En un momento de transformación similar a la revolución de Internet, la tecnología espacial está haciendo realidad la promesa de las comunicaciones globales universales para todos los habitantes de la Tierra, superando en el proceso la capacidad de los proveedores de lanzamientos espaciales.
El servicio Starlink de SpaceX, basado en satélites, es ahora el mejor proveedor de servicios de Internet, según PC Magazine, superando a los principales competidores terrestres, incluido FIOS de Verizon. Lynk Global ya proporciona conexiones de celular a satélite en el remoto Pacífico Sur, mientras que AST Space Mobile promete llevar el servicio 5G basado en el espacio a los rincones más remotos del planeta.
T-Mobile anunció recientemente una asociación con Starlink para eliminar casi todos los puntos muertos en EE.UU. y Verizon planea hacer lo mismo con la constelación Kuiper de Amazon. Apple ya dispone de una función SOS por satélite en su iPhone, y con la constelación Starlink de SpaceX, que anunció su capacidad de conexión directa a las células, es probable que la competencia aumente aún más con la ampliación de las funciones para el consumidor.
Además, los intereses soberanos y estratégicos mundiales están exacerbando la demanda de lanzamientos al espacio. La empresa india Reliance Jio anunció recientemente una nueva constelación de telecomunicaciones, la última entidad con una buena financiación en anunciar planes para su propia capacidad significativa.
Esto se suma al desarrollo por parte de la Unión Europea de sus propias redes de satélites dedicados de órbita terrestre baja (LEO) y geosíncronos (GSO), haciendo referencia al reciente conflicto entre Rusia y Ucrania como una necesidad existencial que impulsa un sistema de este tipo.
¿Cuál es la principal limitación?
La principal limitación para hacer realidad esta revolución de las comunicaciones es la disponibilidad de servicios de lanzamiento espacial. Además de los despliegues iniciales, los rápidos avances tecnológicos exigen la sustitución frecuente de los satélites, con frecuencia entre 3 y 5 años en el caso de los satélites LEO, frente a los 15 años de vida útil de los sistemas OSG tradicionales.
Los ciclos de sustitución de las inversiones en satélites reflejan las pasadas actualizaciones de las infraestructuras de telecomunicaciones terrestres de 2G Edge a 3G, 4G LTE y, posteriormente, redes 5G cada pocos años, lo que aporta servicios cada vez más capaces y desbloquea nuevos mercados.
Este fenómeno dio lugar a un mercado agitado de lanzamiento de satélites, impulsado no sólo por la necesidad de telecomunicaciones, sino también por la fabricación en el espacio, los vuelos espaciales tripulados, las misiones lunares y otros.
El auge simultáneo de los satélites comerciales de teledetección (imágenes y radar) está aumentando este demandado. El mantenimiento de estas constelaciones requerirá una cadencia constante de lanzamientos, tanto para enviar nuevas capacidades al espacio como para actualizar y mantener las existentes, superando con creces las tasas históricas de lanzamiento.
Y el mercado de lanzamientos simplemente no puede mantener el ritmo actual, con mucha más demanda que oferta de vehículos de lanzamiento de carga media y pesada disponibles en todo el mundo.
Estados Unidos, un adelantado
Estados Unidos está actualmente muy por delante del mundo en tecnología de cohetes y capacidad de lanzamiento espacial, en gran parte gracias a la visión y determinación de Elon Musk y el cohete Falcon 9 de SpaceX. Tras haber volado más de 250 veces, el Falcon 9 es ahora responsable de la mayoría de los lanzamientos comerciales mundiales y también de la mayoría de los lanzamientos gubernamentales estadounidenses.
Pero curiosamente, SpaceX está consumiendo la mayor parte de su capacidad de lanzamiento con sus propios satélites Starlink, habiendo desplegado más de 5.000 de ellos. De hecho, está previsto que Starlink represente la mayor parte de los ingresos de SpaceX en 2024, superando el crecimiento de sus ofertas de lanzamiento. Al apostar por Starlink, SpaceX se convirtió en el mayor competidor para muchos de sus propios clientes que también buscan viajes al espacio.
Aunque creemos que esta posición dominante fue bien merecida y que SpaceX proporcionó un valor inigualable a sus clientes gubernamentales y comerciales, la opcionalidad y un mercado competitivo redundan en beneficio de todos a largo plazo. No cabe duda de que el Gobierno estadounidense quiere múltiples sistemas para sus lanzamientos de seguridad nacional.
Demandó el mantenimiento de dos sistemas de lanzamiento cuando Lockheed y Boeing fusionaron sus negocios de lanzamiento en United Launch Alliance (ULA), hace dos décadas. El Departamento de Defensa y la NASA siguen favoreciendo los programas de dos proveedores.
Aparte de los clientes gubernamentales, las entidades comerciales también desean lanzamientos competitivos y de bajo coste a órbita que estén diversificados sin depender de un único proveedor, especialmente uno que también esté construyendo una red de telecomunicaciones competidora con muchos de sus principales clientes de lanzamiento.
¿Qué otras opciones hay? No muchas. Amazon reservó casi toda la capacidad de lanzamiento comercial disponible hasta 2026, asegurándose hasta 83 lanzamientos para su fase inicial de satélites del Proyecto Kuiper a bordo de vehículos de United Launch Alliance, Arianespace y Blue Origin. Otros operadores de constelaciones de comunicaciones están ansiosos por que aparezca un competidor digno con un vehículo de lanzamiento que satisfaga sus necesidades.
Elon está apostando el futuro de SpaceX a Starship, el cohete superpesado diseñado para ocupar Marte. En el otro extremo del espectro, empresas como Rocket Lab y Firefly están construyendo cohetes de elevación pequeña a media para reabastecimiento de satélites.
Sin embargo, ofrecer una alternativa que mejore al Falcon 9 en la categoría de cohetes de carga media a pesada -el segmento del mercado con más éxito comercial- es el punto más atractivo. Y Relativity Space pretende aprovechar la oportunidad estratégica que supone este hueco en el mercado con su cohete reutilizable Terran R.
La carrera por el segundo puesto está en marcha.
*Con información de Forbes US