Cuáles son las nuevas competencias para el empleo del futuro

La necesidad de darles a sus estudiantes herramientas para enfrentarse a un entorno laboral en continuo movimiento y trabajar junto a las empresas son prioridades de la Universidad Siglo 21.

Ya no alcanza con recibir solo conocimientos teóricos. Hoy los alumnos quieren salir de las universidades lo suficientemente preparados como para enfrentarse a un mercado laboral cada vez más competitivo. Quieren graduarse con conocimientos ampliados, como manejar cuestiones de trabajo en equipo, tolerancia a la presión y otras habilidades que hoy piden las empresas.

¿Son las universidades lo suficientemente ágiles a la hora de incorporar esos conocimientos prácticos? Según María Belén Mendé, rectora de Universidad Siglo 21, las organizaciones tanto públicas como privadas deberían poner el foco ahí. “Me parece que las universidades tienen que apostar cada vez más a crear currícula nueva y mostrarles a los potenciales alumnos cuál es realmente el impacto de la salida laboral de esas profesiones. También hay una reconversión de las carreras convencionales. Desde Siglo 21 trabajamos los contenidos y cada vez tenemos que ir más rápido”.

¿Cuáles son las competencias que hoy más valora el mercado laboral?

El autoconocimiento es la competencia del siglo XXI. También están la empatía y la capacidad de aprender. La capacidad de adaptación y la flexibilidad son claves para estimular procesos de innovación. Antes estaban separados los eficientes de los creativos, pero la creatividad hoy es parte constitutiva de cualquier profesión.

¿Y para los directivos? ¿Qué nuevas exigencias tiene el mercado laboral?

Las competencias de liderazgo actuales tienen que ver con el desarrollo personal, la autogestión, la conciencia social. Hoy un directivo necesita salirse del protagonismo, del yo, despegarse del modelo jerárquico y posicionarse desde un lugar de desarrollador de capacidades, motivador, coach personal. Debe tener la capacidad de enfocarse en los procesos integrales con análisis veloces. Otro concepto muy fuerte es la resiliencia. Todas estas características hicieron que esté desapareciendo el liderazgo piramidal, estructurado, sesgado. Los millennials ya no quieren eso, y ni te digo la Generación Z. Se sienten motivados cuando tienen líderes que dan el ejemplo y son consecuentes. Si trabajan varias horas seguidas pero no se cuidan, no tienen vida al aire libre, no hacen deporte, no está bien visto. ¿Entonces qué hacemos los de más de 40 con esa cultura del trabajo tan obsesiva que heredamos? Estamos en un momento bisagra.

¿Qué carreras son hoy las más requeridas por el mercado laboral?

Las que tienen que ver con la creatividad y la innovación. Es el caso de las tecnológicas, Big Data, Community Manager,  Transformación Digital. También se posicionan bien las relacionadas con las mejoras en la salud y la calidad de vida; se abre ahí un mercado inmenso de médicos, especialistas, ingenieros medioambientales. Por otro lado, también es muy requerida la docencia, pero renovada, que pone al profesor en un lugar también de aprendiz, de coach, de facilitador de ciertas didácticas y tecnologías

¿Cómo trabaja la universidad con las empresas en la formación de los futuros empleados?

Permanentemente hacemos programas con  diferentes empresas y eso nos permite ser mucho más asertivos en la llegada a los empleados y a los alumnos potenciales empleados. Nos reunimos con todos los actores de la industria, convocamos a directivos y les preguntamos qué competencias necesitan para ellos un agrónomo, un ingeniero, un abogado... Tenemos buenas bolsas de trabajo, pero no para colocar a nuestros alumnos, sino para agregar valor a las empresas. La universidad garantiza que ese alumno que está graduándose tiene las competencias que se necesitan y puede responder a las demandas de las organizaciones. También trabajamos mucho con las empresas en algunos tests diagnósticos de investigación para conocer el nivel de bienestar emocional de los empleados, el estrés y el burnout. Nos acercamos a las empresas para que no vean a las universidades como un espacio lejano, sino que perciban que les suma valor trabajar en conjunto. Durante años, las universidades fuimos juzgadas respecto de nuestra distancia con el mercado. Eso no puede existir. No alcanza con invitar a corporativos a un desayuno una vez al año, hay que trabajar contenidos juntos. Antes, cuando terminabas de estudiar, se abría un abismo cuando salías al mercado laboral porque sentías que la universidad no te había preparado para eso. No existían las prácticas preprofesionales con tanta potencia y eje. Eso le dio al sistema mucho más sentido de realidad, pero queda muchísimo por construir.

¿Cómo vislumbrás el futuro del empleó

Creo que la oficina será más online que presencial y habrá mayor flexibilidad en los horarios. Cualquier chico menor de 30 años no concibe trabajar de 8 a 18 en una oficina, porque conceptualiza diferente al trabajo, prefiere dar resultados y autogestionar su tiempo. Ahí hay una gran transformación que hay que acompañar. Y es inevitable que aparezcan nuevas profesiones en los próximos años, más asociadas a la evolución científica y tecnológica. Vamos a tener que estar muy atentos, ser muy creativos y animarnos a generar carreras serias, fuertes y nuevas. Sin duda va a haber más competencia laboral. Las empresas van a poder elegir al profesional más atractivo. El empleo del futuro no hay que verlo a partir de marcas empleadoras sino en el potencial que tienen los profesionales para empezar a ser líderes de su trabajo. Por eso el aprendizaje para la vida es tan relevante; se va a necesitar estar realizados en las propias competencias de manera permanente.

Biopicks

María Belén Mendé es licenciada en Ciencia Política por la Universidad Católica de Córdoba y Máster en Ciencias con especialidad en Comunicación Política por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, México. Diplomada en Diseño de Redes Conversacionales y Coach Ontológico de la Universidad de Desarrollo de Chile y Newfiel Consulting, se desempeñó como docente e investigadora en diversas instituciones educativas. Asesoró a gobiernos de América Latina y fue directora de Relaciones Externas de la EGADE, Tec de Mty y directora de Comunicación de la misma institución. En la Universidad Siglo 21 se desempeña desde 2007 en múltiples roles, y actualmente es la rectora de la institución. Es miembro de “Líderes para la participación política” del Gobierno de la Provincia de Córdoba; de la Red de Mujeres Líderes de las Américas SAIR / OEA-FECEDE y de la International Association of University Presidents - IAUP, organización no gubernamental que posee participación en conjunto con la ONU y UNESCO.