Luc Remont, de Schneider Electric: "Hay una gran oportunidad en energía y transformación industrial en Argentina"
El VP Ejecutivo de Operaciones Internacionales de Schneider Electric anticipa los planes de la compañía que cumple 40 años en la Argentina. La agenda de eficiencia energética en los países en desarrollo y cómo dar el siguiente paso en sustentabilidad.

La posición de Luc Remont, VP de Ejecutivo de Operaciones Internacionales de Schneider Electric, firma que ofrece soluciones digitales de energía y automatización, implica supervisar mercados tan diversos como América del Sur, África y Oriente Medio, India y Asia Oriental Japón y Pacífico. “Hay una dimensión común en estos mercados y es que son mercados que están en crecimiento y que tienen el desafío y la oportunidad para aprovechar los beneficios de la aceleración de la transición energética”, asegura el ejecutivo, cuya experiencia incluye diversos puestos entre 1996 y 2007 dentro del Ministerio de Economía de Francia. En el ámbito privado fue director general del Banco Corporativo y de Inversión de Bank of America Merrill Lynch. “Cuando aceleran su desarrollo, industrialización y digitalización es cuando, como empresa tecnológica, tratamos de llevarles soluciones”, añade.

¿Qué tendencias ve en la industria a partir de los cambios que se vienen dando? 

El primer elemento es una fuerte aceleración de la agenda de sustentabilidad. Esto está basado obviamente en un mejor entendimiento de los desafíos que tenemos como humanidad, pero también en la aceleración de posibilidades que traen las soluciones tecnológicas. Incluso el Covid-19 fue un acelerador de esto porque reveló cómo, de repente, un fenómeno puede tener impacto global en toda la población. Lo que veo es que estamos más enfocados en los principios de la sustentabilidad, en cómo generar de forma efectiva una agenda de esto. Ese es uno de los grandes cambios. Y este cambio es posible gracias a las nuevas tecnologías, muchas de las cuales son desarrolladas por Schneider. Estas tecnologías están basadas en la electrificación, porque la electricidad es un vehículo de energía que está permitiendo que seamos más eficientes. Esa es la segunda tendencia.

¿Hay otras? 

La digitalización. La digitalización de la infraestructura permite medir y controlar el uso de los recursos -de la energía, claro, pero de cualquier tipo de recurso. Por ejemplo, en un proceso industrial, cuando se digitaliza la manufactura y la planta de diseño, se puede controlar y manejar la eficiencia de esa planta mucho más que si no estuviera digitalizado. Así que tanto la electrificación como la digitalización están produciendo un gran cambio en la forma en la que abarcamos la sustentabilidad, con un racional económico.

 

¿Hay diferencias entre industrias? 

Sí, porque cada industria tiene sus características propias, por ejemplo, en cuanto a procesos o si son o no de capital intensivo. Tratamos de trabajar con los clientes para que puedan mejorar sea cual sea el uso que le dan. Por supuesto, algunas industrias pueden apuntar al carbono cero en el corto plazo. Nosotros, por caso, pero no podríamos compararnos con una cementera o una planta de procesamiento de metal. Lo que tratamos de hacer es segmentar de forma muy específica para que cada industria tenga la mejor performance posible en eficiencia energética.

¿Y entre mercados? 

También, porque no todos los países arrancan desde el mismo punto de inicio en términos de disponibilidad y costo de la energía. En algunos, por su ubicación geográfica, hay más energía solar o eólica. En otros, es hidroeléctrica. Y en otras, ninguna y hay que buscar opciones para generarla con diferentes tipos de fuentes. Por ese motivo tratamos de no hacer benchmark entre economías tan diferentes.

¿Cómo contribuye la tecnología a maximizar la eficiencia energética? 

Puede parecer complejo, pero no lo es. Cuando uno quiere lograr algo, lo más importante es medir el progreso. Entonces, el primer principio es que si uno quiere llegar a un objetivo de eficiencia o descarbonización, hay que empezar a medir. Si no se mide, no se controla. Entonces, lo primero que hacemos con los clientes, y lo aplicamos en nosotros mismos también, es ofrecer soluciones de medición. El segundo paso es entender cómo funcionan las cosas para definir una infraestructura digital. Y a partir de la medición y los paneles de decisiones se puede, por ejemplo, anticipar el mantenimiento o aumentar la seguridad.

¿Cuáles son los principales desafíos, especialmente en mercados emergentes? 

Cada vez más compañías comparten el mismo tipo de agenda y esta agenda empieza con la sustentabilidad, que viene siendo un debate colectivo y público desde hace años. Antes, se la consideraba un “dolor” en la economía, porque se la veía como un costo. Ahora cambiamos a un mundo en el cual la sustentabilidad es vista como una oportunidad. Ahora tenemos que hacer que la sustentabilidad no sea solo una declaración, y ahí es cuando se entra también en las charlas sobre la tecnología y se combinan todos estos aspectos.

 

¿Cómo afecta el contexto mundial, primero con la pandemia y después con la guerra? 

Todos hicimos cosas que nunca hubiéramos creído posible. Desde aprender a trabajar a la distancia, aprender a confiar a la distancia, además de asegurarnos de seguir atendiendo a todos los países con los que trabajamos y las restricciones que imponía cada uno. Aprendimos a trabajar en un ambiente diferente los últimos años. Ahora además tenemos inestabilidad política. Es un mundo diferente al que era pre-pandemia, y lo que nos enseñó es que tenemos que mantener la agilidad y la conectividad como palabras clave para sostener las operaciones y continuar trabajando con nuestros equipos, socios y clientes. Ayudó a probar muchas de nuestras soluciones y aplicaciones, porque buscaban facilitar la conexión, la automatización, a distancia. Y otras que se descubrió que se necesitaban más, como la realidad aumentada, para que alguien pueda realizar ciertas tareas industriales sin necesidad de estar físicamente ahí.

¿Qué oportunidades y desafíos de crecimiento ve en la Argentina? 

Estamos cumpliendo 40 años en la Argentina, con lo cual nuestro compromiso con el país es de largo plazo y proyectamos que nuestros equipos sigan creciendo. Eso es clave, porque nuestra presencia es fuerte y estable, más allá del ciclo en el que esté el país. Gracias a esto, y nuestra presencia en diferentes industrias, también pudimos trabajar con muchas compañías locales, que son nuestros socios, en general empresas de ingeniería, de integración, de distribución. Son parte del ecosistema y son clave. Veo a la Argentina como un mercado emergente que está en el punto para dar el salto a un nuevo ciclo de electrificación e industrialización. Es una gran oportunidad el aumento de la proporción de las energías renovables en el mix de electricidad. También hay un gran potencial no solo en las grandes compañías, sino en los edificios comerciales y en los hogares para generar energía. Por supuesto, se necesita inversión al principio, pero luego se repaga. La otra oportunidad está en la transformación industrial, en sectores como minería y oil & gas, además de mucho en agricultura inteligente.