Diciembre llega con los infaltables balances del año, así que vamos a repasar algo de todo lo que pasó en materia tecnológica. Será recordado por la industria móvil local como uno de los peores de la última década. El combo letal de altas tasas financieras, la devaluación del peso y una inflación casi indomable golpearon fuerte en las ventas, en la compra en cuotas y en la importación de los componentes (en su mayoría de China). Según Afarte, la asociación que nuclea a las fábricas de Tierra del Fuego, en 2018 se habrán fabricado (o ensamblado) un 25% menos de celulares que en 2017. El complejo panorama dejó muy golpeadas a las filiales locales de LG y Huawei, que serán absorbidas por las fabricantes locales Newsan y Brightstar. Según la consultora GFK, el mercado local es de unos 12 millones de celulares al año. Hasta septiembre, lideraba cómodo Samsung con el 62% de market share, seguido de lejos por Moto (19%) y, en la cola, LG (10%) y Huawei (6%). Mientras tanto, el Gobierno permitió traer del exterior, sin pagar aduana, un celular y una computadora por persona.
El año arrancó a los tropiezos por el escándalo entre Facebook y Cambridge Analytica que todavía no termina. Mark Zuckerberg se puso un traje de adulto y tuvo que sentarse frente a senadores para explicarles por qué en su empresa dejaron filtrar millones de datos personales que habrían sido usados por Rusia para favorecer a Trump. Pidió disculpas, pero la red social quedó golpeada. La manipulación dio paso a un término que también explotó este año: Fake News. Ahora lo que importa no son los hechos sino los sentimientos de cada usuario/persona. Ejemplo: si Pedro cree y siente que Juan es malo, Juan es malo. Aunque Juan le demuestre con cientos de hechos que es bueno, una noticia falsa, un meme, videos, mensajes virales y trending topics podrán torcer la realidad. La política se aprovechó de esto. En ese sentido, la Unión Europea sancionó el Reglamento General de Protección de Datos (conocido como GDPR) para intentar poner orden en la gestión y el uso cada vez más sensible de la privacidad digital.
Mientras Android cumplía sus primeros 10 años (según IDC, está instalado en el 85% de los móviles), en julio Apple alcanzó por primera vez el billón de dólares (un millón de millones o un trillón, según la escala numérica norteamericana) en Wall Street. Su acción superó superó los US$ 207.
Sobre el cierre del año, en el G20, Estados Unidos y China pusieron una tregua temporal a su guerra arancelaria. Trump y Xi Jinping se dieron la mano por 90 días para no continuar con una escalada que arrastra al resto de los países. El tema de fondo es la transformación tecnológica, la carrera por liderar el avance científico y en la adquisición del conocimiento de ingeniería, entre otras áreas. Pero la verdadera lucha es por quién domina la Inteligencia Artificial, que fue uno de los términos del año y se presenta como el Santo Grial para las empresas y las sociedades del futuro. Casi no hubo días sin una nueva noticia vinculada a la IA; autos autónomos, los robots-perros que abren puertas y salen corriendo, el futuro del trabajo en manos de las máquinas, los algoritmos, etcétera.
El fenómeno del año fue Fortnite, el juego de la empresa Epic Games que llegó a los 200 millones de usuarios en todo el mundo. Instagram disfruta su momento (es la segunda app gratuita más bajada, después de Youtube). En Buenos Aires se instalaron con fuerza las apps Rappi y Glovo. Mientras tanto, continúa el absurdo conflicto entre el gremio de taxistas porteños y Uber. Por las dudas, la AFA ya dio su veredicto: Uber es sponsor oficial de la Selección nacional.