Hay una tendencia creciente de grandes corporaciones asiáticas que quieren reconectarse con Silicon Valley a través de inversiones en empresas emergentes. Las economías más antiguas de Asia, incluidas Corea y Japón, están trabajando para reactivar sus motores económicos. Mientras tanto, las economías más nuevas, como Vietnam, Indonesia y China, están tratando de volverse más innovadoras a través de la inversión en empresas que están en auge.
Esto crea una situación beneficiosa para todas las corporaciones y las empresas en expansión de origen asiático, ya que las corporaciones proporcionan un capital valioso y las empresas desarrollan tecnología innovadora podrían hacer crecer el negocio.
Veamos más de cerca cómo la inversión, la colaboración y la cooperación benefician a todas las partes involucradas, así como al ecosistema de empresas emergentes en todo el mundo.
Por qué tiene sentido invertir en Silicon Valley
Aunque la innovación existe en los mercados de todo el mundo, creo que invertir en las empresas emergentes de Silicon Valley es una forma inteligente de que las corporaciones asiáticas crezcan. ¿Por qué? Este lugar fue el primer centro de innovación tecnológica y la zona sigue siendo conocida por su cultura emprendedora. Es el hogar de los fundadores de empresas creativas y de algunos de los talentos de ingeniería más inteligentes y mejor formados del mundo.
Al invertir acá, las compañías de origen asiático tienen acceso a estas ideas y a este talento, aunque existen otros centros de innovación en otras partes del mundo, nada se compara con el espíritu emprendedor de esta área ubicada en California.
Invertir en Silicon Valley les da a estas corporaciones una ventaja competitiva, especialmente en comparación con competidores que intentan innovar internamente. Las compañías se asocian e invierten en empresas emergentes locales, lo que ayuda a capitalizar y a implementar su tecnología más rápido. Esta es una relación mutuamente beneficiosa que permite a las corporaciones asiáticas volverse más innovadoras. Esto ayuda a lanzar sus productos o servicios más rápidamente y a adelantarse a sus competidores.
Ejemplos de éxito
En mi trabajo como director ejecutivo de capital de riesgo, vi varios ejemplos recientes de éxito en lo que respecta a las inversiones de corporaciones asiáticas en Silicon Valley. (Divulgación completa: trabaje directamente con las cuatro empresas que se analizan en esta sección). Utilizando el modelo de capital de riesgo como servicio (VCaaS), trabajamos establecer relaciones y gestionar las inversiones asiáticas en empresas que se encuentran en auge. Un ejemplo interesante es Kalbe, cuya sede es en el norte de Yakarta, Indonesia. Esta compañía comenzó en un garaje como muchas empresas emergentes de Silicon Valley, y desde entonces, se transformó para llegar a convertirse en una marca internacional líder que trabaja para promover la salud y la nutrición integradas del consumidor.
En el caso de Taiwán, Asus es otro ejemplo de corporación asiática que invierte en empresas de Silicon Valley. La compañía anunció un fondo de 50 millones de dólares en 2017. Su estrategia consiste en invertir en empresas emergentes que estuvieran específicamente interesadas en ingresar a los mercados asiáticos. El fabricante de computadoras, quiso invertir en inteligencia artificial (IA), realidad aumentada, virtual y big data, entre otras tecnologías. Además de este polo empresarial, invierte en mercados asiáticos específicos, incluidos China, Taiwán y Japón. Independientemente del país, la compañía de origen taiwanés está buscando empresas que quieran colaborar activamente como su inversor corporativo.
Un tercer ejemplo que me viene a la mente es Denka, una prestigiosa corporación química y de ciencias biológicas con sede en Japón. La empresa anunció un fondo de inversión de 100 millones de dólares en 2023, con la intención de aumentar su enfoque (y compromiso financiero) en cuestiones globales como el crecimiento demográfico y la sostenibilidad. Esta compañía planea invertir en tecnología sanitaria, baterías para vehículos eléctricos y energía renovable, trabajando con sus socios de capital riesgo para evaluar la salud financiera y el potencial de crecimiento de cada startup. Al hacerlo, el objetivo de la corporación es volverse más innovadora y capitalizar la tecnología única creada por cada empresa en la que invierte.
Por último, la empresa japonesa Niterra, que fabrica bujías, productos relacionados y cerámica técnica, es un claro ejemplo de una empresa asiática de éxito que invierte sus fondos en empresas emergentes de Silicon Valley. Esta creó un fondo de inversión de 100 millones de dólares centrado en la inversión en movilidad, atención sanitaria y servicios públicos, entre otros sectores. Esto permite a compañía a invertir tanto en el área de la bahía de San Francisco, como en otros mercados internacionales, incluidos Europa y Asia. Con esto, la corporación de origen japonés pretende transformarse, prestando su experiencia y su red en beneficio de las empresas emergentes en las que invierte.
Mirando hacia el futuro
No cabe duda de que la tendencia de las grandes corporaciones asiáticas a invertir en empresas emergentes de Silicon Valley está cobrando fuerza. Muchas de estas empresas ven un gran valor en el modelo de capital de riesgo como servicio, que les permite invertir en empresas que se encuentran en pleno auge sin tener que crear su propia organización de inversión, lo que suele ser difícil, caro y propenso al fracaso.
Al asociarse con un socio de capital de riesgo, las compañías invierten la cantidad de dinero que quieran, en función de la estrategia, con una gran flexibilidad. Invertir de esta manera permite a las corporaciones volverse más innovadoras, al mismo tiempo que ofrecen asesoramiento estratégico y amplias redes a las empresas de su cartera. Este es un modelo en el que todos ganan.
*Con información de Forbes US.