Mucho se ha hablado en relación a la tecnología blockchain y el cuidado del medio ambiente durante los últimos años. En general, se ha puesto el foco en la producción de bitcoin, una actividad que requiere gran cantidad de energía eléctrica y que, en muchos países, ésta es proveída a partir de combustibles fósiles.
El debate sobre el daño ambiental que podría desencadenar la creación de bitcoins fue ampliamente abordado en artículos posicionados a favor y en contra de la industria. Sin embargo, los beneficios de utilizar blockchain, la tecnología detrás de las criptomonedas, en el medio ambiente no generado tanto interés en relación. Por lo menos hasta ahora.
Esta semana se dio a conocer el informe “Blockchain para la sostenibilidad: Ground Zero” del cual participaron espacios como Eco House, organización ambiental argentina, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y B4S, entre otras, que expone algunos atributos de blockchain que podrían ser ventajosos para alcanzar el objetivo de reducir la contaminación ambiental.
“Si bien la tecnología blockchain es una herramienta incipiente, su aplicación en el abordaje de problemas socioambientales permite aportar soluciones innovadoras y eficientes”, indican quienes llevaron a cabo el informe. Y agregan: El uso de las blockchain en cadenas de suministros industriales, en los procesos de control y monitoreo ambiental y en el mercado de créditos de carbonos son algunas de las aplicaciones más relevantes que puede tener esta herramienta”.
Otro aspecto que destacan de esta tecnología es la posibilidad de auditar y controlar impactos ambientales y también dar cuenta del cumplimiento de los estándares establecidos por la regulación y las mejores prácticas de gestión ambiental. “En los mercados de créditos de carbono, los sistemas de consenso y validación descentralizados que ofrece esta tecnología son útiles para enfrentar problemáticas de contabilidad, eficiencia y transparencia relativos a la gestión de información sobre las transacciones, medidas de conservación y restauración de los ecosistemas, mitigación y adaptación contra el cambio climático”, suman al respecto.
Blockchain y sustentabilidad: ejemplos concretos
Uno de los aportes más significativos del informe es la divulgación de proyectos que ya están utilizando blockchain para beneficio del medio ambiente. Uno de ellos es Plastic Bank, una iniciativa creada en 2013 con el objetivo de recuperar plásticos del océano y generar valor y trabajo al reciclar, tratar y revender dicho plástico.
Plastic Bank comenzó a utilizar blockchain, asesorado y potenciado por IBM, donde a través de la aplicación de la organización, los recolectores entregan un plástico y reciben un token a cambio pudiendo hacer un seguimiento del destino dado a dicho plástico y vender los tokens a cambio de dinero. Una vez recolectado, el plástico es tratado y convertido en un material llamado Social Plastic, que a su vez es utilizado para la fabricación de nuevos productos, todo bajo la supervisión del recolector al cual se le garantiza la trazabilidad a lo largo de todo su procesamiento y su reintroducción a la cadena circular de valor.
“En Argentina, por su parte, existen iniciativas incipientes que abordan el tema de los residuos mediante soluciones innovadoras y digitales. El proyecto Colmena de la provincia de Misiones, por ejemplo, incentiva el reciclaje conectando a los generadores de residuos con los recolectores y los recicladores a través de una aplicación”, describen las organización detrás del informe. “En este emprendimiento, los residuos son pesados en balanzas electrónicas vinculadas a un sistema de software las cuales permiten calcular la recompensa en moneda virtuales de la plataforma. En India y Estados Unidos, también existen iniciativas similares”, continúan.
La expansión de blockchain
Según datos de la consultora Markets and Markets, la industria blockchain tuvo un tamaño de US$ 7.400 millones en 2022 y se estima que genere ganancias por US$ 94 mil millones para 2027. Estas cifras dejan ver que, si bien es una tecnología joven, probablemente sufra una gran expansión durante los próximos años.
“El mundo está cambiando. Las sociedades van actualizando sus dinámicas sociales y financieras al punto que, en unos pocos años, será difícil recordar cómo funcionaban las cosas antes. Blockchain y crypto se anclan en los conceptos de transparencia, eficiencia y confianza, pero no aplicados a las personas solas, sino con la ayuda de la tecnología”, reflexiona Borja Martel, uno de los fundadores de Lemon Cash, empresa que impulsa la utilización de la tecnología blockchain. Y agrega: “Las nuevas generaciones no solo demandan transparencia, también esperan que haya un propósito claro que vaya más allá de la generación de renta e incluya tener un impacto positivo en el mundo”.
Alrededor del mundo, cientos de expertos y científicos están desarrollando proyectos basados en blockchain que puedan ayudar a frenar el cambio climático. Desde rastrear las fuentes de contaminación hasta generar incentivos económicos para promover la recolección de residuos, los usos que pueden aplicarse son cada vez mayores y accesibles para quienes buscan implementarlos.