¿Cómo se vacuna a una abeja melífera? ¿Y les importará lo suficiente a los apicultores como para hacerlo?
Esas son las preguntas con las que Annette Kleiser estuvo lidiando desde que fundó Dalan Animal Health en 2018. Cinco años después de lanzar su startup, el gobierno aprobó una vacuna oral creada por su equipo, diseñada para que los apicultores del mundo se la administren a las abejas obreras, que luego la transmiten a las reinas a través de la jalea real.
El resultado, curiosamente, es inmunidad para la descendencia de la reina. Ahora, está en una misión para vacunar a tantas abejas como pueda, ayudando a proteger no solo las colmenas, sino también los cultivos que ellas polinizan.
"Sabemos que la pérdida de insectos es dramática para este mundo", dijo Kleiser. "No podemos sobrevivir en este planeta ni en ningún otro lugar sin los insectos".
La vacuna de Dalan protege contra una devastadora enfermedad bacteriana llamada loque americana, y Kleiser la ve como un primer paso para mantener sanas las aproximadamente 3 millones de colonias de abejas en los Estados Unidos.
No es la única enfermedad que pueden padecer las abejas; alrededor del 50% de las colonias y millones de abejas mueren cada año debido a una variedad de dolencias, que incluyen un parásito letal conocido como ácaro varroa, intoxicaciones por pesticidas, nutrición inadecuada y el estrés de viajar por el país para polinizar cultivos.
Son cifras devastadoras para los apicultores: "Imaginá que un ganadero pierda entre el 30 y el 50% de su ganado cada año", dijo Matt Mulica, director senior de proyectos en el Keystone Policy Center, que facilita la Coalición de Salud de las Abejas Melíferas. "¿Cómo combatís eso?".
Kleiser y su equipo en Dalan Animal Health, con sede en Athens, Georgia, creen que las vacunas especialmente diseñadas para las abejas son una herramienta clave para mantener a más abejas vivas, permitiéndoles a los apicultores comerciales (que pueden tener entre 5.000 y 30.000 colonias) continuar llevándolas por todo el país para polinizar cultivos como almendras, arándanos, pepinos y manzanas.
"Si tenés un brote de loque americana, las esporas son tan resistentes que el tratamiento recomendado es matar a todas las abejas y quemar las colmenas", dijo Tom Chi, fundador de At One Ventures, quien invirtió en una ronda semilla de 3,6 millones de dólares en el verano de 2022, cuando Dalan llevaba la vacuna contra la loque americana a ensayos clínicos. "Es catastrófico si lo contraés".
Kleiser, que tiene un doctorado en neurofisiología de la Universidad Ludwig Maximilian de Múnich, descubrió la investigación que la llevaría a desarrollar vacunas para abejas cuando trabajaba ayudando a universidades a transformar trabajos académicos en negocios. Durante una visita a la Universidad de Helsinki, conoció a la bióloga y zoóloga estonia Dalial Freitak, quien tenía una idea poco convencional: inyectar bacterias inactivadas en una reina para mejorar la resistencia general de la colmena a las enfermedades. Los insectos y otros invertebrados no tienen anticuerpos como los humanos y otros mamíferos, por lo que el método tradicional de creación de vacunas no funciona en ellos. "Cuando escuché sobre la investigación, pensé: '¿Por qué nadie está haciendo esto?'", recordó Kleiser.
Kleiser convirtió la investigación de Freitak en un negocio fuera de la universidad y luego crearon una vacuna que se mezcla en el llamado "dulce de reina" para las abejas asistentes de la reina, quienes luego lo incorporan a la jalea real que alimenta a la reina. El resultado es que las larvas de la reina estarán preparadas contra la enfermedad al eclosionar.
Los apicultores están prestando mucha atención. "Esto es realmente nuevo. Creo que por eso ha causado tanto interés y entusiasmo", dijo Blake Shook, un apicultor comercial en Leonard, Texas, que está probando la nueva vacuna. Los gobiernos nacionales también están interesados: Kleiser dijo que está en conversaciones con media docena de países en Asia, Sudamérica y Europa sobre la compra de la vacuna para proteger a las abejas de sus países (declinó nombrar cuáles).
Hasta ahora, ha recaudado 14 millones de dólares en financiamiento de riesgo de At One Ventures y Prime Movers Lab. Aunque se trata de una startup en una etapa inicial con ingresos por debajo del millón de dólares, Kleiser es optimista sobre su capacidad de cerrar contratos importantes con gobiernos y apicultores comerciales en el próximo año.
Pero hay un gran obstáculo: convencer a los apicultores de que el costo de 10 dólares por vacuna lo vale. "Todos están interesados", le dijo Shook a Forbes. "Pero es caro, y la apicultura no es precisamente un negocio de grandes márgenes".
Russell Heitkam, cuya empresa Heitkam's Honey Bees es un importante productor de reinas (vende unas 75.000 al año), dijo que sus clientes están tratando activamente de entender la economía y el valor de la vacunación. Para un apicultor comercial con 30.000 colmenas, el costo de vacunar a 10 dólares por reina suma rápidamente, aproximadamente 300.000 dólares.
Heitkam, que está trabajando con Dalan en pruebas de la vacuna, le dijo a Forbes que le gustaría ver pruebas de que las vacunas permiten que cada colonia sea más densa con insectos sanos, capaces de producir más miel y realizar una mayor polinización. Dalan argumenta que el costo de la vacunación será más que compensado por la reducción en la mortalidad de las abejas y por la supervivencia de abejas más saludables, pero Heitkam y otros apicultores quieren ver que la vacuna haga más que solo proteger contra la loque americana, que los apicultores pueden prevenir en parte con mejores prácticas, como no compartir equipos entre colonias y limpiar las herramientas de las colmenas con cuidado.
"La gente me llama y dice: 'Quiero conseguir algunas reinas, ¿debería vacunarlas?'", comentó. "Una reina promedio cuesta 28 dólares, y ahora querés agregarle otros 10 encima, así que necesitás poder rentabilizar esos 10 dólares".
Pero, señala: "Si su vacuna puede producir un cuadro más de abejas en la época de polinización, se pagará por sí sola". Un cuadro es la parte movible de la colmena y suele contener entre 2.000 y 2.500 abejas.
Agrega Chris Hiatt, apicultor comercial de Hiatt Honey y presidente de la Asociación Americana de Productores de Miel: "En la apicultura, todo es de boca en boca. Si alguien reduce sus pérdidas invernales a la mitad gracias a estas reinas vacunadas, se va a propagar como un incendio forestal".
Eso es solo para una enfermedad de las abejas. Los investigadores de Dalan están estudiando si su vacuna puede proteger contra otras, especialmente contra una muy dañina conocida como virus de las alas deformes. Hasta ahora, los ensayos experimentales en 400 colmenas comerciales mostraron una reducción del 83% en los niveles de una variante altamente transmisible del virus. "Cualquier cosa por encima del 65% al 70% se considera un tratamiento efectivo, y estamos muy por encima de eso", dijo el inversor Chi.
El próximo paso es expandirse más allá de las abejas melíferas hacia otros invertebrados, comenzando con los camarones. "Para mí, fue claro desde el primer día que esta no es solo la solución para un insecto, sino potencialmente para todos los invertebrados", dijo Freitak, cofundadora científica de la empresa.
Al igual que la apicultura, la cría de camarones —un mercado de 40 mil millones de dólares— sufre pérdidas anuales de dos dígitos por enfermedades, a pesar de depender en gran medida de pesticidas químicos que tienen un impacto ambiental significativo. "Hay miles de millones en pérdidas, y la producción de camarones está creciendo y tiene un gran impacto en los manglares debido a los químicos utilizados en la cría de camarones", comentó Kleiser.
Dalan comenzó a probar vacunas para una enfermedad común de los camarones, conocida como virus del síndrome de la mancha blanca, comenzando con camarones pequeños y luego a medida que alcanzan el tamaño comercial. La empresa dijo que está empezando a ver resultados prometedores con una tasa de supervivencia del 64% en pruebas iniciales en una instalación de investigación en acuicultura. "En camarones, todo falló en el campo", dijo. "Creemos que nuestro enfoque es tan diferente que tenemos una oportunidad de conquistar el mercado".
Si una vacuna funciona para las abejas y los camarones, ¿qué más podría hacer? A largo plazo, Kleiser cree que incluso los mosquitos, conocidos por transmitir enfermedades como la malaria y el dengue a los humanos, podrían ser vacunados, reduciendo los brotes a nivel mundial. A medida que el cambio climático aumenta los riesgos de que enfermedades tropicales se propaguen hacia el norte, la capacidad de vacunar insectos podría ser, en última instancia, tan importante para la salud humana como para la seguridad alimentaria.
"Es muchísimo más grande que la abeja melífera", dijo Kleiser. "La abeja melífera es importante porque necesitamos a este animal para sobrevivir y alimentarnos, pero la ciencia que está surgiendo es mucho más grande que esto".
Nota publicada en Forbes US.