoran potencialmente el sistema inmunitario al interferir en la replicación vírica y mantener el virus en un nivel muy bajo en el organismo. Los primeros resultados del ensayo mostraron que las inyecciones podían igualar la eficacia de las píldoras diarias. Ambos fármacos están disponibles en forma de píldoras -a veces administradas antes de las primeras inyecciones- y en varios esquemas de inyección de acción prolongada, primero como inyección mensual en 2021 y después cada dos meses en 2022.
Lo que hay que tener en cuenta
Se están realizando ensayos para examinar si se pueden hacer cambios en la forma de administrar Cabenuva. Actualmente, las inyecciones requieren una visita a una clínica y son administradas por un profesional cualificado. ViiV espera sacar al mercado a finales de la década un tratamiento autoinyectable para que los pacientes se lo administren ellos mismos en casa. También se están realizando ensayos para evaluar si el lugar de inyección, actualmente las nalgas, también podría cambiarse. El muslo es uno de los candidatos. Las nalgas se utilizan como lugar de inyección porque se necesita un músculo grande para absorber la cantidad de medicamento necesaria.
Antecedentes
Aunque el régimen diario de pastillas antivirales es muy eficaz para tratar la infección por VIH, algunas personas tienen dificultades para cumplirlo o para acceder al tratamiento de forma constante. El desarrollo de métodos de acción prolongada para tratar el VIH se convirtió en uno de los principales objetivos de la lucha contra el virus, incluida la prevención de la infección, conocida como profilaxis preexposición o PPrE.
Las empresas farmacéuticas, como GSK, se están introduciendo en el sector de los fármacos de acción prolongada contra el VIH a la sombra del inminente colapso de la patente de dolutegravir, el tratamiento oral más vendido de ViiV. Las ventas de medicamentos contra el VIH fueron un fuerte motor de ingresos en los últimos años y GSK se está protegiendo contra esta pérdida de exclusividad.