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Adriana López
Esenciales Forbes

La arquitecta argentina que contribuyó a mejorar la eficiencia energética en la Antártida

Laura Mafud

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Adriana López, jefa de grandes proyectos, passivhaus designer y especialista de eficiencia energética de Muchtek, participó de un proyecto para renovar las instalaciones de la Base Marambio, reduciendo significativamente el consumo de gasoil antártico.

8 Marzo de 2024 07.30

Cuando llegaste, apenas me conocías. Cuando te vayas, me llevarás conmigo”, reza una leyenda que, cuenta la arquitecta argentina Adriana López, puede leerse en el comedor de la Base Marambio. López, jefa de grandes proyectos, passivhaus designer y especialista de eficiencia energética de Muchtek, una empresa argentina dedicada a la fabricación de perfiles de PVC para aberturas con filiales en Chile, Brasil y México, tiene muy presente esa frase con la que se topó por primera vez hace cinco años. 

López fue parte de un equipo interdisciplinario que viajó a la Antártida para ayudar a modernizar y optimizar la base y trabajó, además, en la construcción de los laboratorios Científicos Antárticos. Dice, en conversación con Forbes, que esa experiencia la marcó para siempre. “La naturaleza es mucho más fuerte de lo que uno cree”, sostiene esta mujer que en su perfil de WhatsApp tiene una foto en la Base Marambio.

Antártida _ Adriana López
Adriana López, , jefa de grandes proyectos, passivhaus designer y especialista de eficiencia energética de Muchtek.

Con una carrera de 15 años dedicada a asesorar grandes proyectos arquitectónicos, López está a la vanguardia de la especificación de materiales y tecnologías que optimizan el rendimiento térmico y acústico de las construcciones. Desde su experiencia en la Asociación Argentina de PVC y en múltiples subcomités de IRAM, contribuyó al desarrollo de normas y estándares que impulsan la calidad y la sostenibilidad en la industria de la construcción.

“Está comprobado que el 50% del consumo energético en las viviendas proviene de la climatización (calefacción y refrigeración), y aproximadamente el 35% de las pérdidas de energía se originan por las ventanas cuando los materiales no son eficientes”, destaca.

Antártida _ Adriana López
 Adriana López con el equipo de INTi con el que viajó a la Antártida en 2019.

El rol de López en la optimización de la Base Marambio en la Antártida es un testimonio de su compromiso. En colaboración con el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) y otras empresas, como Dow, participó con Muchtek de un proyecto para renovar las instalaciones de la base, reduciendo significativamente el consumo de gasoil antártico y mejorando la eficiencia energética. Mediante el reemplazo de ventanas y la implementación de soluciones de aislamiento, lograron un ahorro del 34,1% en el consumo de gasoil antártico, un hito que demuestra el impacto positivo de la tecnología y la colaboración en entornos extremos.

“Fue un trabajo en equipo y se hizo un manual porque había que colocar las ventanas muy rápidamente y había que enseñarle a la gente que quedaba allí”, recuerda López. Héctor De Brasi, del equipo técnico de Muchtek (antes, Tecnoperfiles) fue el primero en viajar, a fin de 2018. López lo hizo en febrero de 2019. La experiencia, asegura, la marcó de por vida. 

Antártida _ Adriana López
 

“Mi viaje estaba programado para el 11 de febrero. Conscientes de la importancia del clima en la Antártida, seguimos una ruta que normalmente incluye un vuelo a Río Gallegos, seguido por otro en el Hércules con destino a Marambio al día siguiente. Éramos un grupo de ocho personas, incluidos algunos miembros del equipo del INTI. Sabíamos de las adversas condiciones climáticas que podríamos enfrentar al llegar. Nos advirtieron que se avecinaba una tormenta para el día siguiente. Llegamos al mediodía del día 12 y, después de almorzar, nos informaron sobre el pronóstico desfavorable. Decidimos actuar de inmediato. Por lo tanto, llegamos a la base al mediodía y, a las 2 de la tarde, ya estábamos instalando las ventanas. Seguimos trabajando hasta las 11 de la noche, aprovechando las largas horas de luz del verano antártico”, recuerda López.

Finalmente, esa noche todos durmieron en Marambio. “Al día siguiente, la tormenta nos mantuvo atrapados en la base. La situación era tan extrema que nos vimos obligados a completar nuestras tareas lo más rápido posible desde adentro. Nos vimos imposibilitados de salir debido al clima. El 14 transcurrió de manera similar: el Hércules intentaba aterrizar pero no lograba abrirse lugar en medio de la tormenta. Finalmente, pudimos salir el 15. Esta experiencia me hizo tomar plena conciencia de las condiciones extremas que prevalecen en la Antártida. Mientras que en el exterior la temperatura rondaba los -20 o -15 grados, en la base, manteníamos una temperatura de 20 grados. El contacto con el mundo exterior era limitado”.

Antártida _ Adriana López
 

Durante ese viaje, se hizo el recambio de las ventanas y la capacitación. En los meses siguientes, siguieron videollamadas y trabajo a distancia como para que la dotación supiera cómo manejarse. “Con la pandemia se hizo un parate, y luego la gente del INTI realizó un viaje más en el que pudimos enviar más ventanas”. 

Pero el compromiso de López con la sostenibilidad no se detuvo allí. Recientemente, junto a Muchtek, participó en el diseño y la instalación de laboratorios modulares multidisciplinarios en la Antártida, en colaboración con el equipo del Comando Conjunto Antártico (Cocoantar) y con otras empresas. Estos laboratorios, concebidos para ser versátiles y sostenibles, representan un paso adelante en la investigación científica y la preservación del medio ambiente en la región.

Antártida _ Adriana López
Módulo en Esperanza.

“Fue un proyecto hermoso porque son unos laboratorios modulares que se pensaron desde acá. El diseño fue de la gente de Cocoantar y nosotros dimos nuestro aporte en lo que es la ventana. Uno de estos módulos fue para base Esperanza, el otro fue para Orcadas y el otro para la base de San Martín”, detalla López, quien destaca la importancia del PVC como un material sostenible y versátil que desempeña un rol clave en ambos proyectos. 

"El PVC es absolutamente noble. Eso hizo que como arquitecta me pusiera a trabajar desde la parte del PVC en la eficiencia energética porque es un material que aísla absolutamente lo térmico tanto en el extremo frío en la Antártida como el extremo calor. De hecho, estamos colocando ventanas en Cuba, en Aruba, en México, donde la radiación solar es terrible", dice. 

Antártida _ Adriana López
 

Muchtek, liderada por Fernando Martínez, emplea a 324 personas. De ellas, 274 están basadas en Argentina, distribuidas en la planta elaboradora de 7000 m2, el centro de distribución de 3000 m2 y la planta productiva de foliado de 2000 m2, además de la reciente planta de reciclado ubicada en Pablo Podestá y las oficinas comerciales y showroom en Nuñez, CABA. Los otros 50 están en las filiales en el exterior. 

La compañía, que analiza abrir representaciones en España y Estados Unidos y facturar 54 millones de dólares este año, cuenta con más de 450 talleres elaboradores de aberturas de PVC en toda Latinoamérica que cumplen con las normas europeas de fabricación, y llega con sus productos a Aruba, Bolivia, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, Nicaragua, Panamá,  Paraguay, Perú, Uruguay, entre otros. 

En un mundo que enfrenta desafíos cada vez mayores en términos de cambio climático y sostenibilidad, el trabajo de López en la Antártida no solo contribuyó a mejorar la eficiencia energética en un entorno extremo, sino que también sentó un precedente en el empoderamiento de las mujeres en campos tradicionalmente dominados por hombres.
 

 

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