Mientras en la Argentina se debate si el país está en condiciones o no de fabricar baterías de litio, una startup nacional inventó una tecnología que podría revolucionar el mercado al reducir unas seis veces los tiempos de carga.
Nuestro objetivo es convertirnos en la tecnología estándar de la industria, dice Sergio Baron, co-fundador de Dynami, en una visita de Forbes a sus laboratorios en la Fundación Argentina de Nanotecnología.
¿Cómo surgió tu interés por esta industria?
Soy ingeniero en electrónica y trabajé mucho tiempo en microelectrónica haciendo chips. En 2010 obtuve la beca Fullbright con la cual hice mi máster en University of Maryland en Estados Unidos y ahí uní la microfabricación con las baterías de litio y una de las cosas que me quedó clara desde aquel momento es que había un descalce entre la calidad técnica de la química de la batería de litio y el desarrollo de los dispositivos. Que había mucho avance en la química, pero muy poco avance en los dispositivos. Nosotros fundamos Dynami con la clara idea de contribuir con un avance en la fabricación, cosa que no estaba pasando. Una batería de litio es un sándwich de electrodos en la cual tenés ánodos y cátodos, un electrolito en el medio (que es un medio líquido en el cual los iones del litio se mueven entre el ánodo y el cátodo) y un separador que evita que se haga un cortocircuito. Nosotros inventamos una forma de fabricación que crea estos electrodos con forma de panal de abeja. ¿Cuál es el efecto? En los electrodos normales los iones de litio para entrar al fondo del electrodo tienen que recorrer un camino complejo y sinuoso, lo cual los vuelve más lentos. Nosotros creamos autopistas para los iones de litio en las cuales los iones de litio se mueven más rápido. Y si aceleramos el tránsito de los iones adentro del electrodo hacemos una batería que se carga más rápido.
Y ahí reduce los tiempos de repostaje, por ejemplo.
Nosotros demostramos que nuestra tecnología permite bajar los tiempos de carga de 2 horas a 20 minutos y tener un 15% más de potencia.
¿Cómo se llama la tecnología?
Nosotros lo que inventamos es la forma de fabricar estos electrodos en forma industrial. CATL, que es el fabricante número uno de baterías del mundo por mucha diferencia, para hacer estos secondary pore networks (estos caminos) hace agujeros con láser en los electrodos, mientras que nosotros hacemos manufactura aditiva. Creamos esos caminos a medida que fabricamos el electrodo porque justamente usamos esta tecnología que inventamos de impresión de chorro de tinta para hacer electrodos.
¿Esos caminos se hacen con chorros de tinta?
Estos electrodos se fabrican con una impresora de chorro de tinta industrial. Aparte, lo más impresionante de nuestra tecnología es que estas microestructuras que podés ver con forma de hexágonos se autoensamblan. Nosotros tiramos las gotas y las microestructuras se forman solas en la superficie, lo que permite que el proceso sea muy rápido y sea escalable a gran escala industrial. Es un proceso que inventamos acá y que patentamos en Estados Unidos y en todo el mundo.
¿Y cómo surgió la idea? ¿Por qué a nadie se le había ocurrido?
Viste que el tema de la invención siempre hay mucho trabajo, mucha inspiración y un toque de suerte. Estábamos haciendo electrodos y viene Daiana, una de nuestras ingenieras, y me dice: 'nos salió todo mal, en vez de salirnos superlisitos nos salieron como gotones ahí en la impresión". Y yo miro los gotones y digo: 'sí, pero esos gotones pueden dejar que los iones de litio pasen mejor por el centro de estas gotas'. Fue algo no deseado, es el efecto gota de café. Fue un error con mucha suerte. Ahí lo que hicimos fue una patente provisional sobre nuestras hipótesis y después consultamos, hicimos una serie de llamadas y hablamos con científicos muy grosos en baterías desde el asesor científico más importante de baterías de Tesla hasta el CTO de QuantumScape y todo el feedback fue positivo. Y el año pasado empezamos a hacer electrodos con una empresa de California que se llama SpectraPower.
¿A qué mercado apuntan?
Aun no tenemos ventas. Nosotros ya hicimos más de 100 baterías, todo el objetivo de estas baterías es demostrar que la tesis de que estos iones de litio se podían mover más rápido fuese cierta. Pero en un futuro muy cercano, el mayor mercado es el automotriz. Por ejemplo, una batería pequeña con nuestra tecnología que permite una carga muy rápida es ideal para los vehículos de flota como taxis, colectivos y ambulancias, que todos los días hacen un recorrido fijo de pocos kilómetros. Y también podés hacer una batería de alta performance para los autos de alta gama.
¿Y cuáles serían los siguientes pasos para que esto tenga una escala comercial?
Bueno, en enero de este año, abrimos nuestro primer laboratorio en Estados Unidos en la ciudad de Binghamton (estado de Nueva York). Lo abrimos ahí porque está Stan Whittingham que es el inventor de las baterías de litio y el ganador del Premio Nobel del 2019. El doctor Whittingham tiene 82 años, es profesor en la universidad y aparte lidera varios proyectos que están tratando de que el Estado de Nueva York se convierta en el polo de las baterías de todo Estados Unidos y nosotros estamos involucrados en varios.
¿Están trabajando con él?
Todas las baterías que armamos en el 2023 se armaron en su laboratorio, en el laboratorio de Stan Whittingham. Y la última novedad es que hace 10 días ganamos un subsidio del Estado de Nueva York, pequeño pero importante para nosotros porque el que dirige el subsidio de nuestro lado es Whittingham.
¿Y en qué etapa están en este momento?
Estamos en la etapa de pasar de estas baterías pequeñas a baterías que son testeables por las automotrices. Esto es una etapa piloto que estamos abriendo en este momento, en las próximas 2 semanas vamos a arrancar una ronda de 6 millones para montar una planta piloto para hacer baterías que son más o menos el doble de la batería de un celular. Nosotros esperamos tener nuestro primer contrato con automotrices de acá a un año. Estamos hablando con varias automotrices globales, ya tenemos charlas avanzadas con varios y el domingo estamos viajando a Detroit. Estamos hablando con Stellantis, con Porsche, con General Motors. El objetivo nuestro es convertirnos en el estándar de la industria, que todas las baterías del mundo tengan esta tecnología.
¿Cuál sería su modelo de negocio para cumplir ese objetivo?
Nuestro modelo de negocio, por lo menos inicial, es tener una colocación de nuestra fabricación de electrodos dentro de las gigafactorías de los clientes y eso requiere un costo muy pequeño de switching codes porque como nosotros solo reemplazamos el coating, todo el resto queda igual, las líneas pueden correr en paralelo.
¿Y Argentina qué rol ocuparía en este proceso?
Yo creo que tarde o temprano va a haber fábricas a la gigaescala de baterías de litio acá simplemente porque se arman autos y la batería de litio es el motor del auto eléctrico. Estamos viviendo un momento único en la historia que es que los autos cambian de ser a nafta a ser eléctricos a batería. Entonces tenemos una gran oportunidad que no se va a volver a repetir. La ventaja que tenemos acá es que hay litio, hay científicos en litio que vienen trabajando hace más de 15 o 20 años, entonces tenemos un pool de talento muy importante para seguir creciendo.
¿De dónde van a sacar el financiamiento para escalar la producción?
Nosotros estamos ahora entrando a una ronda de 6 millones de dólares, que es una ronda para hacer esta planta piloto. Para la próxima etapa normalmente las compañías de baterías de litio necesitan algo así como 100 millones que, en general, los pone un cliente. Por ejemplo, QuantumScape, cuando estuvo en la etapa piloto hace 3 o 4 años, levantaron 300 millones de Volkswagen para co-desarrollar una solución para los futuros autos, inmediatamente se dieron vuelta, agarraron e hicieron un SPAC (estas adquisiciones para salir en bolsa) y en una semana valían 40 billion. Obviamente fue un poco exagerado, ahora valen 6 billion, pero igual con 6 billion yo estaría contento. Este tipo de montos dentro del mundo de baterías no son montos exagerados, vos pensá que el mercado de baterías de litio va a ser como de 400 billions para 2030, entonces es una industria que está creciendo a más de 20% agregado anualmente y es una industria que es indispensable.