Si hay una canción que acompañó a la Selección Argentina durante su consagración en Qatar 2022, esa canción es Pa' la Selección. El hit de la banda La T y La M, del dúo Tobías Medrano y Matías Rapen, quedará para siempre en el recuerdo de todos aquellos que celebraron la obtención del tercer campeonato mundial y, sobre todo, de los futbolistas que lograron la hazaña. Tanto, que incluso se lo tilda del "tema que trajo suerte al plantel liderado por Lionel Messi".
Sin embargo, poco se ha contado sobre la historia detrás de la banda, la creación de la canción y las personas que trabajaron para lograrlo. "Desde muy chica estoy en la industria del arte y los últimos años me enfoqué en producir y distribuir. En medio de la pandemia, un distribuidor me propuso hacer productos en conjunto y ahí fue cuando creamos La T y La M. En 2021 salimos con el primer video y en la Copa América de ese año los jugadores de la Selección empiezan a festejar en los vestuarios con el tema. Cuando vimos eso, dijimos: 'bueno, es la banda que elige la Selección Argentina'. Y ahí empezamos a construir ese camino", cuenta Graciela Contreras, creadora del Sello Discográfico & Editorial GraceMusic.
El resto es historia conocida. La T y La M logró un éxito regional con más de cuatro millones de oyentes mensuales en Spotify, más de 100 millones de reproducciones en esa plataforma para el tema Pa' La Selección y más de 120 millones de visualizaciones del video oficial en Youtube. Pero el caso deja mucho para analizar y comprender cómo funciona actualmente la industria, cuáles son los desafíos y riesgos para los nuevos artistas y cómo se puede trabajar para equilibrar el arte con el dinero.
Graciela Contrera, la menta detrás del hit
Graciela Contrera tien 49 años y es artista de toda la vida. "Empecé a los seis años grabando unas obras de mi papá, que era compositor. Él siempre quiso que yo me dedicara al arte y me motivaba mucho yendo a casting. Hice publicidades y desde los 7 a 14 giré por la Argentina con una compañía. Ahí cantaba, bailaba y era la cabeza del grupo porque presentaba, hacía los agradecimientos y los prólogos", recuerda Contrera en diálogo con Forbes.
Esos años fueron tan enriquecedores como duros. Por un lado, pudo aprender sobre la industria y conocer personas que la ayudaron a desarrollarse en el sector. Pero también implicó estar lejos de su casa y su familia durante mucho tiempo. "Sí, fue difícil pero me permitió capitalizar toda esa experiencia de recorrer la Argentina y algunos países limítrofes donde nos presentamos. Ya más grande empecé a trabajar en estudios y llegué a trabajar con grandes exponentes como Leonardo Favio, a quien le hice coros durante mucho tiempo en grabaciones y shows en vivo. Mi vida siempre transcurrió en el arte", afirma Graciela.
- ¿Qué es lo que pudiste capitalizar?
- Dijo capitalizar porque empecé a desarrollar vínculos con artistas a partir de comprender lo difícil que es dedicarte a esto, que te elijan y te den una oportunidad. Lo mismo con tener un inversor para poder lanzar los productos. A los 21 años tuve una propuesta muy sólida para grabar un disco con un sello importante pero justamente por estas cuestiones de las relaciones con los productores me terminé corriendo. Si bien eso hizo caer el contrato, fue una decisión muy consciente porque yo quería cantar lo que quería y no lo que me decían que estaba bueno. Desde entonces seguí con los coros, con el arte y con las oportunidades que me generaba eso, que me permitió vivir de cantar.
- ¿Cómo se dio la oportunidad de empezar a producir?
- Unos años más tarde empecé a trabajar en una empresa productora y estuve 20 años ocupando distintos roles, incluso relacionados a derechos de autor y copyrights. También participé en desarrollos de plataformas de distribución y áreas de marketing. Todo eso me dio un profundo conocimiento de la industria y me permitió desarrollar un sello discográfico y editorial para la empresa. Eso ya era plena pandemia y me parecía muy importante que tuviéramos contenido propio.
- Ahí surge La T y La M...
- Exacto. Una vez que armamos la banda, se trabajó mucho para robustecer el ecosistema de los chicos. Desde contratar prensa para comunicar su trabajo hasta verificar sus cuentas y, obviamente, lo artístico. En 2022 llenamos dos Gran Rex y a fin de año salimos campeones del mundo y Messi terminó festejando con Pa' la Selección, que es de mi editorial. Eso nos llevó lejísimos porque se convirtieron en artistas globales que estaban en todos los charts.
- ¿Por qué crees que tuvo tanto éxito?
- Hay que entender que se dieron muchísimas acciones que generaron ese éxito. Fue un negocio que tenía todas las aristas: distribución, booking, registro, la creación de contenido y los chicos con ganas de hacerlo.
Detrás de una industria en constante cambio
Con la digitalidad y el surgimiento de plataformas como Spotify y Youtube, la industria de la música sufrió cambios vertiginosos durante los últimos años. "Cuando empieza lo digital, hay algo de los procesos que se rompe. Una persona se graba, otro lo filma con un celular y un tercero lo sube a una plataforma. Tenemos todas las herramientas para hacerlo de forma más sencilla pero, ¿quién tiene derechos sobre todo eso?", reflexiona Contrera.
Según pudo saber con distintas fuentes del sector, un artista hoy puede necesitar de 500 a 1.000 para una grabación/producción, 300 dólares para una mezcla y master, y de 2.500 3.500 dólares para un videoclip. "A eso sumale otros 3.000 dólares para el plan de marketing y acciones. Son parámetros muy generales pero eso es lo que aproximadamente se gasta por lanzamiento para un artista de 2 a 3 millones de oyentes mensuales por ejemplo. Para artistas independientes, por lo general, son similares los costos entre grabación, producción, mezcla y master, pero sin gastar en el resto. Después, los costos van para arriba y para abajo, dependiendo el caso", explicó a Forbes un destacado productor que trabaja con varios artistas locales reconocidos.
"Se escucha mucho 'la plata no me importa' o 'no hago esto por plata'. Mi respuesta siempre es que esto es un negocio y cada inversión tiene que ser pensada y medida. Siempre digo que prefiero perder 10 que 100. A veces los proyectos no se dan porque no se da toda la sinergia necesaria para que ocurra. Esto es un trabajo como cualquier otro", reflexiona Contrera al respecto.
- ¿Qué consejo darías en relación a esto?
- Que entiendo que a veces es muy difícil pero siempre hay que invertir. La plata no determina el éxito pero un producto para ser creado necesita inversión. A mayor calidad del estudio y de la grabación, claramente será más caro producir. Lo mismo con los videos. Yo digo que los hits son las canciones y no los videos. No digo que no sean importantes, pero primero hay que pensar en la continuidad de sacar música. Después, si algún tema se hizo más popular, podes hacer el video en caso de tener la inversión. Pero, al final, siempre hay que invertir. Por otro lado, es importante saber dónde invertir, ya sea en la campaña de marketing, la prensa, etc.
- Todo hace al producto...
- El producto no termina cuando se saca el disco o el video. El producto termina cuando se genera la campaña de marketing porque todo tiene que ver. Vos podes tener el mejor producto artístico pero si no lo comunicas bien, no lo va a escuchar nadie. Y eso puede ser frustrante.
- ¿Qué objetivo te planteas dentro de la industria?
- Lo que buscamos con Grace Music es tener un sello discográfico, una editorial, una parte de producción audiovisual, un estudio de grabación y en breve estamos lanzando un estudio de Sistema Dolby. Mi objetivo es desarrollar artistas y ayudarlos, ya sea con su registro de derechos, su difusión, etc. No solo es para crear nuestro propio contenido sino para que terceros lo puedan utilizar. Que sea un espacio creativo y de nuevas ideas. Tenemos artistas propios, como La T y La M y El Botón de Tu Vaquero pero también abrimos las puertas a otros proyectos.
- ¿Cuál dirías que es tu diferencial?
- Nosotros siempre hacemos mucho hincapié en que 'no nos da lo mismo'. No es lo mismo el trato con el artista y su equipo ni el producto que se genera. Tengo mucho aprendizaje de ambos lados y no solo quiero dar un servicio para que el artista tenga su disco o su video sino que disfrute de lo que está haciendo. Es importante tener un objetivo claro y entender por qué se tomó ese camino. Hay una parte fría, que es super necesaria, relacionada a las métricas, los ingresos, las inversiones y el alcance. Y por otro lado, está lo artístico y lo romántico. Hay que encontrar un equilibrio entre ambos. Porque yo no quiero gente frustrada trabajando entonces cuando vamos a firmar un contrato, quiero que sepan lo que están firmando.
- El caso de Paulo Londra, que firmó un contrato que luego le impidió hacer música por mucho tiempo, fue muy conocido por eso...
- Hoy están mucho más despiertos los artistas y los chicos jóvenes con respecto a lo que firman. Paulo fue un gran ejemplo para todos porque hay un agujero muy grande en lo legal con respecto a lo digital por no tener límites. Antes había algo tangible, como un disco. Luego, se convirtió en algo que se distribuye y que hay muchos intermediarios y el sistema no estaba preparado para eso. Youtube empieza como una plataforma para compartir contenido y termina siendo el segundo buscador más utilizado. Hasta el día de hoy se modifican reglas de como monetizar y para los artistas termina siendo su propio canal. Todo muta muy rápido y eso se refleja en los productores y artistas que son muy jóvenes. Antes no eran tan jóvenes, todo lo contrario. Entonces hay cambios que hay que ir acompañando.
- ¿Qué le recomendas a los artistas?
- Siempre digo que tienen que saber aunque no ejecuten. Tienen que saber qué es una obra, qué es un máster, cómo se recauda, cómo se registra, etc. Quizás después tenés a alguien que lo hace por vos, pero es importante saber. Porque eso te protege ante contratos o cuestiones que no te convienen. Hoy cuando haces un audio o video, estás generando ingresos y nosotros tenemos la responsabilidad de explicarles a quiénes no sabes y ellos de aprender.
- Sobre todo porque imagino que gran parte de los ingresos luego se reinvierten en la propia carrera...
- Que el artista se encuentre con sus ingresos es motivador porque ven que pueden vivir de eso. Hoy se modificó mucho la cuestión de los ingresos y es importante que todos los que se introducen en esta industria lo sepan. Hay una parte muy buena y otra no tanto, como en cualquier negocio. Pero como acá se involucra al arte, hay que tener mucho cuidado. Porque hay gente creando obras con mucho sentimiento y hay que ser responsables con eso.