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Clones digitales: la multiplicación del yo para resolver tareas complejas o aburridas es el nuevo desafío de la IA Generativa

La aplicación de la IA sobre el propio discurso y actividades digitales del usuario posibilita la creación de agentes digitales que clonan la personalidad del mismo para resolver tareas sin su participación

El sueño de Fernando Pessoa se hará realidad. El poeta portugues señaló que el yo podía descomponerse en múltiples personalidades y por eso creó lo heterónomos. Y así cada uno de sus yoes componía poemas que daban cuenta de las diferentes formas en como percibía el mundo.

Durante el encuentro TOTVS 2024 llevado a cabo en Brasil, una de las sesiones plenarias sorprendió con una propuesta: ¿Alguna vez deseaste con estar en dos lugares a la vez? ¿O te preguntaste cómo sería tener un gemelo idéntico que pudiera hacer tu lista de cosas aburridas por hacer mientras disfrutas de otras? Pues  esa es precisamente la nueva frontera que la Inteligencia Artificial Generativa esta intentando cruzar. 

"La idea es simple: lograr una clonación con IA. O sea tener la capacidad de crear una réplica virtual o un "gemelo digital" de vos mismo utilizando los últimos avances tecnológicos" dice Ian Beacraft futurista y CEO de Signal. 

En esencia, la clonación con IA implica el uso de inteligencia artificial para desarrollar versiones digitales interactivas de personas reales, incluidas su apariencia, voz, peculiaridades de personalidad, etc. "Estos clones de IA no son solo avatares idénticos, sino que su objetivo es imitar con precisión los rasgos y comportamientos únicos de sus contrapartes humanas", agrega Beacraft.

La tecnología aprende básicamente todo lo que puede sobre una persona a través de datos como fotos, videos, actividad en redes sociales e incluso biometría física. Luego utiliza esa información para construir un modelo virtual que puede ver, oír, hablar y responder casi exactamente como el individuo real.

Desde la apariencia exterior hasta los gestos conversacionales y los patrones de pensamiento, estos clones de IA están diseñados para ser representaciones inquietantemente reales. ¿Cuál es el sentido de todo esto? Aquí se pueden repasar cuatro puntos interesantes para ver su utilidad. 

1. Para aumentar la productividad y lograr más resultados. ¿Quién no querría tener un clon que se encargara de todas sus tareas y deberes? Algunos quizá por que son aburridos, otros complejos, o simplemente porque se carece del tiempo necesario. Con la multipliación del Yo gracias a la IA, uno se encuentra disponible las 24 horas, los 7 días de la semana, y eso podría aumentar drásticamente la productividad.

Por ejemplo, el clon puede responder correos electrónicos mientras uno está en un partido de fúlbol o pasa tiempo junto a su familia. Las posibilidades son realmente infinitas. "Muchas de las discusiones sobre la IA es que reemplace los trabajos humanos, pero con los clones digitales hay otro enfoque: El yo se empodera y se multiplica, es como si estuvierámos haciendo varias tareas a la vez. Entonces esto plantea otro escenario que aún es dificil de entender todas sus consecuencias", dice Beacraft. 

2. Para el aprendizaje colaborativo y una toma de decisiones más inteligente. Nuestro clon digital contaría con su propio conocimiento especializado con el que se puede aprender o intercambiar ideas. Podrías colaborar con vos mismo para realizar una especie de brainstorming y así resolver diversos problemas. Parece algo interesante, ¿verdad?

El clon también podría ofrecer una segunda perspectiva imparcial que te ayude a tomar decisiones complejas. Podría captar cosas que la mente humana pasa por alto.

3. Como legado inmortal para las generaciones futuras. Contar con clones digitales es una forma de acceder a la inmortalidad. Estas versiones de nosotros mismos trascenderán nuestra propia existencia. De esta forma nuestras esperanzas, sabiduría, valores y experiencias podrían perdurar eternamente en formato digital. Sería además una forma de lograr tener una forma de comunicarnos con nuestros descendientes que incluso podrían interactuar con nuestros clones y así aprender de nosotros durante generaciones. Los clones digitales son algo más que una cápsula del tiempo: tienen un comportamiento que heredaron de nosotros. 

4. Por pura diversión y experiencia. Tener clones digitales sin duda sería toda una novedad y ya eso es una razón para los fanáticos de la tecnología que desean experimentar nuevas sensaciones. ¿Te imaginás una videollamada con tu gemelo de inteligencia artificial solo por diversión? Podrían suceder cosas para las cuales Hollywood aún no escribió el guión.  

Una pieza clave del rompecabezas de la clonación de IA es la replicar la voz. Poder imitar la voz de alguien con total precisión es vital para tener conversaciones naturales con un clon de IA. Lo interesante es que este problema está solucionado en el terreno de la IA. Básicamente, el software de clonación de voz con IA analiza toneladas de grabaciones de audio de la persona que se va a clonar. Estudia patrones del habla como el tono, entonación, pronunciación y ritmo.

El software introduce todas estas características vocales en una red neuronal avanzada para su entrenamiento. Este cerebro artificial aprende de las muestras tomadas hasta que puede generar nuevos clips de audio que suenan exactamente como el hablante original.

Es como un imitador de voz talentoso, excepto que se trata de una inteligencia artificial que hace imitaciones que son 100% indistinguibles de la voz real. Y ya se ven aplicaciones como las que dan vida a actores resucitados digitalmente o las que ayudan a personas con problemas del habla a comunicarse de forma natural.

Pero la clonación de voz mediante IA es sólo la punta del iceberg. Luego hay que clonar las imágenes del usuario a partir de fotos y videos del mismo. En todo caso nada demasiado complejo con la aplicaciones que se ven hoy en día. El problema no estaba tanto por este lado como en lograr replicar el comportamiento, y diversas características que hacen única a cada persona.

Es en esta área donde entra en escena la inteligencia artificial generativa ya que cuenta con redes neuronales con la capacidad de aprender a partir de los datos digitales generados por el usuario como por ejemplo sus conversaciones por WhatsApp y redes sociales. De esta forma logra entender esa forma especial que cada uno tiene de comunicarse junto a sus relaciones y formas de ser. La hipótesis con la que se está trabajando es que los LLM o grandes modelos de lenguaje puedan al menos imitar ciertos comportamientos de usuario. No se sabe aún hasta que punto o nivel de detalle llegarán. Y aún hay muchas decisiones que tomar. 

A todo esto se agrega la multimodalidad dentro del entorno de la IA Generativa que le permite interactuar con el exterior en todo tipo de formatos desde texto a video. Y como si fuera poco, estos sistemas están creciendo en funcionalidades para tomar control de las aplicaciones. Podrían por ejemplo postear algo en instagram por nosotros. 

Un LLM como el que se diseñó para ChatGPT al que se le agregue un "fine tuning" o entrenamiento especializado con los datos del usuario, sería algo mas que un clon digital: llegaría a ser como una entidad que lo sabe todo de nosotros pero también aquello que no sabemos y sí conoce ChatGPT. Y eso en algunos casos puede ser un inconveniente.  Pero si se logran hacer recortes entonces los parecidos serán cada vez más interesantes.

El clon digital embebido de nuestro yo puede por ejemplo llamar todos los días a nuestra madre para preguntarle cómo esta y así que nunca olvidemos estar en contacto. Si en esa conversación por WhatsApp el clon digital detecta algo fuera de lo normal, nos avisará para que ahí sí estemos al frente de la conversación. Pero ya seremos el hijo perfecto que simpre está pendiente. 

Claro, esas conversaciones quizá sean algo monótonas para nuestra madre. Entonces cuando ella lo detecte, cansada de tener conversaciones similares le dirá a su IA, su clon digital, que atienda a ese hijo molesto que le ocupa tiempo con trivialidades. Lo mismo sucederá en esas Calls monótonas de las que estaremos libres ya que nuestro clon participará para hablar con nuestros colegas. Y claro ellos también harán lo mismo. Las conversaciones entre clones serán, entonces, la nueva normalidad. Una que quizá ni el propio Fernando Pessoa logró siquiera soñar. 

 

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