Las soluciones de pago “intuitivas y seguras” de GeoPagos proveen el ecosistema sobre la que se sostiene la digitalización de las finanzas: mPos, botones de pago, QR, contactless y servicios “marca blanca” para digitalizar a las entidades.
La idea nació en 2012. Uno de los fundadores de la futura GeoPagos caminaba por Nueva York y se dirigió al Apple Store de la Quinta Avenida con ganas de comprar una computadora. El local estaba colapsado pero, antes de que pudiera arrepentirse, un vendedor se acercó para mostrarle los productos en su propio iPhone. Eligió su Mac y el vendedor le consultó cómo quería pagarla. Tarjeta de crédito, respondió, pensando que lo llevaría a la extensa cola que se ordenaba en el frente. Pero el vendedor simplemente tomó la tarjeta y la deslizó sobre un aparatito que sobresalía de su smartphone. A los 5 minutos, ya estaba fuera de la tienda con su computadora en mano. Parecía magia, pero no: todo había sucedido gracias al pequeñísimo aparato blanco que solo decía “Square”.
Los mPos (Mobile Point of Sale) no son ninguna novedad en 2020, pero hace 8 años la compañía de Jack Dorsey, el fundador de Twitter, estaba generando una discreta revolución. Así lo entendieron los cofundadores de Geopagos, que encontraron en Square el modelo de negocios que buscaban: digitalizar los pagos tanto como se pueda. El grupo tenía el track record indicado. Sebastián Nuñez Castro, actual CEO, había trabajado 14 años en American Express; Julián Lisenberg (COO) ya había fundado tres compañías de tecnología, logrando vender dos de ellas, y con una inversión millonaria en la tercera; Raúl Oyarzun (CTO) llevaba un largo tiempo aplicando su expertise tecnológica en diversas start-ups; y Fernando Tauscher (GCO), abogado especialista en fusiones y adquisiciones, tenía el know how legal y financiero.
“Nosotros fuimos quienes ayudamos a desarrollar el primer mPOS en Argentina con TodoPago, en Perú con VendeMas, y en Bolivia con ATC. El mPOS es la tecnología que permite transformar a cualquier celular en punto de venta, para aceptar pagos con tarjetas de débito y crédito. Detrás del pequeño ?aparatitó que se conecta al celular hay un importante desarrollo tecnológico, y ahí es donde aparece GeoPagos”, dice Sebastián Núñez Castro, CEO de la compañía. Hoy tienen oficinas en Argentina, Perú, México y Estados Unidos, y más de 30 clientes en toda Latinoamérica. Próximamente estarán abriendo una oficina en Chile, y se acumulan los proyectos para QR o Tap on Phone, la tecnología que permite que un dispositivo Android con tecnología NFC (Near Field Communication) acepte pagos contactless, tanto de tarjetas de crédito como de débito.
En su esencia, Geopagos provee tecnología al sistema financiero. Es el “partner tecnológico” de entidades más bien tradicionales que entraron en el camino de la digitalización. El primer cliente fue BAC Credomatic, uno de los principales holdings financieros de Centroamérica, que les sirvió para lanzar soluciones móviles de pago en países como Honduras, Panamá y Costa Rica a partir de 2015. En 2016 se asociaron con TodoPago, la plataforma de Prisma, el primer “agregador” de Argentina y uno de los jugadores más importantes de la región. Lo que pone a disposición Geopagos es un “procesamiento antes del procesamiento”, un sistema llave en mano al cual las entidades solo se tienen que montar, con licencias aprobadas y software en funcionamiento. Una “marca blanca” sobre la que, después, compañías como NaranjaX trabajan en la personalización.
“Nosotros fuimos quienes ayudamos a desarrollar el primer mpos en argentina: la tecnología que permite transformar a cualquier celular en punto de venta”.
Los últimos dos años fueron de enorme crecimiento para esta start-up que ya está presente en 16 países, cuenta con 600.000 usuarios y facilita más de 3 millones de transacciones mensuales con un volumen procesado de más de US$ 150 millones. A partir de 2019 se sumaron el Banco Azteca y First Data de México y, en Argentina, Supervielle, Macro y Cabal. El modelo de asociación, aunque variable, incluye deals por volumen transaccional y nuevos usuarios.
Con la pandemia, la digitalización de las finanzas se aceleró, pero no todo va a la misma velocidad. “El e-commerce viene creciendo en Argentina entre el 30% y el 40%”, dice Núñez Castro. “Estamos viendo un aumento en las billeteras digitales, pero es importante mencionar que las que más crecen son las que generan valor agregado con soluciones concretas que evitan el traslado de efectivo, sobre todo el pago de servicios e impuestos”. Para Núñez Castro, una vez que baje la espuma, “jugarán un rol fundamental otros medios innovadores del contactless, QR y Tap on Phone, así como otros medios de pago inalámbricos como Apple Pay, Google Pay, Samsung Pay y otras billeteras”. Lo que está claro es que “en el día después se acelerará la penetración y aceptación de estas soluciones en el total de las transacciones”.
“En el corto plazo”, dice Núñez Castro, “no tenemos un impacto significativo más allá de redefinir nuestras prioridades y la forma en que trabajamos y acompañamos a nuestros colaboradores y clientes, en su mayoría, los grandes bancos de la región. En el mediano plazo, y dependiendo de cuánto dure la pandemia, seguramente empecemos a notar el impacto dado que, ante la caída de la actividad, y por ende en las transacciones, algunos clientes postergaron los lanzamientos de soluciones que teníamos previstos”.