Conocé la startup fintech que impulsa la industria del cannabis
Un ex CEO descubre una oportunidad de negocio en medio de un gran desafío financiero, creando una solución innovadora que conecta industrias altamente reguladas.

En febrero de 2016, Kevin Hart, el ex CEO de la empresa de reparación de computadoras Apple, Tekserve, se encontró dentro de una bóveda en Oakland, California, llena de millones de dólares en efectivo. La bóveda pertenecía a uno de los primeros dispensarios de marihuana medicinal del país, Harborside, y el dinero, proveniente de ventas legales de marihuana medicinal a nivel estatal, aún se consideraba dinero de drogas ilegales bajo la ley federal.

Hart, quien ahora es el cofundador y CEO de Green Check, una empresa de cumplimiento bancario para la industria del cannabis con sede en Florida, estaba ahí para ayudar a Harborside a construir un sistema de procesamiento de pagos. "Es una bóveda enorme, hacía que la escena de Breaking Bad pareciera que vacié la alcancía de mi nieta", dice Hart,

Hart le preguntó a su anfitrión en el banco, el legendario activista y emprendedor del cannabis en California, Dress Wedding, quien fundó Harborside en 2006 junto con Steve DeAngelo, por qué guardaban tanto dinero. Wedding explicó que el dispensario no podía abrir una cuenta bancaria porque la marihuana seguía siendo ilegal a nivel federal. Fue entonces cuando el hombre se dio cuenta de que Harborside, y otras empresas de cannabis legales a nivel estatal, tenían un gran problema: casi no tenían acceso al sistema financiero convencional de Estados Unidos.

 Green Check es una empresa de cumplimiento bancario para la industria del cannabis con sede en Florida.

Aunque la marihuana es legal en 38 estados, 25 de los cuales permiten las ventas recreativas a adultos mayores de 21 años, la droga sigue siendo ilegal bajo la ley federal. Esto significa que la mayoría de los bancos y procesadores de pagos tienen políticas que les prohíben trabajar con proveedores de cannabis. La mayoría de los procesadores de pagos, incluidas grandes empresas como Visa y Mastercard, tampoco permiten transacciones de cannabis en sus redes, lo que obligo a la industria a realizar la mayoría de sus ventas, alrededor del 75%, en efectivo. Para una industria que generará casi 35 mil millones de dólares en ventas este año, según la firma de datos de cannabis BDSA, eso significa que miles de millones de dólares se manejan a la antigua, con moneda en papel.

"Ese fue un momento revelador para mí," dice Hart. "Ahí supe que mi misión era resolver este problema. Me di cuenta de que era un problema de datos, no de dinero", reveló. En el vuelo de regreso a Connecticut, sacó su cuaderno y comenzó a trazar cómo las empresas de cannabis con licencia estatal y los bancos, dos industrias altamente reguladas, podrían trabajar juntas. Durante los siguientes tres años, trabajó con tres de sus cofundadores, Paul Dunford, John Gadea y Michael Kennedy, para desarrollar un producto de software de cumplimiento que convenciera a los bancos de trabajar con empresas de cannabis con licencia estatal, pero ilegales a nivel federal, demostrando que cada dólar y cada producto se fabricaba y vendía de acuerdo con la ley estatal.

El resultado es el software de Green Check, que se integra con el sistema de pagos de un dispensario y agrega inventarios, órdenes de compra y ventas para asegurar que las empresas de cannabis cumplan con cientos de reglas y regulaciones, recopilando una gran cantidad de datos financieros. Luego transmite esa información a los bancos para asegurar que las instituciones financieras no infrinjan las normas contra el lavado de dinero ni violen la Ley de Secreto Bancario al hacer negocios con una empresa ilegal a nivel federal.

"El mayor mito sobre el cannabis es que es ilegal a nivel federal, depositar fondos provenientes de ventas de marihuana legal a nivel estatal, y que no se puede hacer, no es así y sí se puede", dice Hart. "Siempre que puedas demostrar que cumplís con las normas de cumplimiento de la industria del cannabis y de la banca", comentó.

Cada mes, el software de cumplimiento de Green Check verifica la legitimidad de aproximadamente 1.000 millones de dólares en ventas de cannabis en todo el país, lo que significa que procesa alrededor del 40% del mercado legal de marihuana en Estados Unidos, valorado en 30 mil millones de dólares (ventas anuales de 2023). Vendieron su software a más de 150 instituciones financieras para ayudar a más de 11.000 empresas de cannabis, desde minoristas hasta cultivadores y fabricantes, a obtener y mantener una cuenta bancaria. Los bancos, que buscan entrar en una industria en crecimiento, pagan alrededor de 5.000 dólares al mes; las empresas de cannabis obtienen el software de manera gratuita.

No es mucho dinero para la compañía, ya que generó 8,3 millones de dólares en ingresos el año pasado y espera alcanzar alrededor de 12 millones este año. Desde 2019, recaudaron 19 millones de dólares con una valoración de 90 millones de dólares de inversores como Mendon Venture Partners, Flatiron Venture Partners y Fenway Summer Ventures.

El mayor cliente bancario de la empresa es Valley National Bank, con sede en Nueva Jersey, un banco comercial con más de 100 años de antigüedad y 64 mil millones de dólares en activos. Algunas de las mayores empresas de cannabis integradas verticalmente del país, como Green Thumb Industries, Curaleaf y Trulieve, usan la plataforma para cumplir con las leyes bancarias. Brinks Security, a través de su subsidiaria PAI, también se asoció con Green Check para proporcionar cajeros automáticos a dispensarios de cannabis.

Todo el efectivo de las empresas de cannabis debe ir directamente, y de manera bastante irónica, a la Reserva Federal de Estados Unidos en Boston o Filadelfia.

"Aseguramos que los bancos reciban dinero bueno y eviten el dinero malo", dice Hart. "Estamos permitiendo que los servicios financieros trabajen con la industria del cannabis", enfatizó. El corazón de Green Check es su motor de cumplimiento. Los bancos que usan su software solo trabajan con empresas de cannabis que también están en la plataforma. En términos simples, estas abren sus libros, cuentas, acuerdos con proveedores, órdenes de compra y otros detalles, lo que le permite a la plataforma verificar la cadena de custodia de cada producto vendido y cada dólar que entra.

Según el último informe publicado por la Red de Control de Delitos Financieros del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, solo 683 bancos y cooperativas de crédito aceptan depósitos de empresas de cannabis. Y los que lo hacen tienen reglas estrictas. Bryan Watkinson supervisa la división de banca de cannabis en Affinity Federal Credit Union, una pequeña cooperativa de crédito con sede en Nueva Jersey con 4.100 millones de dólares en activos y 20 sucursales en la región triestatal. Desde que lanzó su programa el año pasado utilizando este sofware, Affinity ahora cuenta con unas 25 empresas de cannabis como clientes.

 Y, como muchas otras cooperativas de crédito, Affinity debe lidiar con otro obstáculo: no puede poner a trabajar el dinero de sus clientes de cannabis. Todo el efectivo de las empresas debe ir directamente, y de manera bastante irónica, a la Reserva Federal de Estados Unidos en Boston o Filadelfia. (Aproximadamente el 80% del dinero generado en la industria del cannabis va directamente a los bancos de la Reserva Federal). "Si algún dinero de cannabis tocara mis sucursales, perdería mis bóvedas", dice Watkinson. Y a pesar de las bromas que escucha sobre estar del lado bancario de la industria de la marihuana, sabe que es un negocio serio. "No hay nada colorido ni divertido en lo que hacemos. Es una relación basada en el cumplimiento. Esto no es una fiesta", remarcó.

Sin un avance real en la Ley de Banca Segura (SAFE Banking Act), legislación que permitiría a las empresas de cannabis acceder fácilmente al sistema financiero convencional, Green Check llena un vacío. En un solo día de este mes, inscribió a 18 negocios de cannabis en nueve instituciones financieras en cuestión de horas. El año pasado, promediaba alrededor de 70 nuevos negocios en su plataforma por semana. "Agregamos nuevos negocios todos los días, nunca dejamos de agregar un negocio nuevo cada día", dice Hart. "Tenemos este efecto ciclónico en la industria del cannabis, donde por cada nueva institución financiera que se une, obtenemos 50 nuevas cuentas", agregó.

Y si alguna vez el Congreso aprobara la Ley de Banca Segura, la cual fue aprobada por la Cámara de Representantes siete veces, pero siempre fracasa en el Senado, o si el gobierno cambia la clasificación de la marihuana, Hart no teme que su negocio desaparezca. Al contrario, afirma. "Eso significaría más reglas y regulaciones, no menos, porque querrán poder rastrear la planta y el dinero, y aplicar un impuesto especial", explica. "Ahora no solo serán los gobiernos estatales y locales los que te perseguirán por los impuestos. Será el Gran Hermano quien te buscará por los impuestos, y ellos querrán ese dinero. Lo están esperando", cerró. 

*Con información de Forbes US.