La pandemia dejó en toda Latinoamérica una serie de problemas y retos en la educación básica y media que deben ser asumidos por todos los actores del ecosistema, desde entidades públicas hasta directivos y maestros.
En Argentina -por ejemplo-, el último informe del Observatorio de Argentinos por la Educación, con autoría de Sandra Ziegler (FLACSO Argentina), Gabriela Catri y Eugenia Orlicki (Observatorio de Argentinos por la Educación) arrojó el 90% de las madres argentinas con niños en primaria considera que la educación de sus hijos es buena o muy buena.
Sin embargo, solo el 52% tiene una valoración positiva de la educación en Argentina. El principal problema que identifican las madres encuestadas es la falta de recursos y materiales en la escuela (51%), seguido por la falta de compromiso de las familias (48%), la formación de los docentes (44%) y los aprendizajes (42%).
Y es que gran parte de estos problemas también se deben a la falta de tiempo para que las instituciones desarrollen verdaderas estrategias educativas para mejorar la calidad, los contenidos y los procesos de enseñanza. Una situación, que en gran medida se presenta por la sobrecarga administrativa que tanto colegios privados como públicos suelen tener.
Por esa razón, es que las tecnologías cada vez son más necesarias en la educación, ya que al digitalizar y automatizar los procesos administrativos se logra gestionar de forma más eficiente las instituciones, permitiendo tener mayor tiempo y recursos para dedicarle a la enseñanza de los alumnos.
Qué es Fidu
Algo que comprendió muy bien fidu, una solución digital que optimiza la gestión de los procesos académicos, administrativos, financieros y de comunicación en los colegios y que tiene presencia en 10 países de Latinoamérica, entre los que se encuentran Argentina, Colombia, México y Perú, entre otros, donde abarcan más de 1.000 instituciones educativas y más de 300.000 alumnos.
Nicolás Giménez, CEO y co-fundador de fidu, señala que uno de los mayores inconvenientes administrativos y que requiere de una alta dedicación mes a mes es el de las cobranzas, ya que la mayoría de las escuelas aún se basan en recibos bancarios, administración de efectivo y hojas de cálculo para administrar este tipo de transacciones. Y en nuestro avance por la región hemos descubierto que 70% del tiempo de los directivos y administradores se dedica a resolver problemas operativos, mientras que en promedio dos de cada cinco pagos en la escuela no logran conciliar, además mes a mes hay un 10% de incumplimiento en los mismos y 40% de morosidad.
De esta manera, esta startup brinda una aplicación ágil y sencilla que le permite a las escuelas ofrecer diferentes medios de pago como tarjeta de crédito, débito, transferencia bancaria, e incluso, efectivo en puntos de cobro y también el poder acceder a estados de cuenta en tiempo real, brindando mayor visibilidad y la posibilidad de realizar seguimiento a cada una de las familias de forma automática y eficiente.
Lo que buscamos es ofrecer soluciones financieras más justas, simples y accesibles, de esta manera, desarrollamos una herramienta digital que le permite a las instituciones realizar el seguimiento de deuda de forma automática, lo cual, agiliza el tiempo que los equipos administrativos le dedican a estos procesos que suelen hacerse de forma manual, agregó Giménez.
Bajo estos factores es que las escuelas necesitan contar con herramientas tecnológicas que se adapten a sus necesidades, que simplifiquen sus procesos educativos y mejoren la comunicación con los padres. Y lo más importante, es lograr liberar más recursos y tiempo para que los educadores puedan dedicarse a lo que realmente importa: la educación de los estudiantes, opina el CEO de fidu.
Cabe resaltar que esta startup cerró hace algunos días una ronda de inversión semilla por 5 millones de dólares liderada por los fondos Lightspeed Venture Partners y NFX, en la que también participaron reconocidos fundadores de unicornios en la región, como Felipe Villamarín y Andrés Bilbao, de Rappi; Matías Woloski, de Auth0; Roby Souviron, de Despegar, y Fabián Gómez Gutiérrez, de Frubana.
Con esta inyección de capital buscan mejorar su solución digital, consolidarse en los mercados a los que llegaron, como el colombiano, e impulsar a los educadores y directivos de instituciones de América Latina a tener nuevas herramientas que les permitan mejorar los sistemas de enseñanza en la región.