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La industria en el microscopio: qué sectores dinamizarán la economía en 2025

Carlos Boyadjian

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El mapa industrial muestra heterogeneidades y una agenda de medidas e incentivos aún pendiente, pero con varios sectores aprovechando las ventajas de la estabilidad cambiaria y la baja de la inflación.

12 Enero de 2025 08.00

Desde hace al menos cuatro meses la economía argentina parece haber marcado un punto de inflexión a partir del ordenamiento de ciertas variables macro, aunque eso aún no se traduce de modo amplio en una mejora de la economía real.

Las dos noticias positivas que lograron despejar los temores de gran parte de la población y cambiaron el humor de grandes y medianos empresarios especialmente, sin dudas son la relativa estabilidad cambiaria y la baja consistente de la inflación. Pero gran parte de esa baja se logró a costa de sacrificar la recuperación de la actividad económica.

En este escenario, los economistas no se cansan de repetir que la recuperación -que dan por segura en 2025- será lenta y heterogénea, por sectores productivos, y hasta por perfil de las empresas.

Y con los salarios todavía corriendo detrás de la inflación, aunque en los últimos meses algunos sectores empezaron a "empatarle", todas las miradas apuntan al sector industrial manufacturero, que en la Argentina paga los salarios más elevados y genera empleo de calidad.

Los que pican en punta

En términos genéricos, cuatro son hoy los rubros más dinámicos de la economía: la actividad agropecuaria; Vaca Muerta y la producción de gas y petróleo no convencional; la minería, con el litio y el cobre a la cabeza; y la economía del conocimiento, ya instalada como un vector generador de dólares vía exportación de servicios.

Como se ve, nada nuevo bajo el sol. Son los ganadores de un modelo económico que ahora privilegia la apertura económica y la exportación. 

Podrían mencionarse también a la industria automotriz, en especial la fabricación de pickups, donde se han especializado cinco de las trece terminales que hay en el país. También las energías renovables, motorizando millonarias inversiones. Y no mucho más.

El resto de las industrias del sector manufacturero, son esencialmente "mercado internistas" y están expuestos a la expansión o contracción del bolsillo de los consumidores. Las actividades más golpeadas, sin dudas, son la construcción y su cadena de valor (cemento, acero redondo, aluminio y otros insumos), textiles e indumentaria, madera, papel, muebles, etc.

Un barrido de las opiniones de diversos economistas permite asegurar que no hay muchas posibilidades de cambios de tendencia, al menos en la primera parte del año.

Los datos duros

Este miércoles el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) difundió el índice de producción industrial manufacturero (IPIM) con datos a noviembre, destacando que ese mes se registró una caída de 1,7% en términos interanuales, y enlazando de este modo 18 meses consecutivos de mediciones en rojo.

Sin embargo, del relevamiento también surgen dos datos positivos. A partir de agosto, mes a mes, se fue observando una desaceleración de la caída, y además en la medición desestacionalizada versus el mes anterior, en noviembre se registró una mejora de 0,4%.

En este contexto, hay que notar también que en el acumulado del año respecto de 2023 la producción industrial se contrajo 10,7%, pero, de nuevo, desde junio cuando ese guarismo llegó a 16,2%, todos los meses se observa una caída menos pronunciada.

A nivel de ramas de actividad, sólo dos de los nueve sectores relevados tiene números positivos en noviembre, Alimentos y bebidas (8,2%) y Otros equipos, aparatos e instrumentos (3,4%).

Pero aquí también vale analizar qué ocurrió al interior del rubro, dado que la incidencia de molienda de oleaginosas fue decisiva con un 75,9% de mejora interanual, a lo que se sumaron el segmento de infusiones (yerba mate, té y café con un 13%) y preparación de frutas, hortalizas y legumbres con un 9,2%. El aporte del campo visto en toda su magnitud.

La refinación de petróleo también muestra una suba de 1,5%, destacándose también un aumento de 41,9% en asfaltos, un dato interesante porque se utiliza en obras viales. Pero cuando al bloque se le suman los sectores de caucho y plástico, finalmente en el global termina con números en negativo.

Perspectivas positivas

Un informe de la consultora Invecq, destaca que este año el PBI podría crecer un 3,5%, traccionado por minería, petróleo, gas, energía, agro, Servicios Basados en el Conocimiento y el sistema financiero, aunque la industria, el comercio y las economías regionales seguirían con números en baja.

A nivel de exportaciones Oil &Gas (Vaca Muerta), agro y servicios serán clave para arrojar un crecimiento del 5%. Y hasta el consumo privado podrá alcanzar una mejora del 2,7%, a partir de cierta "recomposición de ingreso real, financiamiento y confianza consumidor", señala Invecq, que dirige el economista Esteban Domecq.

"Las perspectivas de la industria para el 2025 están atadas a la velocidad de acción de los decisores: cuanto antes reduzcan la presión impositiva y se instrumenten reformas de competitividad, antes nuestras empresas podrán competir de igual a igual con el mundo para seguir siendo uno de los motores de la economía", señaló Martín Rapallini, presidente de la Unión Industrial de la Provincia de Buenos Aires (UIPBA) y vice de la Unión Industrial Argentina.

Y aclaró que la industria es "el sector privado por excelencia: los industriales reunimos a 65.000 empresas y generamos 1,2 millones de empleos a nivel nacional. Queremos y necesitamos ser parte de la agenda de crecimiento del país".

Por su parte, Roberto Cacciola, presidente de la Cámara Argentina de Empresas Mineras (CAEM), recordó el potencial del sector en términos de inversión, producción y exportaciones. 

En ese sentido, dijo que el oro genera el 70% de las exportaciones mineras del país, pero la producción está en declive desde 2018, por lo que desde la entidad piden estímulos para sostener las inversiones y la exploración. Así, las oportunidades hoy aparecen en litio y cobre.

"De cara a 2025, en el caso del cobre si bien no veremos aún proyectos en funcionamiento, sí se prevén avances en construcción y etapas previas que, aunque no impliquen producción, contribuirán a la movilización de recursos y la creación de empleo", dijo Cacciola. 

Y en cuanto al litio, el mineral "ratifica su dinamismo, dado que se espera la puesta en marcha de proyectos, tales como Sal de Vida, Rincón (fase 1), 3Q y Mariana", precisó el empresario. Y aplaudió el surgimiento de Río Negro y Mendoza en el mapa minero, lo que "promete federalizar aún más el sector, abriendo nuevas oportunidades para el desarrollo minero en el país". 

En la actualidad CAEM ha relevado 62 proyectos mineros en todo el país, que requerirán en los próximos años inversiones por US$ 32.254 millones. En ese conjunto hay 31 proyectos de litio, 18 de cobre, 5 de oro y el resto repartido entre extracción de plata (4), uranio (2), fluorita (1) y potasa (1). 

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