Convertirse en uno de los creadores de contenido con más seguidores en el mundo no fue para Ryan Hoffman Baudí, conocido como "Rayito", una cuestión casual. El influencer recolecta, entre todas sus redes sociales, más de 35 millones de seguidores, y aunque ese número parece el resultado de alguna especie de secreto virtual, tampoco lo es. La clave para lograrlo, según sus palabras, fue "trabajar ininterrumpidamente durante once años" y apostar de manera visionaria a un nicho en el que pocos confiaban. Y, por supuesto, acertar en ello.
Antes de convertirse en creador de contenidos, youtuber, instagramer y ahora también tiktoker, Rayito vendía gaseosas y libros en la calle. "También fui supervisor de una bodega de telas en el centro y barman de una discoteca", cuenta. En cada uno de sus trabajos, conseguía un sueldo que apenas le alcanzaba para afrontar sus gastos y fue ese impulso -y necesidad- lo que lo llevó a apostar a un nicho que recién comenzaba a surgir: las redes sociales.
Un camino
"Mi hermana había comenzado a investigar en Internet acerca del alcance de YouTube y nos decidimos a entrar a ese mundo y empezar a crear contenido. Así fuimos creciendo y conociendo a otras personas que hacían lo mismo. El motivo principal que me impulsó, al contrario de lo que cualquiera podría creer, fue el no saber qué iba a pasar con mi vida", cuenta el influencer.
Rayito administra hoy distintas redes sociales porque cree que cada una de ellas tiene algo distinto para comunicar. Aunque reconoce que su preferida es Instagram y la que menos disfruta es TikTok, no fueron ellas las que lo llevaron a la cima del éxito. En YouTube logró formar su comunidad más grande y desde allí lanzarse a los demás canales de comunicación.
"Llevo once años dedicándome a las redes sociales y no empecé teniendo millones de seguidores, empecé teniendo cero, igual que todos. Fui parte de una ola de creadores de contenido que no existía; fuimos nosotros mismos quienes creamos ese concepto y fue recién en 2017 cuando llegué al punto de inflexión y logré que mis videos fueran tema de conversación en varios países", argumenta.
Saber de qué hablar
Así como Rayito sabe cómo utilizar cada una de las redes sociales para comunicar contenidos distintos, una de las variables que lo han mantenido en vigencia durante todo este tiempo es su gran capacidad de percepción acerca de los temas indicados para hablar. Y no precisamente por estar atado a las tendencias, sino por saber leer lo que a su público le interesa.
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De ese aprendizaje surgió su último proyecto "Rayos X", que es un podcast en el cual se entrevista a distintas personas que, por algún motivo u otro, tienen algo interesante que contar. "Mi propuesta es charlar con alguien que asombre al público", relata sobre su última pasión.
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En su podcast, que está disponible en video, tanto en Spotify como en YouTube, encontró la forma de crear contenido con otro tipo de valor y, además, adaptar ese contenido a sus otras redes sociales. "Es un nuevo comienzo dentro de lo que ya he venido trabajando desde hace años y me da otro nivel, porque me posibilita hacer creación de contenido de valor, que creo que es una de las cosas que más hace falta en las redes sociales", cuenta.
Y agrega: "Tenemos un podcast muy variado, donde hablamos desde economía hasta con gente que tiene distintos tipos de profesiones y eso nos da diferentes tipos de resultados en cuanto a visitas. Contamos con un invitado que es exitoso en algún ámbito y hablamos en profundidad sobre ese ámbito para intentar integrar todo lo que ha tenido que vivir esa persona y eso gusta mucho".
Rayito logró armar su comunidad con integrantes de todos los países del mundo, aunque la mayoría de su público está radicado en América Latina: México, Colombia y Venezuela principalmente, país de donde es oriunda su esposa, la también influencer "Grecia".
Lo que no se ve
Al recordar sus comienzos como vendedor de libros, Rayito anhela el anonimato. "Ya no puedo ir a algunos lugares. Tengo que perderme de ciertos eventos o conciertos porque no es seguro ni para mí, ni para el resto", sostiene. Por otro lado, preparar contenido para 35 millones de personas en distintas redes sociales deja pocas cosas ocultas sobre la vida del joven influencer, a quien sus seguidores ya le conocen casi todos sus hábitos y rutinas.
A pesar de ello, todavía quedan algunos aspectos poco conocidos y escuetamente compartidos. "Me cuesta mucho trabajo dormir, entonces cuando duermo, no tengo sueños. Soy una persona que no sueña", revela. Será el futuro el que decida si la falta de sueños es un simple problema de descanso o quizás la falta de sueños se deba a que consiguió convertir en realidad la mayoría de ellos.
