Jesse Corn, CPO de Zivian Health, es un ejecutivo de salud digital y fundador de tecnología sanitaria con más de 14 años de experiencia en soluciones digitales.
Se ha informado ampliamente de cómo la pandemia aceleró el estrés y la carga de trabajo de los trabajadores y las organizaciones sanitarias. Aunque los profesionales médicos han demostrado una increíble capacidad de recuperación, no son invencibles. La escasez de personal, la inaccesibilidad a una atención adecuada y el agotamiento de los empleados son reales y socavan el núcleo de la atención al paciente.
En una encuesta reciente, casi un tercio de los enfermeros declararon que piensan dejar su trabajo actual de atención directa al paciente en los próximos 12 meses debido al agotamiento, y la mayoría abandona el sector por completo.
La Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos resalta la crisis de escasez de personal señalando los 1,8 millones de puestos de trabajo que se estrenan anualmente en el sector sanitario, que ha crecido casi un 40% y es mucho más rápido que la media de todas las demás ocupaciones. Además, casi dos tercios de las zonas con escasez de profesionales sanitarios de atención primaria en Estados Unidos se encuentran en comunidades rurales.
Ninguna bala de plata puede resolver todos los problemas del sector sanitario, pero creo que los cuatro estrategas digitales siguientes y sus herramientas relacionadas pueden ayudar a abordar de frente muchos de estos desafíos para que los expertos médicos puedan centrarse en sus competencias básicas.
1. Automatización: El héroe anónimo de la carga de trabajo administrativo
La mayor parte del personal sanitario, incluidos enfermeros, auxiliares médicos y médicos, está enredado en una maraña de tareas administrativas que consumen un tiempo valioso. Los últimos datos muestran que el personal médico dedica cada vez menos tiempo a la atención directa al paciente y más a tareas administrativas.
La solución puede encontrarse en los recursos que ayudan a automatizar procesos como las reclamaciones, la programación de citas y las instrucciones de alta. En concreto, la automatización que ayudo a innovar y me resulta útil es el seguimiento de las credenciales, la normativa y el cumplimiento de los trabajadores sanitarios. Las normativas gubernamentales locales y nacionales cambian con frecuencia, por lo que contar con un motor de cumplimiento automatizado puede hacer que una organización sanitaria tenga que preocuparse de esto una cosa menos.
2. Interoperabilidad: Datos accesibles para tomar mejores decisiones
Uno de los mayores desafíos a los que se enfrentan las organizaciones sanitarias es la gestión de la colosal cantidad de datos que se generan a diario. Descifrar estos datos para hacer decisiones informadas es con frecuencia engorroso, especialmente cuando están fragmentados en varias plataformas.
Aunque las soluciones de historia clínica electrónica (HCE) basadas en la nube permiten una integración de datos perfecta y análisis en tiempo real para tomar decisiones basadas en pruebas, los datos deben ser accesibles en todos los sistemas para que se obtenga el verdadero valor.
Esto contribuiría a reducir los errores, mejorar los resultados de los pacientes, actualizar los registros en tiempo real y centrar más el equipo sanitario, especialmente cuando es necesaria la colaboración entre proveedores de atención primaria y especialistas desde distintos sistemas y ubicaciones. Las empresas sanitarias pueden escalar rápidamente con nuevas ofertas de servicios que ayuden a reforzar la interoperabilidad, ya que habrá menos disparidad entre los ecosistemas de datos.
3. Telemedicina: Atención de calidad más allá de los límites físicos
La telemedicina, ya en auge antes de la pandemia, se ha convertido en una herramienta indispensable para los profesionales sanitarios. Según la AMA, aproximadamente el 25% de los pacientes utilizarán la telesalud en 2022, frente al 5% que accedía a servicios sanitarios online antes de la pandemia.
Creo que la telemedicina ofrece un horario de trabajo más manejable y flexible para ayudar a los profesionales médicos próximos al agotamiento. Los pacientes pueden recibir una atención de calidad sin necesidad de la presencia física de un profesional sanitario, haciendo un uso eficiente de los limitados recursos de personal.
Una de las últimas formas de implantar la telesalud es con los enfermeros y asistentes médicos, que con frecuencia deben colaborar con médicos específicos en un área de especialidad pero no se encuentran cerca. Esto es especialmente vital para el 77% de los condados rurales de Estados Unidos que se consideran desiertos médicos. Las tecnologías de comunicación online pueden ayudar a conectar a los expertos médicos de forma rápida y eficaz, permitiendo una mejor atención al paciente y una mayor colaboración.
4. La externalización: La clave de la competencia básica
Aunque la tecnología puede encargarse de numerosas tareas, siempre hay un límite a lo que puede automatizarse o hacerse virtual. La externalización puede colmar eficazmente este vacío. Muchas organizaciones sanitarias están subcontratando servicios como la facturación, la codificación e incluso los análisis diagnósticos a terceros expertos especializados en estas áreas.
Esta estrategia permite al personal médico centrarse en los pacientes sin distraerse con tareas administrativas. Según un estudio, el 61% de los proveedores sanitarios tiene previsto externalizar tareas de gestión del ciclo de ingresos como la facturación, las reclamaciones y los cobros.
Soluciones digitales para la crisis sanitaria
La actual crisis sanitaria ha resaltado las vulnerabilidades de nuestro sistema sanitario, pero también ha acelerado los avances tecnológicos que pueden reducir estos desafíos. Al adoptar la tecnología y las herramientas digitales, creo que las organizaciones sanitarias pueden aliviar la escasez de personal y el agotamiento, así como mejorar el acceso a una atención adecuada.
Creo que la adopción de este tipo de tecnologías se está convirtiendo en una necesidad para un ecosistema sanitario más escalable, conforme y centrado. Mediante la externalización de funciones no esenciales, las organizaciones pueden crear un entorno en el que los profesionales médicos puedan destacar en lo que mejor saben hacer: centrarse en los pacientes para salvar vidas y mejorar los resultados sanitarios.