Para conocer en profundidad el grado de transformación digital de las empresas en Argentina, así como la integración y apropiación cultural que implica en el interior de las organizaciones, Glue Executive Search -consultora especializada en búsquedas ejecutivas y coaching para top management- en asociación con Management & Fit y Sequentia desarrollaron una encuesta entre abril y mayo a más de 200 CEOs y directivos de las principales empresas que operan en la Argentina.
Según sus resultados, el 87,5% de las empresas consultadas se encuentra en alguna instancia del proceso de transformación digital, con un 71% que afirma haberlo iniciado hace más de un año y un 16,5% que dice haberlo encarado durante la pandemia en 2020.
Esto refleja que, si bien el proceso de transformación era algo que se venía dando hace algunos años para la gran mayoría de las empresas, la pandemia trajo aparejada una aceleración concreta, y por otra parte muchas empresas de sectores que iniciaron su transformación de 3 a 5 años atrás como el sector financiero, están viviendo una segunda fase de transformación, comenta Daniel Iriarte, director Asociado de Glue Executive Search.
En promedio, las multinacionales comenzaron antes el proceso de transformación digital: el 76,8% comenzaron hace más de un año, seguidas por las nacionales con un 69,5%. Aquí se puede ver como las casas matrices muchas veces son quienes impulsan la transformación de sus filiales, además de destinar recursos para que lo logren, destaca Iriarte.
También se consultó cuál es el grado de apropiación de la cultura digital al interior de las empresas para distinguir el estadío actual de la transformación digital de cada una, y es allí donde se comienza a percibir la dispersión en la muestra. Solo un 15,5% afirma comportarse como una empresa netamente digital, y el 31,5% dice contar con una estrategia de transformación digital en curso que ha sido comunicada a toda la organización, aunque aún no es parte de su ADN.
Mientras tanto, el 29,5% sostiene que si bien la compañía tiene claras intenciones de establecerse como una empresa digital en el mercado, hasta el momento no ha articulado una estrategia digital.
Los sectores que lideran la transformación digital en la Argentina son los Servicios Financieros (87,5%), el Agro (83,3%) y la Consultoría (82,4%), seguidas por las empresas de Tecnología (80%) y Servicios (77%). Entre las que iniciaron el proceso de transformación más recientemente encontramos a las Farmacéuticas/Droguerías y el sector Industrial.
No es un dato menor que el agro sea el segundo sector que más tecnología incorporó, con la relevancia que tiene para nuestra economía y esto en la práctica se ve en el manejo de cultivos con sistemas satelitales y el uso de big data para la toma de decisiones entre otras iniciativas que aportan mucha competitividad al campo argentino, señala Ezequiel Palacios, director Asociado de la consultora.
Por su parte, 23,5% afirma que las iniciativas digitales están concentradas en una única estructura con empowerment para desarrollar la estrategia y traducirla en iniciativas digitales.
Las principales barreras señaladas para la implementación de las estrategias de transformación digital son la falta de agilidad organizacional (46%), seguida por la poca permeabilidad de la cultura para llevarlos a cabo (35,5%) y la falta de estrategia (24%).
La falta de agilidad organizacional, que es la barrera más frecuente en todos los procesos de transformación, no se limita a la agilidad de los procesos, sino que involucra a la agilidad en estructuras, y sobre todo en el mindset de las personas", destaca Virginia Genovesi, directora de Sequentia, consultora especializada en Transformación.
Es interesante ver que un 19,5% de la muestra dice no haber encontrado dificultades a la hora de implementar la transformación, que cuando abrimos el dato por tamaño de empresa vemos que en su mayoría proviene de las empresas más chicas. Esto podría estar señalando dos cosas: que para algunas los cambios implementados son superficiales como incorporar software para videoconferencias o herramientas de trabajo colaborativo para operar en remoto, que no requiere grandes adaptaciones, y por otro lado que las empresas más chicas tienen menos barreras burocráticas para cristalizar los cambios, señala Palacios.
Para entender cómo se están implementando las iniciativas digitales, consultamos qué tipo de estructura adoptaron para llevar adelante la transformación digital. El 75% lo hace a través de equipos piloto o células con un equipo especializado en dos modalidades: con células por áreas funcionales (cada área tiene sus células/equipos digitales) o células transversales a toda la compañía.
Este es el primer arranque que suele darse en las empresas cuando aún no se animan a hacer una transformación digital cultural profunda que abarque todas las aristas de la organización", destaca Genovesi.
Lo más interesante aquí es ver que el 25% de la muestra admite en este punto que no ha implementado iniciativas de transformación digital (19,5%) y/o que no sabe cómo se está materializando el cambio, lo que a la vez refuerza el dato de que muchas compañías aún no cuentan con una estrategia digital que se logre bajar a acciones concretas, señala Iriarte.
A quienes respondieron que están trabajando en células, se les consultó con qué dedicación lo hacían y en el 66% de los casos, las personas que integran estos equipos lo hacen con una dedicación part-time. Solo en el 26,7% de los casos, quienes llevan a cabo la transición son perfiles con dedicación exclusiva.
En cuanto al impacto en la estructura organizacional, vemos que 5 de cada 10 empresas han reestructurado su organización para acelerar la transformación digital, incluyendo el funcionamiento del área de RRHH, destinando la mayor inversión a los procesos de Aprendizaje y Desarrollo (63,5%).
Con respecto al liderazgo, más del 70% afirma haber identificado en sus organizaciones líderes que cuentan con las competencias digitales que se requieren para la transformación y el 44,5% manifiesta que la mayoría o todos los directivos de su compañía poseen un estilo que fomenta la colaboración transversal, la innovación y el aprendizaje continuo.
Mientras tanto, los nuevos perfiles digitales que se incorporan para liderar los procesos de transformación digital son compensados en mayor medida (40%) siguiendo valores de mercado para esa posición. Esto representa una gran barrera tanto para las compañías que se rigen siguiendo la consistencia interna respecto a puestos similares, donde un CIO o un CTO no puede ganar más que un CEO, como para las compañías medianas y pequeñas que no pueden costear la inversión que implica incorporar un líder que diseñe y lleve adelante la transformación del negocio, concluye Iriarte.
Finalmente, hay más conciencia de lo crítico que resulta contratar posiciones directivas relacionadas con la transformación digital a medida que crece el tamaño de la empresa. Siendo las posiciones de Digital Strategy & Chief Data Officer las consideradas como más críticas entre las empresas de mayor tamaño.