Si bien el 8 de marzo se ha establecido como el Día Internacional de la Mujer, durante todo el mes se llevan a cabo eventos, charlas y seminarios para destacar las contribuciones que realizan las mujeres a la política, la economía, las industrias y los aspectos sociales en todas las sociedades del mundo.
Más allá de todos estos eventos que tienen como objetivo demostrar el rol central de las mujeres en cada uno de estos sectores, aún hay mucho trabajo para hacer para que esto sea real. Y el liderazgo de las empresas no es una excepción a esta situación.
Según la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME) durante 2022 solo el 11% de las empresas industriales del país son dirigidas únicamente por mujeres, frente al 59,3% que son conducidas por hombres y el 27,1% que lo es por miembros de ambos géneros. Por otro lado, solo el 25,7% de los comercios son propiedad de mujeres, frente al 52,3% que pertenecen a hombres, y al 20,7% que dirigen personas de ambos géneros.
Por otro lado, según el Foro Económico Mundial, se necesitan otros 132 años para cerrar la brecha global de género. “A medida que las crisis se agravan, los resultados de la fuerza laboral de las mujeres se ven afectados y el riesgo de que la paridad de género mundial retroceda se intensifica aún más”, indican desde el organismo.
Un caso para compartir
Estas disparidades de género a la hora de fundar compañías también se evidencian en el sector tecnológico. De hecho, son pocas las mujeres que logran crear una empresa en el sector por su cuenta. Una de ellas es Whitney Wolfe Herd, fundadora y CEO de Bumble Inc, el holding que opera Badoo, Fruitz y Bumble, tres de las aplicaciones de citas de más rápido crecimiento en el mundo.
En 2014, Wolfe Herd lanzó Bumble para desafiar las reglas anticuadas de las citas y crear un espacio donde las personas pudieran encontrar relaciones sanas y equitativas. Bumble es la única aplicación de citas donde las mujeres dan el primer paso. La compañía lanzó Bumble BFF en 2016 para encontrar amistades y Bumble Bizz para redes profesionales en 2017. En enero de 2020, Wolfe Herd dio la bienvenida a Blackstone como el nuevo propietario mayoritario de Bumble con una visión compartida de crecimiento para Badoo y Bumble. En 2021, Wolfe Herd lideró la oferta pública inicial de Bumble como la CEO más joven en hacer pública una empresa.
En ese contexto, según la información pública de la compañía, los ingresos totales en 2022 aumentaron un 19 % hasta los 903.5 millones de dólares. Además, los ingresos de la aplicación Bumble del cuarto trimestre aumentaron un 28% a US$190.8 millones y los usuarios de pago de la aplicación Bumble del cuarto trimestre aumentaron un 35% a 2.2 millones.
Este éxito ha llevado a Whitney ha sido nombrada en la lista de las 100 personas más influyentes de la revista TIME, la lista Forbes "30 Under 30", las 50 de Bloomberg y las 50 mujeres que están cambiando el mundo de InStyle. Ha aparecido en la portada de las revistas Fast Company, Forbes y WIRED, y en 2021, Bumble fue nombrada como una de las aplicaciones del año de Apple.
Consejos de la fundador de Bumble
Utiliza tus desafíos como impulso
Al principio de mi carrera, fui objeto de abuso y acoso en línea. Vivía en un eterno estado de ansiedad; Internet se sentía como tierra de nadie, peligroso y tóxico. Sabía que tenía que haber una mejor manera de hacer las cosas: una Internet más amable y respetuosa y que, al resolver este problema para mí, podría ayudar a que el mundo en línea fuera un espacio más seguro para otras mujeres.
Bumble, donde no se tolera el mal comportamiento y donde las mujeres se sienten empoderadas para dar el primer paso, nació de mi propia experiencia. Con excepción de mis amigos más cercanos, pocos creían que una aplicación de citas para mujeres era necesaria o que podía tener éxito. A menudo me subestimaron. Pero como resultado, pudimos probar ideas, construir y mejorar Bumble.
Conoce tus debilidades y forma a tu equipo para compensarlas
Cuando fundé Bumble en 2014, ni siquiera teníamos una oficina. Éramos cuatro trabajando en un departamento de dos habitaciones, donde recibía llamadas desde una tina vacía. Sin embargo, a medida que crecimos, aprendí a ser honesta conmigo misma acerca de mis fortalezas y debilidades. Soy una mercadóloga. Entiendo la marca. Lo que no soy es un gurú del diseño o un genio en las operaciones. A medida que construyas tu negocio, busca crear un equipo diverso de expertos en cada materia, y sé siempre honesta sobre tus propias habilidades y limitaciones.
Tira las viejas reglas por la ventana
No tomé la ruta tradicional de los fundadores: nunca acepté un trabajo de consultoría ni fui a la escuela de negocios. Mi primer trabajo no era el trabajo que debía ser el de mis sueños, y me llevó por un camino muy diferente. Mi carrera no se ha desarrollado sin problemas, ni como esperaba.
Bumble en realidad nació en un momento en que no quería tener nada que ver con las aplicaciones de citas. En cambio, quería crear una red social donde las mujeres pudieran intercambiar cumplidos. Pero luego la idea se convirtió en Bumble.
A lo largo de los años, las mejores ideas, oportunidades e incluso contrataciones han venido de lugares inesperados. Tenemos que recordarnos que las viejas reglas del mundo laboral fueron creadas por y para los hombres y debemos hacer las nuestras.
No glorifiques la rutina
En Bumble, trabajamos duro; si no lo hiciéramos, no habríamos podido implementar nuevas funciones, escalar, hacer pública la empresa. Pero no glorificamos la cultura del estrés. Nadie debería sacrificar su salud mental por el bien de su carrera.
Si me levanto temprano para contestar correos electrónicos, sacaré tiempo en la tarde para pasarlo con mis hijos. Y, durante la pandemia, cuando nuestra salud mental recibió un golpe tan colectivo, instituimos dos semanas libres al año en toda la empresa, así como una política de tiempo libre remunerado ilimitado.
La amabilidad es poder
Estoy orgullosa de nuestra cultura en Bumble. Nos aseguramos de que nuestras acciones y decisiones en el trabajo estén alineadas con nuestros valores como plataforma, incluida la honestidad, la inclusión, la responsabilidad y, por supuesto, la amabilidad. Vivimos en un mundo que espera mucho de nosotras, por lo que pedir ayuda es clave. Pero recuerda también ofrecer algo a los demás, ya sea tu tiempo, tus contactos o simplemente tu apoyo moral. Lo que logras importa, pero cómo lo logras es igual de importante.