Pocas veces se lo vio a Lionel Messi tan exultante como en la noche del sábado 10 de julio en el estadio Maracaná, luego de que la Selección argentina de fútbol se consagrara con el máximo galardón de la Copa América 2021, tras vencer en la final a Brasil.
Nacido en Rosario en 1987, el jugador que encontró un refugio en España luego de que a los 11 años le diagnosticaran una deficiencia de la hormona de crecimiento, finalmente alzó la copa. Esta vez, la que cosechó con la celeste y blanca.
Messi es hombre de récords, y varios se detallan en el libro Guinness: 151 partidos jugados con la Selección argentina, 1.163 goles concretados a lo largo de su carrera y el único en ser elegido cuatro veces consecutivas Jugador del Partido en una Copa Mundial (2014), entre otros. Merecedor de seis Balones de Oro, seis Botas de Oro, Premio Laureus y FIFA World Player, con el Barcelona, donde fue capitán, ganó 35 títulos. También es el segundo deportista mejor pago del mundo, según el ranking de Forbes.
La Argentina arrastraba casi tres décadas sin poder quedarse con un trofeo internacional, y con la llegada al plantel de Lionel Scaloni como entrenador, Messi saldó la deuda que se le reclamaba. Con todo, términos como resiliencia y liderazgo, tan utilizados en el mundo corporativo, ganaron nuevamente la escena.
¿Qué cambió en Messi? ¿Se convirtió en un nuevo tipo de líder?
Conocé la trama detrás del sistema de liderazgo que se articuló en torno a la selección argentina en el nuevo número de #ForbesArgentina, que llega hoy a los kioscos.