Quién es y qué busca el empresario cercano a Trump que se quedó con la primera privatización de Milei
Es el fundador de la única empresa que ofertó para quedarse con IMPSA, un ícono de la industria nacional. Esta mañana se firmó la operación. Las inversiones que vienen y los movimientos futuros de la compañía que dejará de depender del Estado.

Si algo le faltaba al presidente Javier Milei para afianzar su cercanía a su par de los Estados Unidos, Donald Trump, era que la primera de la serie de privatizaciones de empresas estatales que el Gobierno pretende llevar adelante no solo sea protagonizada por una compañía estadounidense, sino que además tuviera una afinidad importante con el republicano.

ARC Energy será finalmente quien se quedará con la mendocina IMPSA, la primera de las muchas que la administración libertaria pretende que pase a manos privadas. Tras haber pedido una prórroga de 10 días, la empresa logró finalmente ayer cerrar un acuerdo con los acreedores para ponerle fin al capítulo de la deuda que la todavía estatal debe restructurar, y que asciende a unos US$ 570 millones. La operación se firmó esta mañana.

Una vez que se cierren todos los pasos burocráticos, la compañía pagará US$ 7 millones de forma inmediata (el 25% de su propuesta original), en tanto que está previsto que aporte unos US$ 20 millones en lo que resta de este año.

El dato de quién está al frente de ARC Energy no es menor. Ni para Milei y para Trump. Su presidente es Jason Arceneaux, un empresario venezolano de mucha afinidad con el presidente estadounidense, a tal punto que fue uno de los aportantes a la campaña del republicano. Incluso, otros de los integrantes del directorio de la compañía también volcaron fondos a la carrera trumpista hacia la Casa Blanca.

Impsa

Sin dudas esta operación marcará un hito ya que será la primera privatización en la era Milei, pero para muchos también es una muestra de la buena relación que se pretende construir entre el presidente argentino y Trump.

ARC Energy fue el único oferente en la compulsa que había abierto el Gobierno, y la necesidad de que todo el proceso cerrara con éxito era imperiosa. Una de las premisas centrales de la gestión es eliminar gastos del Estado, y en este punto la venta de empresas estatales tiene un rol fundamental.

La compañía estadounidense fue la única que se terminó presentando a la licitación, por lo que el Gobierno solo tenía una bala de plata para que IMPSA terminara en manos privadas.

Otro de los que había mostrado cierto interés -o que al menos apareció entre los supuestos interesados- fue Jorge Mas, de Mas Tec, propietario del Inter Miami, aunque esa variable no quedó en nada, por lo que o era ARC Energy o todo volvía a foja cero, es decir que no se daba el primer paso del proceso de privatizaciones.

Lo que queda por ver ahora es qué pretende hacer quien será el nuevo dueño de IMPSA. Arceneaux entiende que en Estados Unidos vivirá en los próximos años un período fuerte de construcción de centrales eléctricas, y con la planta mendocina se asegura tener una fábrica de una pieza fundamental para esas instalaciones, como las turbinas.

Con este panorama, el empresario analiza que contará con algo fundamental para sacar a IMPSA del pozo: clientes, algo que será fundamental para equilibrar las cuentas que vienen arrastrando problemas serios desde hace ya tiempo.

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¿Quién es Arc Energy?

Arcenaux fundó Arc Energy Equipment en 2011 y tuvo un crecimiento explosivo. Con base en Houston, Texas, nació como proveedora del servicio de alquiler, diseño y producción de equipamientos para la industria del petróleo y el gas, además de la gestión de proyectos, plataformas de medición, reparaciones y suministros.

Hoy cuenta también con fábricas y plantas de distribución y almacenamiento en Louisiana, Texas, Utah, Oklahoma y Nuevo México. También opera en El Cairo, Egipto.

Su principal dueño y presidente de la Junta Directiva es Jason Arceneaux, quien fundó la empresa Ark Energy Equipment en el año 2011 ofreciendo soluciones de procesos para la industria hidrocarburífera.

En 2016 abrió una filial, Ark Energy Fabrication y luego Ark Energy Service and Supply. En 2018 inauguró su división mundial con Ark Energy Global.

Al proceso de venta de IMPSA todavía le restan algunos pasos burocráticos pero ayer venció el plazo extendido que ARC Energy había pedido para arreglar con los acreedores el pago de las deudas. Eso ocurrió, y ahora solo restan las formalidades. El anuncio oficial de que IMPSA pasa a manos privadas y deja de depender del Estado se espera para las próximas horas.

La compañía mendocina nació en 1907 y se convirtió con el tiempo en la nave insignia de Mendoza y de la industria nacional, pero en particular de la familia Pescarmona, quien la fundó de la mano de Enrique Pescarmona. Luego de varios cambios de nombres y situaciones, en 2018 pasó a llamarse IMPSA, ya con algunos problemas de endeudamiento.

Había pasado, entre otras cuestiones, por operaciones fallidas en Brasil y Venezuela y sus finanzas se complicaron al punto de dejarla al borde de la quiebra.

En 2021 la situación se tornó muy compleja y el Estado, con Alberto Fernández como presidente, decidió estatizarla. con la justificación de que IMPSA representaba un activo estratégico en el sector energético y tecnológico para la Argentina.

En ese momento el Estado nacional se quedó con el 63,7% de las acciones y la provincia de Mendoza, con el 21,2%. El resto de las acciones se reparten entre un fondo de acreedores (9,78%) y la familia Pescarmona (5%).