Más de un inversionista está pendiente del halving, el evento de reducción de la emisión de bitcoin. Sin embargo, son muchos más los temas que todavía son una incógnita para muchos. Daniel Vogel, CEO de Bitso, despeja esas dudas.
Durante períodos de estabilidad, el valor de las criptomonedas suele estar poco correlacionado con otros activos financieros. Esta propiedad les da cierto valor adicional a aquellas, pues permite diversificar los portafolios de inversión.
Sin embargo, en el último mes, hemos visto un aumento de la correlación entre las criptomonedas y los mercados. Y, justamente, una de las críticas más fuertes que se les ha hecho a las criptomonedas tiene que ver con esa volatilidad mostrada en momentos puntuales.
En realidad, las criptomonedas exhiben una correlación neutral con muchos de los activos financieros tradicionales, activos que han presentado variaciones similares y, sobre todo, superiores, incluso con desplomes sin recuperación.
La idea detrás de esto es que las carteras que incorporan criptomonedas que presentan un comportamiento poco o nada correlacionado con las variaciones del mercado reducen su riesgo. Dicho de otra forma, el riesgo total de un portafolio diversificado resulta inferior a la suma de los riesgos particulares de cada uno de los activos que lo constituyen. En el caso del bitcoin, por ejemplo, este ha demostrado tener uno de los coeficientes de Sharpe más altos del mundo (coeficiente que mide el rendimiento ajustado por el riesgo).
Asimismo, debemos tener en cuenta que las criptomonedas se originaron como un sistema de pagos entre pares y que actualmente ofrecen muchos casos de uso que van más allá de la reserva de valor y la especulación. En Bitso nos hemos enfocado en fomentar la adopción de criptomonedas en América Latina para que nuestros usuarios tengan acceso a esta alternativa de servicios financieros más innovadores y más justos, algo fundamental si consideramos que la mitad de la población regional no está bancarizada. Por ejemplo, recientemente uno de los principales casos de utilización que hemos observado en nuestra plataforma es el de las remesas.
¿Qué rol desempeña el oro en este contexto?
Históricamente, el oro ha funcionado como un activo de refugio. Los inversionistas tienden a comprar oro en momentos de incertidumbre. Precisamente, en lo que va del 2020, el metal ha aumentado su valor en un 8%, pero si ampliamos el margen temporal, la foto completa cambia: en los últimos doce meses, el oro ha subido un 25%, mientras que el bitcoin, 35%.
Ahora bien, una de las diferencias entre el oro y las criptomonedas es la facilidad con la que los inversionistas institucionales acceden a estos activos: por un lado, los inversionistas institucionales pueden comprar oro fácilmente, y la regulación lo permite. Por el otro lado, las criptomonedas aún no son tan fáciles de adquirir para los inversionistas acostumbrados a depender exclusivamente de las bancas tradicionales.
No obstante, el oro tiene un fuerte punto en contra: no se puede transportar y, de cara al público general, no todos tienen acceso a las herramientas que permiten comprarlo digitalmente. En contraposición, como consecuencia de la democratización que acarrean los nuevos activos para los servicios financieros, las criptomonedas son accesibles para todos: no es preciso estar bancarizado, el proceso de adquisición desde plataformas digitales es simple y se puede comenzar por una inversión baja.
Además, es preciso observar que se viene reservando valor en oro desde hace siglos, mientras que las criptomonedas recién han cumplido los once años de existencia. Seguramente, en un futuro cercano, al margen de las fintech y las plataformas de exchange, veremos un uso generalizado de criptoactivos y un número creciente de instituciones financieras tradicionales e inversionistas institucionales ofreciendo a sus clientes la opción de comprar criptomonedas.
Bitcoin: comportamiento reciente
En el último mes, la volatilidad de los mercados ha aumentado mucho más que la volatilidad de bitcoin, pero más allá de este hecho, desde Bitso creemos que el valor de bitcoin y de otras criptomonedas está en el potencial que tienen para cambiar la manera en la que interactuamos con nuestro dinero y el sistema financiero en general. Estamos viendo una revolución digital global que cuestiona el statu quo y tiene la capacidad de hacernos repensar, modernizar procesos, instituciones y conceptos. Cuando contemplamos desde esta perspectiva, el valor actual y el comportamiento de corto plazo no tienen mucho sentido.
Con respecto a la diversificación vinculada con la coyuntura que estamos atravesando, pueden considerarse aquellas criptomonedas que incluyen alternativas de ahorro confiables. Por ejemplo, en estos días, agregamos a nuestra plataforma DAI, una criptomoneda que busca mantener su valor equivalente a un dólar y les permite a nuestros usuarios explorar opciones de finanzas descentralizadas.
Finalmente, el halving de bitcoin: ¿cuáles podrían ser las repercusiones?
Los halvings suceden por diseño cada 210.000 bloques o, aproximadamente, cada cuatro años, cuando el número total de bitcoins que los mineros pueden ganar por minar cada bloque se reduce a la mitad. Esto quiere decir que las fechas no están determinadas, pero podemos predecirlas con cierta exactitud: sabemos que el próximo halving de bitcoin se dará durante la segunda mitad de mayo de este año.
Dicho esto, la verdad es que nadie puede saber qué deparará este halving; podría suceder, por ejemplo, que el mercado ya lo haya valuado en el precio actual de bitcoin, y no veamos ningún cambio. En adición, hay que tener en cuenta que este halving tendrá lugar en un escenario muy diferente del de los anteriores (2012 y 2016) por razones obvias, pero también porque, en 2020, hay muchos más participantes en el mercado que los que había en 2016, tanto mineros como inversionistas.
En conclusión, la tecnología avanza con velocidad inusitada, a pesar de lo cual ya se vislumbran tendencias que probablemente trascenderán la coyuntura actual. Entre ellas, la dinámica del mercado de criptomonedas que viene expresando la esencia de su ADN: el control descentralizado de su base de datos, que nos deja ver el pulso de sus usuarios de manera transparente. Vale la pena seguir esta evolución de cerca y estar atentos a qué tiene para enseñarnos.