Cómo dominar el arte de simplificar problemas comerciales complejos
Eliminá el desorden y lográ que tu idea, visión de negocio u opinión, sean más fáciles de entender.

Eric Allais es Presidente y CEO de PathGuide Technologies, que ofrece soluciones de gestión de almacenes y envíos para distribuidores.

¿Recuerdas a Bill Nye, el chico de las ciencias? Con su pegadiza canción y su pajarita, entretenía y educaba a los espectadores más jóvenes explicándoles conceptos científicos difíciles de una forma que pudieran entender fácilmente. Aunque su público objetivo eran los niños, la capacidad de Nye para simplificar temas complejos encierra valiosas lecciones. Para los empresarios, el tiempo es oro. Como se dice que dijo Mark Twain: "Si hubiera tenido más tiempo, habría escrito una carta más corta".

El mismo principio se aplica en el mundo empresarial. La brevedad es la clave. Todos podemos identificarnos con conversaciones en las que alguien divaga durante 10 minutos en una reunión, para luego dejar a la audiencia sin saber cuál era el punto original o el tema de su charla.

 

Simplificando los retos complejos, las cuestiones empresariales y los temas de debate, los líderes pueden evitar el desorden y hacer que sus argumentos se entiendan más fácilmente. Esto ayuda a que resuenen en las partes implicadas, a provocar la acción y a reducir la ansiedad en el proceso. Con frecuencia, el éxito radica en los detalles que sustentan los puntos principales, y al desgranarlos y simplificarlos, los líderes pueden exponer esos detalles para desmentir las suposiciones y las narrativas inventadas de los demás.

 

En primer lugar, entienda a su público

 

A la hora de simplificar temas complicados, es fundamental entender a la audiencia. Sin embargo, esto puede tener consecuencias negativas. Aunque parafrasear o resumir puede hacer más accesible un tema complejo, también puede dejar a algunos oyentes con la sensación de que su asunto sólo ha recibido una consideración superficial. Esta percepción puede suscitar más debates y discusiones, sobre todo entre quienes tengan un interés personal en el tema o estén más comprometidos con su causa. Equilibrar la necesidad de simplicidad con la de comprensión profunda es una tarea delicada para los líderes empresariales.

 

Cuándo y dónde utilizar la simplificación

 

También es importante reconocer que la habilidad de simplificar temas complicados no se limita necesariamente a entornos o lugares específicos. Por ejemplo, los participantes en un consejo de administración esperan presentaciones bien documentadas, articuladas y concisas. Sin embargo, alguien que participe en un discurso de ventas puede necesitar una comunicación clara y directa, ya que la capacidad de atención es corta y prevalece la actitud de "¿qué gano yo?

Sin embargo, estas habilidades también son valiosas en otras situaciones. Los inversores o accionistas, por ejemplo, quieren información clara y concisa respaldada por un historial de resultados basado en realidades históricas. Esto puede incluir áreas de la empresa como sus perspectivas financieras, la salud de la operación, las tendencias de adquisición de talento, el posicionamiento competitivo en el mercado, etcétera. Sin una base sólida, basada en hechos, sus recomendaciones pueden ser percibidas como meras ilusiones.

 

Ser capaz de simplificar la información para estos públicos es crucial a la hora de ganarse su apoyo y confianza.

 

Consejos útiles para simplificar temas complicados

 

Esto nos lleva a preguntarnos: ¿Qué hace que un líder tenga éxito en el arte de la simplificación? A continuación le ofrecemos una serie de consejos que pueden ayudarle a simplificar eficazmente los temas complicados.

Haga los deberes. Reúna hechos y opiniones de otros para tener una comprensión completa del tema.

1. 1. Identifique a las partes interesadas. Conozca a su público y sus intereses.

2. Comprométase cuando sea necesario. Encuentre un terreno común para hacer progresos.

3. 3. Asigne responsabilidades. Identifique claramente quién hará qué y para cuándo.

4. 4. Seguimiento y evaluación. Supervise continuamente los progresos y realice los ajustes necesarios.

5. Desglosar. Cuando te enfrentes a la complejidad, empieza por los cimientos y construye tu argumento o hipótesis a partir de ahí.

6. 6. Proporcione contexto y equilibrio. Presente un punto de vista equilibrado y apoye sus afirmaciones con pruebas.

 

Errores que hay que evitar al simplificar

 

Los líderes que no sigan estos consejos corren el riesgo de que sus recomendaciones se pasen por alto. Si el público no entiende el tema, no adoptará plenamente las medidas propuestas. En su lugar, se quedarán pensando: "No entiendo esto lo suficiente como para creer en ello".

La sinceridad y la transparencia son claves para explicar temas complejos a un público sin ser condescendiente. En última instancia, una comunicación eficaz es esencial para generar confianza y ganarse el apoyo de las partes interesadas.

Otro error que cometen los líderes cuando se trata de simplificar temas complicados: Confunden simplificar con "bajar el tono". Aunque los dos pueden parecer similares, hay una distinción crucial. Simplificar un tema tiene connotaciones negativas e implica que el orador está hablando con desprecio a su audiencia. Simplificar, en cambio, consiste en hacer accesibles temas complejos sin presuponer la falta de inteligencia o conocimientos del público. Dicho de otro modo, se trata de presentar la información respetando la inteligencia del público.

 

Equilibrar la sinceridad y evitar la condescendencia

 

Puede que estés pensando: "Parece una línea muy fina que hay que equilibrar". Y es cierto. Hay algunos pasos que puedes dar para lograr un equilibrio entre una explicación sincera y sencilla y evitar sonar como un imbécil:

1. 1. Deja tu ego en la puerta. Haz lo que yo llamaría una "revisión mental" y aparca cualquier arrogancia o idea preconcebida que puedas tener.

2. 2. Sé transparente. Haz saber a tu audiencia que eres consciente de su tiempo y que intentas evaluar su comprensión del tema.

3. 3. Invite a la participación y al debate. Fomente un entorno de colaboración que favorezca el diálogo y la comprensión mutua.

4. Aprecie las diferentes perspectivas. Comprender que la diversidad de opiniones puede conducir a mejores resultados, pero saber cuándo es necesario llegar a un compromiso.

Si se hace bien, la simplificación en el entorno empresarial puede dar lugar a una mejor estructura de informes, ayudar a ajustar las áreas de interés y la priorización de tareas, y quizás incluso lograr una mayor eficiencia y eficacia. Esos resultados por sí solos deberían bastar para convencerle de que dominar el arte de simplificar lo complicado merece tiempo y esfuerzo.

En pocas palabras: la simplificación ahorra tiempo, evita malentendidos y puede hacer que se tomen mejores decisiones. Al simplificar los retos complejos, comprender a su público y comunicar con eficacia, los líderes empresariales pueden ganarse la confianza y el apoyo de las partes interesadas, impulsar la acción y lograr un mayor éxito.

Al igual que Bill Nye simplificó la ciencia para la siguiente generación, los líderes empresariales pueden simplificar temas y retos complejos para el futuro de su sector. Recuerde, como siempre decía Bill Nye: "¡La ciencia manda!". O, en este caso, "¡La simplificación manda!".

Nota realizada por Forbes US