Andrew Amigo ha hecho de su misión ayudar a las personas a construir cerebros más sanos. Como fundador del programa The Accomplished Brain, ha desarrollado un programa que ayuda a las personas que sufren lesiones cerebrales traumáticas, accidentes cerebrovasculares, enfermedades autoinmunes, Parkinson, trastornos auditivos y del movimiento y otras afecciones que afectan a la salud del cerebro a fortalecer las zonas que han resultado dañadas en accidentes o debilitadas por enfermedades, para que puedan recuperar un funcionamiento saludable.
Amigo, especialista en ejercicio neurocientífico con un máster en ciencias del ejercicio, fundó su empresa de salud holística con sede en Ft. Lee, Nueva Jersey, hace 22 años, al ver que había oportunidades para llenar lagunas en la forma de tratar a los pacientes. "Me fijé en el modelo terapéutico: ¿Hay alguna forma de añadir o complementar el modelo que ya existe?", recuerda.
Durante los seis primeros años de su consulta se dedicó a las lesiones de tejidos blandos, pero poco a poco empezó a atender a pacientes con lesiones musculoesqueléticas, como conmociones cerebrales, y se enamoró del proceso de ayudarles a recuperarse. Descubrió que gravitaba hacia los casos en los que la necesidad era muy alta. "Trabajar con ellos es ayudarles de verdad a mejorar su calidad de vida", dice Amigo. "Eso es lo que me hizo enamorarme. Me hizo darlo todo".
Mediante entrenamiento cerebral, nutrición y suplementos, trabaja con sus clientes para crear equilibrio en sus cerebros y sistemas nerviosos. Ha centrado sus esfuerzos desde 2015 en construir el software autofinanciado Accomplished Brain, una app compatible con Apple IOS y Google Android, que permite a terapeutas y entrenadores ofrecer programas personalizados de ejercicios cerebrales a sus clientes. The Accomplished Brain incluye actualmente nueve programas de ejercicios cerebrales, con 34 actividades cerebrales, incluidos tres programas en realidad aumentada y cuatro en realidad virtual.
The Accomplished Brain alquila su software a equipos deportivos y hospitales, con clientes como University of North Carolina Athletics. Con unas 40 clínicas que utilizan el software, también ofrece cursos a profesionales para enseñarles a implantarlo. Amigo dirige una empresa ágil, que cuenta con un equipo de unos seis desarrolladores de software freelance, afincados en Colombia, que le ayudan a desarrollar el programa.
"Me he dedicado a conocer a fondo la neurociencia y cómo se conecta todo", dice Amigo. "Así que, desde una perspectiva más de neurociencia funcional, estoy muy agradecido de trabajar en todos estos casos uno a uno, de poder ayudar a un cliente, tomar muchas de mis ideas y ponerlas en práctica y mejorar y perfeccionar el software y compartir todo ese valor con las clínicas."
Idear una estrategia que dé resultados es una parte importante de su trabajo clínico. "Trabajar con el cerebro es como jugar al ajedrez", dice. "El movimiento más pequeño puede hacer la mayor diferencia. Hay que pensar desde un punto de vista estratégico: ¿Qué hago? ¿Cómo se relacionan unas zonas del cerebro con otras? ¿Cómo se fatiga el sistema? Hay que fijarse en las pautas".
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El trabajo clínico de Migo inspira con frecuencia ideas para el software, en constante evolución. "Se me ocurren ideas en rehabilitación", dice. También tiene la oportunidad de charlar con su mujer Luz, logopeda, y su hijastra Camila, recién licenciada en fisioterapia por la Northeastern University.
Con el software bien desarrollado, Amigo se ha puesto en marcha para llegar a más clínicas y dar a conocer El Cerebro Realizado. "Nuestro objetivo es enseñar los conceptos y la neurociencia, además de cómo utilizar el programa", afirma.
Otra parte de su trabajo consiste en mantenerse al día de los nuevos avances en este campo. Recientemente formó parte de la clase inaugural del Curso Médico Vestibular de la Universidad Johns Hopkins.
Es una labor de amor, basada tanto en la curación del cerebro como en el desarrollo de una empresa sana, y eso lleva su tiempo. "La paciencia es tu mejor amiga: mantener el rumbo", afirma. "Eso no significa que no vayas a tener desafíos. Lo que importa es cómo los superas".
