Jonathan Rivas y Augusto Hassel estaban en una cervecería de Buenos Aires cuando, viendo el movimiento de los clientes yendo y viniendo a la fila para comprar, se les ocurrió una idea: en lugar de pararse para pagar un ticket, los comensales podrían hacer su pedido en sus teléfonos celulares. Con un menú online y un botón de pago, la operación se podía resolver en segundos.
Así nació Parra, que fue diseñada antes de la pandemia pero cuyas ventajas hoy son valoradas más que nunca. Según los emprendedores, agiliza la compra y el consumo, optimiza los recursos humanos, mejora el movimiento dentro del local, reduce al mínimo el contacto y organiza el espacio con la comodidad como prioridad. Con capital propio, incorporaron a su equipo desarrolladores, especialistas del mundo foodie, expertos en marketing y UX, y pusieron foco en el diseño y la comunicación de la plataforma.
Rivas, oriundo de Washington D.C., Estados Unidos, y CFO de Parra, estudió Finanzas y tiene experiencia en firmas del rubro especializadas en capital e inversión. Por su parte, Hassel, el CEO, estudió Economía en la Universidad de la Plata y trabajó en firmas bursátiles especializándose en análisis de datos e implementación de tecnología. Se conocieron en ese mundo: Hassel escribía un blog de inversiones cuando Rivas desembarcó como inversor de riesgo en la Argentina. Los amigos y socios trabajaron en Puerto Finanzas, una red de social de inversiones creada por Hassel.
Si bien Parra nació pensada para bares, el dúo se dio cuenta que podía expandirlo a restaurantes, hoteles y kioscos, entre otros establecimientos. En las aplicaciones que existen, normalmente uno compra en la app y ellos te traen el pedido. Acá vos comprás el producto y, una vez que lo querés retirar, genera una comanda con un QR que leen en el local. Con el pago previo pasás por la barra y lo retirás, explican los emprendedores, que agregan que también desarrollaron el servicio de menú online para los locales gastronómicos. En una primera etapa, el procesamiento de los pagos corre a cuenta de terceros, a través de una API. A largo plazo, Parra planea procesar los pagos inhouse para optimizar la gestión financiera de sus clientes. El uso de efectivo en Argentina es uno de los principales desafíos y, aunque el propósito de Parra es ser 100% cashless en el futuro, incorpora una opción de pago en efectivo para acoplar los viejos hábitos con lo que marca la nueva normalidad.
Recibieron una inversión de $ 12 millones de la división de venture capital de una consultora estadounidense que da servicios al sector financiero, lo que les permitió fondearse para este año y formar un equipo que esperan llegue a las 10 personas. El foco estará en seguir con la versión más simple de la app pero también completarla para perfeccionar un marketplace y hacer integraciones con el back office de los restaurantes, para luego enfocarse en el procesamiento de los pagos. Por ahora, los cobros se hacen a través de Mercado Pago, pero la idea es poder hacerlo nosotros para mejorar los fees, aseguran.
Están testeando el servicio de menú y QR en 10 establecimientos, y el marketplace en dos. ¿Cómo tentar a los establecimientos y consumidores cuando hay cada vez más competencia? Por la funcionalidad de la aplicación y los precios que cobramos. Que para el usuario sea gratis y que en el marketplace los locales paguen un monto fijo y no un porcentaje alto por el pedido. Y vamos a trabajar con bancos para que la transaccionalidad sea más económica, aseguran.