"Desde muy chico siempre me gustó la adrenalina, me gustó ir rápido, me gustó todo lo que tuviera ruedas y un motor", recuerda. A los cuatro años, Franco Colapinto ya andaba en cuatriciclo; a los siete empezó a correr en karting; y fue a los nueve años cuando decidió que quería subirse a un Fórmula 1.
Finalmente lo logró en 2023, cuando se subió a un test de F1 de la mano del histórico equipo Williams y se convirtió en el único argentino en subirse a un auto de la máxima categoría después de 22 años.
Sin embargo, el camino hacia la victoria no fue fácil. A los 14 años, Colapinto decidió mudarse a Italia para perseguir su sueño. "Fue complicado decidir irme solo. Viví en Italia sin saber el idioma, ni cocinar ni lavarme la ropa. Sí, fue un poco un shock", confiesa. A pesar del apoyo de su familia, al principio no fue sencillo aceptar su partida. "Hubo un poco de discusión, pero siempre me acompañaron en lo que yo quería hacer", recuerda.
La joven promesa del automovilismo
Colapinto tuvo que renunciar a una adolescencia normal para enfocarse en su pasión. Confiesa que le hubiera gustado "ir a los cumpleaños de 15, salir con mis amigos, obviamente no irme tan lejos y vivir una vida un poco más normal [...] Pero es algo que al final te hace madurar y crecer mucho más rápido", reflexiona. Afirma que se perdió y sigue perdiendo las experiencias típicas de la juventud, "pero no es algo que sienta necesario para mi vida y tampoco disfruto tanto. Disfruto muchísimo más de manejar y de ser un deportista de alto rendimiento".
Antes de mudarse a Italia, Colapinto asistía a una escuela técnica en Campana, provincia de Buenos Aires, y otra de sus aspiraciones era estudiar ingeniería. Hoy en día, su foco está 100% puesto en ser piloto profesional, aunque no dejó atrás su pasión por esta rama: Estoy aprendiendo mucho, estoy constantemente rodeado de ingenieros.
Actualmente, el piloto de Fórmula 2 vive en España. A pesar de los estrictos entrenamientos, viajes muy frecuentes a Inglaterra y prácticas en el simulador de Williams, encuentra momentos para desconectar: Ando mucho en bicicleta, me encanta ir a la playa siempre cuando estoy un par de días tranquilo, relajado.
Desafíos, sacrificios y ¿miedos?
Colapinto tiene un par de cábalas antes de correr: como subirse del lado derecho del auto, ponerse la bota derecha y primero el guante derecho. Sin embargo, en la previa de sus carreras no aparece tal cosa como el "miedo a correr". "Por lo general eso no está en la cabeza de un piloto cuando cuando estamos ya enfocados, tan metidos en la carrera, con la adrenalina y todo eso te olvidás un poco de los riesgos, que siempre están, pero creo que es mejor no pensar en eso porque sino perderíamos unas décimas seguro", afirma.
Uno de los momentos más desafiantes de su carrera sucedió el año pasado en Monza, Italia, en la última carrera de la Fórmula 3. "Me rompí la clavícula diez días antes de la carrera, y corrí con la clavícula quebrada. Fue uno de los momentos más complicados que tuve que manejar lo mejor posible. Obviamente me operaron, pero con bastante dolor", recuerda el joven, quien tuvo que pasar el cinturón del auto por encima de su clavícula fracturada.
Otro de los desafíos--aunque menos doloroso—sucedió al principio de su carrera, cuando no había muchas empresas en su lista de sponsors. "En su momento no teníamos el presupuesto para poder correr en Europa, trabajamos un montón para conseguir sponsors. No sabíamos si iba a correr la carrera siguiente porque no le podíamos pagar al equipo", confiesa.
El apoyo que impulsó su carrera
Tiempo después, el talento y determinación de Colapinto atrajeron el apoyo de empresarios como Martín Migoya de Globant, y otras figuras argentinas. Una de ellas es su amigo, el productor musical Bizarrap, quien siempre colabora con el piloto. "Que él me esté mostrando su apoyo y que me ayude también a cumplir mi sueño es algo que demuestra lo gran persona que es", afirma.
Para Colapinto, no solo es importante estar representando al país como piloto argentino en la Fórmula 2, sino también correr con un auto "que alguien lo ve y dice: ese chico es argentino aunque no vea el nombre". Expresa que "ver empresas que llevan la bandera en su logo como Quilmes o YPF es algo muy lindo [...] llevarlos arriba del podio y con el himno sonando en Imola fue algo muy lindo", reitera.
Uno de los momentos más inolvidables para Colapinto fue recibir una camiseta firmada por Lionel Messi. "Poder tener una camiseta del mejor del mundo con las tres estrellas es algo que me la voy a guardar para siempre", expresa con orgullo.
Otro de los recuerdos que, probablemente, Colapinto no se olvidará más fue cuando ganó su primera carrera sprint en la Fórmula 2. Especialmente cuando llevó en su auto la memoria de una leyenda del automovilismo argentino: Juan María Traverso, quien había fallecido esa misma semana. "Haberlo llevado (su nombre) en mi auto en Imola creo que fue un empujón grande para que salga bien todo", recuerda.
Antes de esta victoria, Colapinto cosechó éxitos en diversas categorías, incluyendo el campeonato de la Fórmula 4 Española en 2019 y podios en la Fórmula Renault Eurocup, Toyota Racing Series, Fórmula 3 y Asian Le Mans Series. Un hito especial fue su debut en un test de F1 con el equipo Williams en 2023. "Tener la chance de estar en el simulador de Williams, entrenar con los pilotos de Fórmula 1, estar con los ingenieros y estar mucho más metido en ese mundo, es lo que te acerca mucho más a ese gran objetivo", relata emocionado.
Colapinto le confiesa a Forbes que su gran anhelo es ver el regreso de la Fórmula 1 a la Argentina. "Que la Fórmula 1 vuelva a nuestro país sería uno de mis sueños. Correr también en esa carrera sería algo que disfrutaría un montón", confía.
Para Colapinto, el éxito "es lo que intento día a día dar mi 100%", afirma con convicción. "Sé que hace muchos años estuve intentando ir por esas escaleras hacia la Fórmula 1. Pero sé que si no se da, yo ya di lo mejor de mí", reflexiona. Mientras tanto, su gran desafío es la Fórmula 2, la antesala de la Fórmula 1. "Creo que este año es un año complicado. Estoy mejorando mucho carrera tras carrera [...] así que estoy contento con eso".
¿Lo veremos en 2025 siendo piloto de F1? Solo el tiempo lo dirá, pero una cosa es segura: este joven argentino está decidido a dejar su huella en la historia del automovilismo.