¿Adiós ChatGPT? Los agentes de IA son un punto de inflexión para los servicios financieros
Estas herramientas autónomas analizan mercados, optimizan estrategias y gestionan riesgos en tiempo real, de forma que tienen el potencial para revolucionar la toma de decisiones en bancos y aseguradoras.

Los agentes de IA, una nueva generación de inteligencias artificiales autónomas capaces de realizar tareas complejas, están a punto de transformar por completo todas las industrias. Las empresas de servicios financieros, que históricamente convirtieron las nuevas tecnologías en grandes oportunidades, serán de las más impactadas.

Este sector se basa en redes digitales, datos estructurados, registros de transacciones en tiempo real y una fuerte competencia por ofrecer mejores servicios a los clientes. La IA con capacidades autónomas tiene el potencial de generar cambios drásticos en estos ámbitos.

Por ello, es clave analizar cómo los bancos, fondos de cobertura, compañías de seguros y operadores financieros aprovecharán esta tecnología en su intento por construir la próxima generación de negocios en el mundo de las finanzas.

Agentes de IA: realidad y oportunidades

Los agentes de IA son el nuevo término de moda en el mundo de la tecnología empresarial. En esencia, se trata de aplicaciones de inteligencia artificial capaces de aprender a ejecutar procesos complejos y en múltiples etapas con una mínima intervención humana.

Mientras que un chatbot de IA convencional —como ChatGPT— puede sugerir ideas sobre qué cocinar para la cena o qué destino elegir para las vacaciones, un agente de IA puede:

  • Planificar menús semanales, comprar los ingredientes y gestionar la entrega a domicilio.
  • Organizar y reservar un viaje, incluyendo vuelos y alojamiento con distintos proveedores.
  • Administrar tareas del hogar, interactuando con cámaras y dispositivos robóticos para realizar tareas domésticas e identificar áreas que requieren mantenimiento.

Esto es posible porque los agentes de IA pueden ajustar sus tácticas y objetivos mientras ejecutan una tarea, durante la fase de "inferencia", cuando la IA ya recibió una instrucción y está trabajando en ella. En comparación, un chatbot generativo sin capacidades de agencia solo aprende durante su etapa de entrenamiento.

Los agentes de IA pueden ajustar sus tácticas y objetivos mientras ejecutan una tarea

Además, los agentes de IA pueden aprender a interactuar con sistemas externos. Mientras que los chatbots generativos actuales solo pueden comunicarse con otros sistemas mediante APIs, los agentes de IA, como Operator de OpenAI, pueden aprender a hacerlo por sí mismos mediante visión por computadora, "observando" cómo funciona un sistema.

Como es de esperar, estas capacidades abren un sinfín de posibilidades en los servicios financieros. De hecho, creo que este será uno de los sectores donde veremos los casos de uso más innovadores en los próximos años.

Agentes de IA en los servicios financieros

Los agentes de IA funcionarán como analistas autónomos y asesores de inversión, evaluando en tiempo real las condiciones del mercado, los factores de riesgo y las estrategias para identificar tendencias y oportunidades. Lo notable es que no lo harán por ser programados explícitamente para ello, sino porque encontrarán de manera autónoma las formas más eficaces de maximizar las ganancias financieras, ajustando dinámicamente sus estrategias cada vez que surja una mejor oportunidad.

Del mismo modo, en tareas de evaluación de riesgos y puntajes de crédito, los agentes de IA irán más allá de los algoritmos de IA tradicionales. Serán capaces de identificar en tiempo real las mejores fuentes de datos financieros o de comportamiento y de detectar riesgos emergentes o amenazas que ni siquiera se les había indicado que buscaran.

Un componente clave del trabajo en los servicios financieros es el cumplimiento normativo y regulatorio. En este aspecto, los agentes de IA podrán detectar riesgos de cumplimiento de manera autónoma, manteniéndose constantemente actualizados sobre cambios en regulaciones y obligaciones legales. Para ponerlo en perspectiva: mientras que un algoritmo de IA puede analizar un documento para verificar si cumple con la normativa, un agente de IA puede diseñar una estrategia para garantizar que toda la documentación de una organización sea consistente con las regulaciones y establecer procesos para que se mantenga así en el tiempo.

Además, estos agentes ayudarán a las empresas de servicios financieros a mejorar la experiencia del cliente. Imaginemos agentes altamente personalizados, que van mucho más allá de los chatbots actuales, capaces de aprender sobre nuestras necesidades y hábitos individuales, y de adaptar de forma autónoma la manera en que nos prestan servicios para integrarse mejor en nuestra vida diaria.

Los agentes de IA ayudarán a las empresas de servicios financieros a mejorar la experiencia del cliente

Según un informe de Citi, "Históricamente, los bancos son los mayores inversores en tecnología fuera de la industria tecnológica. Es probable que esta tendencia continúe con la IA generativa y la IA con capacidades autónomas".

Por su parte, Kirsty Rutter, directora de inversiones en fintech del Lloyds Banking Group, predice que la IA con capacidades autónomas permitirá ofrecer servicios financieros más personalizados y eficientes, desde asistencia automatizada para los clientes hasta estrategias de inversión sofisticadas.

El futuro de los agentes de IA

Todavía nos encontramos en una etapa muy temprana en la evolución de la inteligencia artificial, y es importante recordar que los agentes actuales parecerán muy básicos en comparación con los que existirán dentro de dos o tres años.

La IA con capacidades autónomas suele considerarse un paso hacia la inteligencia artificial general (AGI, por sus siglas en inglés), el gran objetivo de crear máquinas capaces de generalizar sus conocimientos y habilidades para completar cualquier tarea, al igual que los seres humanos.

A medida que nos acerquemos a esa meta, veremos agentes cada vez más avanzados en los servicios financieros, capaces de ejecutar tareas más complejas. Inevitablemente, esto provocará la desaparición de empleos: solo en Wall Street se estima que se perderán unas 200.000 posiciones.

Sin embargo, también surgirán nuevos roles para quienes sepan trabajar con la IA, aunque esta transformación del mercado laboral será solo uno de los muchos desafíos que la sociedad deberá afrontar.

Además, será fundamental establecer marcos regulatorios para garantizar que los agentes de IA operen de manera ética, transparente y con mecanismos de rendición de cuentas.

Otro aspecto crítico será la ciberseguridad. La adopción masiva de la IA con capacidades autónomas en el sector financiero debe evaluarse y gestionarse cuidadosamente, ya que cada nueva tecnología trae consigo oportunidades para los ciberdelincuentes. Esto es especialmente preocupante cuando hablamos de sistemas que pueden acceder a nuestros activos y tomar decisiones en nuestro nombre.

Si la industria logra abordar estos desafíos de manera adecuada, podríamos estar al borde de una transformación sin precedentes en la banca, los seguros y los servicios financieros. Esto podría ampliar el acceso a la tecnología financiera, permitir evaluaciones de crédito y seguros más equitativas, y ayudar a las empresas a desarrollar estrategias de inversión más resilientes, beneficiándonos a todos en el largo plazo.

Con información de Forbes US.