Es casi un instante en el concierto universal. Una botella le entrega su elixir al humano de turno quien lo saborea en toda su intensidad. Luego, esa botella vacía y solitaria es arrojada en algún lado provocando una contaminación que durará milenios. Un sólo instante se transforma en un problema global digno de la película Wall-E.
Las previsiones apocalíptas funcionan muy bien si se las toma como un llamado de atención para que se fomente una de las mas importantes capacidades humanas: la innovación. Es por eso que nuevas tecnologías se están creando para solucionar este tipo de problemas y de paso crear industrias que dan trabajo y fomentan una economía circular.
En las afueras de Santiago de Chile, Coca-Cola invirtió US$ 35 millones en Re-Ciclar, una de las plantas de reciclaje más modernas de América Latina que permitirá fabricar las primeras botellas de bebidas con plástico reciclado del país. Se espera que la planta recicle más de 350 millones de botellas PET al año.
Para inaugurar la planta la compañía realizó un evento donde asistieron mas de 400 personas. Antes de ver los detalles técnicos había algo en común: los ojos transmitían las mismas sensaciones de emoción y de que algo bueno estaba sucediendo. Lo decían los ojos de Paula Calorio, Directora Asuntos Públicos, Sustentabilidad y Comunicaciones de Coca-Cola Chile, Bolivia & Paraguay quien llevaba la responsabilidad de contar todo lo que estaban haciendo. Pero también se lo veía en autoridades del país como el Ministro de Economía, Nicolás Grau.
Y también ese mismo entusiasmo se observaba en Soledad Mella, presidenta de la Asociación Nacional de Recicladores de Base (Anarch), cuando dijo: “Re-Ciclar, para nosotros, representa una oportunidad de reconocimiento, y fortalecimiento para los recicladores de base. Nuestras negociaciones con Coca-Cola y Re-Ciclar siempre han estado enfocadas en mejorar las condiciones y dar visibilidad a esos hombres y mujeres que, en esta labor, han sido invisibles. Y ahora los estamos haciendo visibles”. Es que a todos les quedó claro que sin ellos, las botellas seguirían solas. Las bondades de las tecnología vienen después.
Una vez que las botellas llegan a Re-Ciclar donde las máquinas de la planta, compuesta por equipos de última generación importados de Italia, Japón y Austria harán el milagro que todos esperan. El proceso esta claramente definido. Primero las botellas deben ser limpiadas porque la idea es tener el material lo más cercano posible a su estado puro. Para esto luego son analizados, y a partir de ahí se seleccionan para su trituración. Los restos se conocen en la industria como flakes, y a partir de ahí las máquinas en un proceso conocido como extrusión mediante calor y presión permiten recuperar el material con las propiedades físicas y químicas del PET, para convertirse en unas especie de bolitas de resina reciclada.
Finalmente, se producen las preformas (se asemejan a botellas diminutas) que son cargadas en las líneas de producción, donde pasan por un proceso de calentamiento y soplado para formar nuevas botellas.
La planta a su vez trata de ser sustentable en todos sus procesos. Se alimenta de energía solar mediante paneles fotovoltaicos, y el agua utilizada se trata en un 80% para luego ser reusada para el riego de jardines. Las grúas, que se utilizan para mover los materiales cuentan con baterías de litio para ser de esa forma 100 por ciento eléctricas
Según la compañía Re-Ciclar es la planta más moderna de Latinoamérica operada por Coca-Cola y la tercera de la región, junto con México y Paraguay. El impacto de la planta además se verá en la creación de nuevos puestos de trabajo y esperan que genere 25 mil empleos indirectos.
El objetivo de la compañía es que para 2025, todas las botellas de bebidas del portafolio de Coca-Cola en Chile, cuenten con un 15% de resina PET reciclada, porcentaje que irá aumentando gradualmente hasta elaborar envases 100% reciclados. Una forma de notarlo es que con el tiempo se pierde la trasparencia total. En Europa, donde la cultura del reciclaje está mas desarrollada, esto se nota en que las botellas siempre tienen una tonalidad. Son botellas que llevan el espíritu de manos que se ocuparon de que en un instante entren todos los milenos.