Los Grobo Agropecuaria, la empresa que en algún momento fue referente del agro argentino, busca la forma de volver a levantar la cabeza en medio del proceso del concurso de acreedores por el que atraviesa, con una deuda superior a los US$ 300 millones.
Hoy, la prioridad de la compañía es poner nuevamente la rueda en marcha y para eso busca socios que le permitan volver a operar con cierta normalidad. El primer paso en este sentido lo dio a fines de marzo al cerrar una asociación con Amagi Argentina, filial del gigante brasileño, con el que se acordó una cooperación comercial para la actual campaña de girasol.
Según fuentes del mercado, este tipo de operaciones son casi en una obligación para la compañía, ya que hoy les resultaría absolutamente imposible avanzar sobre operaciones de forma independiente, justamente a raíz de proceso judicial que afronta, y que se podría extender hasta fines de 2026. El haber llegado a ese punto rompió por completo la confianza de los productores sobre Los Grobo Agropecuaria.
Al comunicar la asociación, de hecho, la propia empresa destacó que con esto se le dará a los productores "mayor tranquilidad respecto de su cumplimiento al encontrarse involucrada una compañía de la talla de Amaggi".
A tono con esto, la compañía apunta ahora a replicar esta variable para las próximas campañas de soja, maíz, cebada y trigo, siempre entendiendo que hoy es mejor operar con un socio de peso, y no en soledad.
La pata que explorará ahora la empresa es la de achicar el campo de acción, y dedicarse de forma exclusiva a lo que son los negocios de comercialización de granos y la provisión de insumos.
Además, se tomó otra medida que también representa un cambio respecto de lo que era la operación en la previa de su crisis financiera. Ya no volverá a sembrar, un negocio que no solo demanda una inversión importante, sino que, además, requiere de un desembolso fuerte en capital de trabajo.
El foco estará puesto en un negocio mucho más chico, de forma de poder arrancar de nuevo. En el mercado estiman que este ejercicio fiscal manejará un volumen cercano al millón de toneladas, muy lejos de las 2,5 millones de toneladas del último ejercicio, producto de haber sembrado 218.000 hectáreas junto a 40 socios productores, algo que ya no volverá a ocurrir ya que abandonará este negocio.
Algunos entienden que esta necesidad de buscar socios, incluso, podría llegar más lejos. La asociación con Amagi hoy es solo por el girasol pero también se intentará que llegue a otros granos como la soja, el maíz, el trigo o la cebada. Pero esta primera etapa servirá como prueba piloto, y si todo marcha dentro de carriles normales se avanzará en esa ampliación de la asociación.
De hecho, incluso, no son pocos los que no descartan que todo este proceso pueda desembocar en una absorción de Los Grobo Agropecuaria por parte del gigante brasileño.
Amagi no es un socio más para la firma argentina. No solo por su tamaño, sino además porque se trata de uno de los casi 3740 acreedores con los que ahora la agropecuaria debe verse en la Justicia, y con una deuda en su favor declarada de $ 6600 millones.
Acreedores en desacuerdo
En medio este proceso para resolver el concurso de acreedores, algunas empresas comenzaron a mostrar desacuerdos con los números que hoy maneja la Justicia. Este es el caso de dos firmas, Iruko SA y La Cassina SA, que impugnaron los montos denunciados a favor en la nómina de acreedores. Y, ante esto, ahora reclaman que los granos que fueron entregados -y no pagados debido a la debacle financiera- sean devueltos.
En el caso de La Cassina, el monto que maneja la Justicia es de $ 122,8 millones, pero la empresa no está de acuerdo ni con ese monto ni con el hecho de que esté expresado en pesos.
De acuerdo con el escrito presentado por la compañía a la Justicia, Los Grobo Agropecuaria tiene en su poder 1400 kilos de trigo correspondientes a la campaña 2021-2022; 448. 714 kilos de 2023-2024; y 465.264 kilos de 2024-2025.
En el caso de Iruko, la presentación detalla que la concursada tiene en su poder 32 toneladas de trigo y 169 toneladas de soja de la campaña 2023-2024.
En ambos casos la estrategia de ambas empresas es la misma. Sostienen que Los Grobo Agropecuaria tiene todavía esos granos "en depósito" -algo que según fuentes del mercado es muy difícil-, por lo que reclaman que sean restituidos.
En pleno concurso
El comienzo del paso de Los Grobo Agropecuaria por la Justicia arrancó el 3 de febrero pasado, y tras haber incumplido pagos de pagarés bursátiles en diciembre. Luego de que se analizaran los números se determinó que hoy los acreedores de la empresa son unos 3740 -en el listado oficial aparecen desde proveedores del sector hasta entidades bancarias y organismos oficiales-, que tienen derecho a reclamar algo más de US$ 300 millones.
Allí se centra la necesidad de la compañía de volver a generar dinero, con la mira en mantener una estructura lo más acotada posible, y poder hacer frente a los pagos a sus acreedores.
Más allá de todos los inconvenientes financieros a los que debe hacer frente, la estructura actual de Los Grobo Agropecuaria es importante, al menos en lo que a infraestructura se refiere. Tiene 34 sucursales, 27 depósitos de insumos y 16 plantas de acopio y procesamiento de granos, con una capacidad de almacenamiento de más de 350.000 toneladas.
Además, tiene 500 empleados repartidos en las dependencias de la provincias de Buenos Aires, La Pampa, Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos.