Miguel Devoto, General Manager Integrator de Danone Argentina, tiene a su mando la división Nutrición Especializada, desde donde busca generar un negocio cada vez más sustentable con el compromiso de una alimentación saludable.
En 1972, el CEO de Danone, Antoine Riboud, se presentó frente a un grupo de importantes empresarios industriales diciendo de manera categórica que es impensable trabajar solo generando valor económico. El mundo no va a ningún lado si hacemos eso. Lo sostuvo ante la mirada atónita de los ejecutivos, quienes tuvieron reacciones diversas y hasta lo tildaron de loco.
El que recuerda esta anécdota es Miguel Devoto, General Manager Integrator de Danone Argentina, quien tiene a su cargo la división de Nutrición Especializada que incluye nutrición temprana (Nutrilón, Vital y La Serenísima Baby) y nu-rición especializada (Fortisip, Nutrison), la cual está compuesta por sustitutos alimentarios para niños y adultos con algún problema de salud a los que se ayuda desde la alimentación.
Como desde sus comienzos, hasta hoy la sede local de la compañía trabajó de manera consistente con el concepto de doble impacto: el económico y el social, los cuales no deben estar disociados uno del otro. Tal es así que en algún momento la empresa tenía una diversidad de productos, como cervezas y galletitas, que se decidió quitar del portfolio cuando se determinó que solo tendrían alimentos que mejoren la salud de las personas.
A partir de allí comenzó un camino de educación y concientización de la gente sobre la importancia de la nutrición, o lo que ellos mismos denominan como la Revolución Alimentaria: un movimiento destinado a promover la adopción de hábitos de consumo más saludables y sustentables.
Precisamente Nutricia fue una de las primeras marcas que adquirieron para comenzar a conformar su góndola de marcas con propósito. Ese compromiso continúa hasta hoy, que acaban de lanzar al mercado local la marca estadounidense Silk, dedicada a la elaboración de productos de origen vegetal.
Hoy los más jóvenes con cada compra no solo eligen comer más sano, sino que eligen el modelo de mundo que quieren tener, dice Devoto al hacer hincapié en la importancia del propósito de una compañía.
En esta línea, cuentan con un programa para mejorar la situación nutricional de los niños de zonas más aisladas. Estamos trabajando en algunas comunidades del interior del país como la de los Whichis de Salta, donde queremos llegar cumpliendo con el propósito de poder proveerles una nutrición más saludable, detalla el ejecutivo, que explica que tienen un impacto sobre 2.000 chicos en todo el país.
Hace solo unos días, Nutricia Bagó, la segunda marca de Danone después de Aguas de Argentina, fue certificada como Empresa B, lo que trae aparejada una gran responsabilidad. Mucha gente cree que ser una BCorp es poner el certificado en la pared y listo, pero esto implica un mayor compromiso, sostiene Devoto. Esto nos lleva a empezar a monitorear nuestro impacto en las cinco dimensiones en las que nos miden y comprometernos a evolucionar, porque dentro de tres años seremos nuevamente monitoreados y debemos mostrar una evolución de la situación inicial. No es que ahora somos ángeles, sino que nos comprometemos a ponernos en un camino de mejora constante.
La evaluación considera cinco ejes: Gobernanza, Trabajadores, Medioambiente, Comunidad y Clientes, que se valoran a través de una revisión rigurosa y exhaustiva transversal a toda la empresa.
A nivel mundial, Danone es una compañía muy diferente de las otras. Por un lado, tiene un estilo más relajado y joven, pero, según indican sus directivos, se toma en serio lo que hay que tomarse en serio. Por otro lado, se encuentra la autonomía de las decisiones a nivel local. Así es que a nivel global asumieron seis compromisos nutricionales, que se buscan replicar en la Argentina. Y, aunque asumen que sus productos no son perfectos, trabajan desde la innovación y la tecnología para que los componentes de sus alimentos sean cada vez más saludables.
No trabajamos por que salga una ley o haya un impuesto; está en nuestro ADN, concluye Devoto.