En un país en el que la economía es tan cambiante, el desafío reside en encontrar un término medio entre los que los comercios y emprendedores necesitan al mismo tiempo de que los bancos y las fintech puedan sustentar sus negocios. ¿La solución? Es digital.
Según la “Encuesta de digitalización financiera”, realizada por la Universidad de San Martin (Unsam), que indaga sobre el acceso y usos de las plataformas financieras digitales, el 57% de las personas encuestadas posee alguna plataforma o aplicación financiera, el 68% posee tarjeta de débito y el 48% de crédito bancaria. Además, destacan que las billeteras virtuales son la plataforma financiera digital más extendida debido a que el 79% de quienes usan plataformas financieras digitales usan billeteras virtuales. Sin embargo, tan solo el 19% las usa para inversiones y el 16% para solicitar préstamos.
Con la revolución de las fintech, la posibilidad de tener todas las posibilidades bancarias en el celular permitió a más de un comercio o emprendedor a repensar sus finanzas y encontrar nuevas formas de organizar sus ventas. Según el Banco Mundial, la inclusión financiera significa que tanto personas como empresas puedan “tener acceso a productos financieros útiles y asequibles que satisfagan sus necesidades -transacciones, pagos, ahorros, crédito y seguro- prestados de manera responsable y sostenible”.
El Grupo Financiero Galicia observó, hace ya dos años, una fuerte demanda de los comercios sobre la propuesta de valor para la aceptación de pagos, tantos en cuentas como en tarjetas.
La necesidad de los comercios se concentraba en tres ejes: la simplicidad e integración de tener toda su operatoria en un solo lugar, una variedad de productos de aceptación de medios de pagos que le permite vender más y obtener el dinero de forma inmediata y poder realizar acciones para impulsar sus ventas, ya sea realizando acciones como campañas o tomando decisiones más asertivas. Así nació NAVE.
“Tenemos más de 15.000 comercios operando en NAVE. Las principales valoraciones están relacionadas con la simplicidad del uso de la plataforma, que no se cierre la sesión; ver los cobros en tiempo real; y poder contar con la información de cómo evolucionan sus ventas y obtener información sobre cuál es el perfil de sus clientes”, destaca Ignacio Costa, Head de Comercios de Grupo Financiero Galicia.
Los principales diferenciales de NAVE radican en el concepto de One Stop Shop, donde en un único lugar el cliente puede operar todo su comercio, tanto con las soluciones brindadas por NAVE, así como el resto de los medios de aceptación, sumado a la acreditación inmediata, la transparencia de la información y Compra sin Tarjeta (Buy Now, Pay Later), que nadie en el mercado lo tiene integrado como un puente entre el comercio y su cliente final. El comercio abona una comisión por la operación y el consumidor final que no posee tarjeta de crédito obtiene cuotas.
“Las cuotas sin tarjetas, conocido en el mundo como buy now, pay later permite generar la inclusión financiera de personas que pueden no tener acceso al crédito tradicional, y colaborar con los comercios para impulsar sus ventas”, explica Costa y agrega: “Esta propuesta tiene la ventaja, entre otras, de ser un excelente input a la hora de generar historial crediticio. Esto resulta interesante de cara a aquellas personas que no son usuarios habituales de las opciones de financiación que existen en el mercado”.
Como próximos pasos, quienes tengan NAVE empezarán a ver en los principales e-commerce el link de pago. Sumarán acciones de estimulación de venta para impulsarlas, poder publicar el QR en facturas para que los clientes de los comercios paguen escaneándolo desde cualquier billetera o app bancaria, entre otros servicios.
La realidad es que con la mirada puesta en el futuro, la democratización bancaria pareciera ser el único camino posible. En el mismo estudio de la UNSAM, el 80% de las personas encuestadas de entre 18 y 25 años posee alguna plataforma o aplicación financiera, y de esas mismas, para el 67% fue la principal fuente de pago.
Las fintech lo vieron en la pandemia y desarrollaron soluciones innovadoras para problemas del presente; los bancos, con su estructura, historia y posibilidades, salieron a competir pues el futuro es digital, y de eso no hay dudas.