Peter Rawlinson tiene muchos objetivos para Lucid Air. Uno es que sea aclamado como el mejor automóvil eléctrico del mundo. “Nadie me cree, pero estamos a punto de llevarlo a otro nivel”, dice en un chat vía Zoom previo a la navidad desde la granja de 300 años de Warwickshire, Inglaterra, a la que llama hogar cuando no está en la sede de Lucid Motor en Silicon Valley, California.
Es la misma sensación que tuvo hace una década como ingeniero líder del Model S de Tesla, el revolucionario automóvil totalmente eléctrico que arrasó en el mundo del automovilismo en 2012. “Nadie me creyó con el Model S? la hostilidad hacia él fue impactante. Estoy viviendo lo mismo con (Air). Nadie lo cree”.
La edición “Dream” del Air ciertamente parece estar lista para sorprender. Promete superar al modelo S con 517 millas (832 Km) por carga -líder en la industria-, un sistema de recarga más rápida y la capacidad de pasar de 0 a 100 kilómetros por hora en poco más de 2 segundos. Pero las ambiciones de Rawlinson van más allá de deleitar a los conductores adinerados con un automóvil de lujo de 169.000 dólares.
Su objetivo más grande es aprovechar la tecnología de propulsión de 1.080 caballos de fuerza de Air, que afirma es la más eficiente del mundo, para impulsar vehículos eléctricos más baratos. En cinco años, Rawlinson quiere vender cientos de miles de autos eléctricos de 40.000 dólares y ayudar a los grandes fabricantes de automóviles a vender vehículos eléctricos de mercado masivo de 25.000 dólares. El mismo objetivo que persigue quien alguna vez fue su jefe y amigo, Elon Musk.
Si eso no fuera suficiente, Rawlinson quiere construir sus autos en la primera planta automotriz de Arabia Saudita, país rico en petróleo, cuyo fondo soberano posee dos tercios de su compañía. “Hay un gran malentendido sobre nuestro modelo de negocio”, dice el ingeniero galés de 63 años. “No se trata de hacer un coche caro para gente adinerada. No es por eso que estoy aquí. Eso no es lo que me impulsa. Quiero que fabriquemos un millón de autos al año. La ambición de Lucid es tener un efecto profundo. No somos una obra de minorías“.
El analista de Morgan Stanley, Adam Jonas, un seguidor de Tesla desde hace mucho tiempo, predice que las ventas de vehículos eléctricos podrían aumentar 50% a nivel mundial en 2021. California, el principal mercado estadounidense de vehículos eléctricos y hogar de Lucid y Tesla, es el punto cero del aumento y puede convertirse en el Noruega de los Estados Unidos para los automóviles eléctricos.
“Con más del 50% de penetración de vehículos eléctricos, Noruega está 15 años por delante del resto del mundo”, dijo Jonas. “Es muy posible que California se mueva en esta dirección con bastante rapidez, influyendo en un número significativo de otros estados que están en condiciones de tomar el asunto en sus propias manos en términos de descarbonización de la flota”.
Por ahora, Lucid está comenzando a un ritmo mesurado. Rawlinson quiere hacer al menos 6.000 Airs en una nueva planta en Arizona, este año, generando potencialmente 900 millones de dólares en ingresos. El volumen podría superar las 25.000 unidades en 2022 a medida que lleguen las versiones de Air con un precio de 77.000 dólares. Se espera un mayor crecimiento con la introducción en 2023 de un crossover eléctrico, tentativamente llamado Gravity, seguido de modelos aún más baratos y pequeños para competir con el Model 3, el auto más vendido de Tesla.
Por ahora, la empresa privada con sede en Newark, California, está pagando por el desarrollo y la producción de Air con una inversión de 1.300 millones de dólares en 2018 del Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudita, que según Pitchbook, valoró la empresa en 15.000 millones de dólares. Eso se suma a los 150 millones de dólares que la compañía había recaudado anteriormente. Pero fabricar automóviles es caro y Rawlinson sabe que tiene que encontrar aún más dinero y está buscando cotizar acciones públicamente, posiblemente a través de un SPAC.
Aunque anteriormente había considerado a SPAC como una “mala palabra”, eso cambió. “Ese era el punto de vista de un financiero, ese era el punto de vista de Wall Street sobre los SPAC, no hace mucho tiempo. Pero te diría que qué diferencia hace un año”, dice, sin confirmar un plan específico.
Educado en el prestigioso Imperial College London de Inglaterra, Rawlinson es un veterano de Jaguar que también trabajó en vehículos avanzados para Lotus y en la consultora de ingeniería Corus antes de unirse a Tesla en 2009. Pasará horas discutiendo detalles minuciosos sobre cómo Air logrará la mejor eficiencia del sistema de propulsión eléctrico de la industria de 4.7 millas (7.5km) por kilovatio hora de batería, aproximadamente el doble del Taycan eléctrico de Porsche (que cuesta hasta 185,000 dólares) e incluso mejor que el Model S de Tesla y el Model 3, pues es más pequeño y liviano.
Él compara las clasificaciones de eficiencia de milla por kwh determinadas por la Agencia de Protección Ambiental a las estadísticas de corredores de clase mundial. “Si eres velocista, ¿cuál es tu mejor tiempo para los 100 metros? Esa es tu métrica. Para Usain Bolt, es de 9.69 segundos”, dice Rawlinson. “Casi se puede hacer [lo mismo] por una empresa de automóviles eléctricos, y esa es la eficiencia de la EPA”.
La nota completa en Forbes US.