En 2022, Balaji Srinivasan, emprendedor en serie y antiguo Director de Tecnología de Coinbase, publicó su libro seminal titulado "The Network State: How To Start a New Country", que presenta una idea revolucionaria en el ámbito de la gobernanza. El libro desafía las nociones tradicionales de los estados-nación, proponiendo un futuro en el que las comunidades en línea hacen crowdfunding para conseguir un territorio y transformarse en entidades soberanas - los llamados Estados de la Red (Network States).

Como condensa Balaji la idea en una frase, "un Estado red es una comunidad en línea altamente alineada con capacidad de acción colectiva que crowdfundiza territorio en todo el mundo y termina obteniendo el reconocimiento diplomático de los Estados preexistentes".

En esencia, el Estado red es una entidad digital. A diferencia de los Estados tradicionales definidos por fronteras geográficas, un Estado Red se forma sobre la base de ideas, intereses y objetivos compartidos, cultivados principalmente a través de plataformas en línea. Es una comunidad que comienza virtualmente pero que tiene el potencial de adquirir características físicas, como tierra y estructuras de gobierno. 

Estos estados no son meras construcciones teóricas; representan una reimaginación práctica de cómo las comunidades pueden organizarse y gobernarse en la era digital. En términos prácticos, esto requeriría que una comunidad en línea formara una DAO (OAD), o una organización autónoma descentralizada (a veces denominada un grupo de chat con una cuenta bancaria compartida) que reuniera el capital suficiente para poder establecer una presencia física y, a partir de ahí, trabajar para convertirse en un Estado nación que persigue el reconocimiento soberano.

Todo el mundo va a estar de acuerdo en que suena más facil de lo que en realidad es, pero en el caótico mundo actual -con enfrentamientos geopolíticos, guerras y una economía digital en aumento- suena más realista que nunca.

Sin entrar demasiado en las sugerentes ideas del libro, en este artículo quería destacar algunos de los proyectos que están trabajando en pos de esa visión, aunque de formas muy diferentes, y hablar de algunos de los avances de este ecosistema emergente y potencial nueva clase de activos digitales, como se debatió en el marco de la Conferencia inaugural de Network State en octubre.

En la actualidad hay varias empresas y personas que trabajan en la idea de un Estado en red, con iniciativas que van desde la creación de un sistema judicial descentralizado, como el que prevé el equipo de Nation3, hasta comunidades conectadas en red que organizan eventos, desde clubes de cena hasta festivales anuales, como el que persigue la DAO FriendsWithBenefits, así como el "pueblo emergente" de Vitalik Buterin, Zuzalu, centrada en reunir a una comunidad de ideas afines de distintos países.

De la idea a la realidad

Estas iniciativas no se limitan a teorizar, sino que trabajan activamente para hacer realidad esas comunidades soberanas con primacía digital: algunas de las principales iniciativas estatales en red son:

1. Praxis: Praxis pretende construir una nueva ciudad en la costa mediterránea, gobernada y construida por la comunidad. El equipo ya cuenta con más de 12.000 miembros, una importante financiación de Winklevoss Capital, Benchmark Ventures y Paradigm, entre otros, y contrató a un equipo de primera fila, entre ellos un ex primer ministro del G7, para apoyar las negociaciones y la planificación de la ciudad. El objetivo es que los primeros ciudadanos se trasladen a la nueva ciudad de Praxis esta década.

2. Zuzalu: Un proyecto incubado por el cofundador de Ethereum Vitalik Buterin, que creó un pueblo pop-up para reunir a los principales innovadores en cripto, IA, gobernanza, ciencia descentralizada y cultura para co-work, romper silos y socializar. Zuzalu ya tiene su primera aldea emergente en Montenegro y una segunda instancia en Estambul solo en 2023.

3. Prospera: Situada en la isla de Roatán (Honduras), Prospera es una zona económica especial que experimenta con la gobernanza autónoma. Ofrece un entorno jurídico y normativo distinto del gobierno hondureño, con el objetivo de atraer empresas y residentes. Prospera es un ejemplo de cómo pueden aplicarse los principios del Estado red dentro de la jurisdicción de un Estado tradicional.

4. Nation3: Liderada por la fundadora de Aragón, Luise Cuende, Nation3 pretende crear un nuevo Estado nación en la nube, con el objetivo de lanzar una nación primero online, sin impuestos, con su propia jurisdicción nativa de internet y una sociedad solarpunk impulsada por la tecnología Web3. El proyecto permite a los individuos adquirir la "ciudadanía" y un pasaporte digital comprometiendo Ether al tesoro de la nación y apostando el token $Nation nativo del proyecto.

5. AnotherNation: La misión de AnotherNation es acercar a la realidad los estados de red de pleno derecho mediante la ejecución de un experimento social destinado a demostrar que la gobernanza de la infraestructura física se puede ampliar a través de una comunidad descentralizada. La idea es sentar las bases de un Estado red incubando espacios creados, gestionados y gobernados por la comunidad y para la comunidad. El objetivo de estos espacios es actuar como una red de embajadas globales y proporcionar una plataforma para que las comunidades Web3 se reúnan para trabajar, socializar y conectarse, en ciudades como Dubai, Londres y Miami, al tiempo que se benefician de la infraestructura existente de la ciudad, eliminando la necesidad de ir al campo verde y construir nuevas ciudades en lugares remotos, lo que requiere mucho más capital, tiempo y compromiso. El proyecto prevé poner en marcha su primera embajada en 2024.

Construir el futuro de la gobernanza

Estos son algunos de los ejemplos que se difunden y que ilustran los variados enfoques para hacer realidad el concepto de Estados en red. Desde plataformas de gobernanza basadas en blockchain hasta zonas económicas especiales, cada proyecto contribuye a la evolución de las comunidades descentralizadas y digitales con un nexo físico.

Aunque se encuentran en distintas fases de desarrollo y aún se enfrentan a desafíos únicos, sus esfuerzos colectivos significan un creciente interés por redefinir la gobernanza en la era digital. A medida que estas iniciativas avanzan, ofrecen valiosas perspectivas sobre la viabilidad y el impacto de la revolucionaria idea que subyace al Estado Red.

Divulgación: Investigo e invierto activamente en iniciativas del Estado Red, tengo un pasaporte de Nation3 y estoy personalmente afiliado a AnotherNation.

*Con información de Forbes US