La historia comenzó en 2006, cuando Oscar Rodríguez -que tenía una distribuidora en el litoral del país- decidió emprender en la producción de dulce de membrillo, junto a sus hijos Federico y Gonzalo. Con una pequeña fábrica alquilada en Alvear, Mendoza, nació la marca Doña Pupa. Desde sus inicios, la empresa no paró de crecer y evolucionar. En 2015, instaló la fábrica de latas, la de botellas para tomates triturados y la de dulces sólidos a su propia planta ubicada en Colonia Roca, Concordia, donde cuenta con 30.000 metros cuadrados.
A los seis meses, vino Tetra Pak y nos mostró el negocio de las legumbres en envases de Tetra Recart. Éramos fabricantes de latas y adaptarnos a esta nueva tecnología fue un hito que nos permitió aumentar la producción ocho veces, cuenta Gonzalo Rodríguez, uno de los hijos del fundador y director comercial de la compañía que produce legumbres y vegetales dulces, como membrillo, tomate triturado y puré, sopas listas y todo tipo de salsas. Este envase tiene como diferencial que cuenta con 'easy open' y no sufre las abolladuras típicas de la lata. Además, es reciclable y mantiene la naturalidad de los productos sin conservantes ni aditivos. "Este envase rompió el molde en la industria. En el mundo, la mayoría utiliza latas o frascos de vidrio, pero el cartón nos permitió ser más eficientes y sostenibles", explica.
En 2015, la compañía vendía 850.000 latas al año de sus productos. Cuando pasó al cartón, cayó a 450.000 unidades, porque el mercado de legumbres en tetra representaban solo el 5% del mercado de las conservas. Hoy las legumbres en lata representan un 60% del mercado, frente al cartón que creció hasta alcanzar el 40%. En 2023, vendimos en promedio 4 millones de unidades por mes, lo que significó un crecimiento enorme, destaca. La marca Doña Pupa lidera el mercado de las legumbres en envases de cartón, con un market share de 30%. Alcanzamos el liderazgo este año, por el fuerte crecimiento a nivel nacional que registramos y por la conveniencia en precio, detalla.
La compañía -que tiene 120 empleados- entró en el mercado a través de las cadenas de supermercados, pero con una estrategia basada primero en el interior del país para en última instancia llegar a Buenos Aires. Rodríguez cuenta que este año el mercado de legumbres en conservas siente la caída de consumo. Por un tema de precio, muchos se están volcando a la legumbre seca, pero creemos que es algo coyuntural y que cuando se recupere el consumo volverá a crecer, asegura.
Este año, los números del primer semestre de Doña Pupa se encuentran un 35% abajo comparado con el mismo periodo del año anterior. Sin embargo, lo que los mantiene activos son las exportaciones, que comenzaron hace cinco años y es la única empresa que exporta en envases de cartón. Desde hace unos años realiza envíos a Uruguay, Paraguay y Chile -donde también comercializa para marcas de terceros- y tiene acuerdos cerrados para llegar a Israel y México. El tipo de cambio nos hizo crecer en exportaciones -Uruguay se incrementó un 200%- y eso ayudó para solventar la caída en el mercado interno, destaca. Para este año estiman una facturación de $ 11.000 millones, con una caída en volumen. Seguimos teniendo una empresa sana y, a pesar de la caída, vemos algunas señales de recuperación, cuenta.
Tendencia en auge
"Una de las tendencias que vemos cada vez más en el consumidor argentino es que busca alimentos saludables y nuestros productos la acompañan; nuestras legumbres, por ejemplo, son naturales, sin conservantes ni aditivos", asegura Rodríguez. Los productos más vendidos son arvejas, garbanzos y lentejas. Además, crecen los porotos apalancados por la inmigración y del crecimiento de esta legumbre en la dieta de los argentinos. "El mercado argentino es muy dinámico y se adapta rápidamente a las tendencias. Cada vez más gente busca salsas y comidas listas. Somos nosotros los que buscamos esas tendencias afuera, asistiendo a ferias internacionales", agrega.
Nordeste también está comprometido con la mejora continua e invierte significativamente para certificar su planta y aumentar la producción. Ahí está enfocada gran parte de su inversión: proyecta desembolsar unos $ 700 millones para los próximos dos años. La automatización avanzada y la búsqueda constante de nuevas tecnologías permiten a la empresa mantener su competitividad y calidad en todos sus productos.
Además, también está enfocado en la sostenibilidad. Por la ubicación de su planta -en el medio del bosque y rodeada de aserraderos- la caldera está alimentada por residuos forestales y no utiliza gas. Usamos el descarte de los aserraderos y tenemos proyectado poner paneles solares, destaca.